Capítulo 4

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Bonjour, chérie! —Sonrío al escuchar su saludo.

— Bonjour, Claire! 

— Monde Dieu! Tu ne peux pas imaginer combien tu me manque! —Ruedo los ojos y dejo salir una risa.

— S'il vous plaît, Claire! Ne sois pas dramatique! —Ella frunce el entrecejo y me mira a través de la pantalla como si de verdad se ofendiera con mi comentario.

— ¡No soy dramática! Que tú seas una insensible abandona amigas no es mi problema —la indignación abarca todo su rostro, pero yo sé que en realidad quiere reír por su drama.

Porque sí, Claire Rousseau es una francesa dramática, pero es la mejor amiga —y roomie— que puedes tener en el antiguo país.

Claire y yo nos conocimos en la universidad, fuimos compañeras de cuarto en la residencia de la universidad y congeniamos tan bien que al graduarnos, nos mudamos juntas a nuestro actual apartamento en París.

Claire es una francesa fiel a su patria —como todos los habitantes—, no tuvimos problemas al comunicarnos ya que yo llevaba un buen nivel de francés como para poder comunicarme. Ella no se quiso quedar atrás y empezó a tomar cursos de inglés para poder hablar conmigo y que no me sintiera fuera de lugar.

Ella fue mi ángel cuando llegué a Francia, ahora somos roomies y muy buenas amigas.

—No llevo ni una semana aquí y ya me extrañas, luego dices que no eres dramática.

Tais-toi! —No puedo evitarlo y dejo salir una carcajada.

Claire no parece ser una persona pesada, su aspecto femenino —en todos los sentidos— y su baja estatura, encubre el salvaje lobo feroz que lleva por dentro.

—Yo también te extraño, petite. —Ella rueda los ojos y luego me muestra su lengua.

— ¿Cómo te va? Te escribí hace dos días y me dejaste en visto.

—No te deje en visto, se me olvido responderte. Estuve un poco ocupada con mi familia, mi hermano no aguantaba las ganas de que adornáramos la casa, así que nos fuimos de compras  y he pasado mis tardes cambiando adornos —me acomodo de nuevo sobre mi cama.

Justo hoy, el último día de noviembre, decidió ser el día más frío del mes. Parezco un peluche con todas mis mantas cubriéndome del frío. Son pasadas las diez de la mañana, mamá y Christian salieron y Landon, Leah y yo nos quedamos hibernando.

—Yo también hice un poco de shopping, fui al centro comercial y compré algunas cosas para el apartamento, y compré esto —se aleja de la cámara para buscar lo que sea que haya comprado.

Una esfera de árbol de Navidad abarcó mi pantalla, pero eso no fue lo que me sorprendió.

— ¡¿Dónde compraste eso?! —Exclamo sorprendida al notar que la esfera color plateada tiene una foto de nosotras dos.

—Había una foire de Noël cerca de la Plaza del Trocadero, no pude evitar no comprar algo tan bello como esto.

—Es muy hermosa, Claire. ¿Segura que combinará con la decoración del apartamento?

—Tal cual como me llamo Claire Linette Rousseau. Por cierto, me alegro que te gustara, esta mañana te envié la tuya a Londres, luego me lo agradeces.

¿Que ella qué?

— ¿Que hiciste qué? —Ella asiente con la cabeza mostrando lo orgullosa que está de tu acto.

—Compré dos, una para ti y otra para mí, y como sé que no vendrás hasta enero, decidí enviarte la tuya a Londres.

—Pero, ¿cómo obtuviste la dirección de mi casa?

Luz de NavidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora