Capítulo 8

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-También te extrañé enana- me dice Jack al oído, casi se siente como si tuviera las mismas ganas de llorar que yo.

Me separo de él y tomó su cara con mis manos.

-Que....como...porque....tu madre... no entiendo- digo muy agitada, entre risas y sollozos.

-Te explicaré todo, vamos al primer restaurante que veamos por aquí cerca.

-Ammm Jack, no puedo salir de aquí- le digo muy obvia- es entre semana.

-Oh vamos, ya he hablado con Ivie- me dice divertido.

Cuando salimos del internado heché un vistazo hacia atrás y ahí seguían Matt y Adrian mirando fijamente todo lo que pasaba.

Cuando subimos al coche de Jack el comienza a hablar.

-Bueno, para que vallas entendiendo un poquito- enciende el motor y empieza a avanzar- como mi madre mejoró dijo que era hora de volver aquí, a nuestra antigua casa y todo eso, pero yo no podré volver al Internado, mi madre necesita de mi, entiendes claro.

-Por supuesto que entiendo Jack, te juro no sabes lo feliz que me hace que estés aquí.

-Ah y lo siento por arreglar tu cita con Matt.

-Como sabias que....

-Cloe lo sabe todo hace días.

-A que bien, soy la última en enterarme- se rie de mi.

-A mi también me hace muy feliz estar aquí- detiene el carro- bien, ya llegamos.

-Que comeremos?- pregunto.

-Comida italiana claro.

-Oh Jack me conoces tan bien.

En el transcurso que comíamos todo iba bien. Ambos pedimos espaguetis. Conversamos de muchos temas. Yo le pude explicar bien lo que pasaba con Adrian.

Matt la verdad me da un poco igual.

Pero ahora que esta Jack aquí, cambia todo.

En lo que conversábamos dejamos claro que no pasaría nada entre nosotros. No por nada, si no porque ahora estaba Adrian en mi vida.

Con "cambia todo" me refiero a que Jack aparte de ser mi ex es un gran amigo y se que lo tendré ahí cada vez que lo necesite al igual que el a mi.

Y es exactamente eso lo que me hace quererlo tanto. No somos esos exs que se guardan rencor el uno al otro, para nada.

-Y bien nos vamos- me dice levantándose de la mesa.

-Si vamos- lo imito.

En el camino de regreso pusimos música en el coche y cantamos a toda voz. Ambos éramos muy fan de Lifehouse, el solía ponerme sus canciones cuando me recuperaba de mi muñeca y llegó al punto de convertirse en mi banda favorita.

-Gracias por todo lo de hace un rato y en general, gracias por volver-lo abrazo.

Y les juro que es el abrazo más sincero que he dado en la vida.

-No hay nada que agradecer, tranquila, en cuanto tenga tiempo paso a verte- se despide y se va.

No tengo idea de que hora era. El móvil se me había quedado sin batería. Cuando entro por los pasillos me apresuro en llegar a la habitación.

Cuando entro me doy cuenta que Cloe está dormida, así que no me queda de otra que dormir también. Pero antes entraría a tomar una ducha. Dejo el celular en la mesita de noche cargando y me meto al baño.

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