Habian transcurrido dos dias y aun asi no podia sacar las palabras de Liam de mi cabeza. Me molesta muchísimo la actitud de Liam, pero por mas que quisiera hacer preguntas, no las conseguiría; así que intento olvidarme del tema. Me desenredo el pelo mojado y me pongo un vestido blanco holgado. Luego preparo las cosas para mañana; pero lo único en lo que puedo pensar es que mi encuentro con Liam en la biblioteca no había sido mera casualidad. El sabía que yo estaría ahí y sabia que Adrien estaba conmigo; y estaba casi segura que Adrien había huido a penas lo vio. Lo que no logro entender es porque nadie aqui habla de el, nadie dice ni revela nada, solo avivan el misterio y aumentan su ego.Era un caso perdido pensar el, solo era un caos, un misterio que porque más que intentaras resolver era imposible; porque por mas que analizaras no habían nunca respuestas, solo más preguntas. Lo que más me inquietaba y no salía de mi mente era el hecho de que el sabía cosas de mi. El sabía de mis tatuajes, y no había sido una suposición, el se había mostrado seguro, confiado al hablar.
Mientras decido si salir o no, recibo un mensaje de Nickie. No va a volver hasta la noche y tampoco deseo quedarme sola tanto rato así que decido salir a dar una vuelta y distraerme.
Afuera hacia un poco de calor así que apartó el cabello de mis hombros y lo ató en una cola alta, mis pies se mueven a lo largo de las calles, y la verdad es que Nueva Jersey lucia mejor de lo que recordaba. Me detengo en una tienda de pastelería y de inmediato capto el olor a canela y almendras. Pido un par de donas y el chico de la caja me regala una tarta extra. Me siento a engullir mi dulces, y apenas el mouse de chocolate toca mi paladar siento un cumulo de sensaciones explotar, la fusión de las galletas con el mouse de chocolate era simplemente exquisito; así que terminó relamiendo mis labios, por último cojo la tarta que me ofreció el chico y le doy un bocado. Al hacerlo, advierto un ligero sabor a regaliz, y el recuerdo de la biiblioteca invade mi mente y no puedo evitar preguntarme si asi sabrá la boca de Liam.
¡¿Qué carajos estoy pensando?!
Dejo la tarta inmediatamente y tomo una servilleta para limpiarme, una vez fuera decido tomar el bus e ir al Centro Comercial Palmer Square. Al llegar me meto en unas cuantas tiendas a observar ropa y luego me dirijo a unas cuantas librerías en búsqueda de la encomienda del Profesor Harris, pero en ninguna había lo que buscaba. Compro una lamparita para mi habitación ya que no me gusta mucho tanta oscuridad y luego de un rato cansada de dar vueltas decido que debo irme pero justo veo algo que llama mi atención.
Liam Chase se encontraba dentro de una bodega de conserje discutiendo acaloradamente con un señor de bata blanca; aunque viéndolo bien era un medico.
—No puedes seguir así Liam—escucho hablar al señor— ¿Si te das cuenta de la gravedad del asunto?—le pregunto.
—Ya te dije lo que quiero y no creo cambiar de idea—le replico Liam furioso.
La situación me estaba llamando la atención y me debatía entre sí acercarme o no. Sé que no debería hacer eso esto, que es una total intromisión de mi parte, y una falta a lo hablado con Liam, se que mi curiosidad es peligrosa e insensata pero... ¿Cómo quería la vida que me alejara de Liam si no hacía más que aparecerse en mi camino?. Dude un poco pero finalmente me acerque, no había mucha gente caminando por aquí, ya que era la zona de los baños, así que aproveché y me situé detrás de un contenedor para escuchar mejor.
—Se te va a salir esto de las manos Liam—susurra el médico.
—Yo ya te dije como están las cosas—respondió Liam—. Necesito que consigas lo que te pedí—ordena pasándose las manos por el cabello y este le cae sobre la frente.
Liam se veía furioso, no sé que le está pidiendo al señor pero se ve que es complicado conseguirlo, mientras que el médico se ve cansado y obstinado.
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5 Años más [EN PROCESO]
Teen FictionTras pasar 8 años viviendo con sus tías en Londres, Inglaterra. Kaelie decide volver a su ciudad natal con la intención de dejar atrás todo y comenzar una nueva vida. Lo que no sabe es que su regreso a casa no hará más que abrir las puertas de un p...