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Para el amor no existe edad

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Para el amor no existe edad.

Eso es algo que ya todo el mundo sabe de memoria, el verano estaba por empezar y aquel par de jóvenes enamorados tendría que despedirse para centrarse en disfrutar del último verano estando en la secundaria; sus uniformes dejarían de formar parte de su rutina diaria y después del verano no tendrían demasiado tiempo para verse a hurtadillas.

El menor era quien peor lo estaba pasando; siempre ocultando todo lo que sentía a través de una sonrisa para no preocupar al mayor.

El profesor de geometría termino de explicar lo que sea que significará todos esos garabatos en la pizarra para dar paso a la hora de descanso. Por un momento su día mejoró, hoy era su aniversario y habían acordado verse en la azotea de la secundaria. Sólo ellos dos y el delicioso jugo de uva de la máquina expendedora.

Un amor de niños que había florecido en la penumbra de la noche; un amor que ante los ojos de las personas seguía siendo algo malo por ser diferente y "nuevo". Lo cierto era que todo lo que hoy conocemos una vez fue nuevo y también genero miedo por el cambio que todo implica.

Cambios.

Cambios que, como ahora, hacen que todo de más miedo del que debería, pero eso está bien; porque el miedo también es un mecanismo de defensa que hemos tenido en nuestro ADN desde siempre.

Entonces; ¿Por qué nadie protegió a un pobre par de jóvenes corazones?

La suave brisa de verano golpeo su rostro y una enorme sonrisa se formo en sus labios al encontrar a la persona que robaba sus suspiros sosteniendo un hermoso ramo de flores rosas; pequeño y discreto, casi como un secreto que no podía contarse, cómo su relación.

Todo era perfecto para ellos, todo era magia y buenos recuerdos, todo eran primeras veces y nuevos comienzos, todo era un nuevo camino que descubrir; con errores y caídas, pero con la compañía de la persona que tenía su corazón.

Sí, todo era perfecto.

Tan perfecto que asustaba.

Si alguien les hubiera dicho que la magia podía agotarse quizá ninguno de los corazones habría recibido aquel abrupto impacto que los sacudió hasta romperse, o mejor aún, quizá también pudo evitar que sólo el corazón más joven sufriera de tan desgarradora manera. Solo.

— ¿Hice algo mal?— habló aquel joven universitario de cabellos negros y hermoso lunar en la nariz.— ¿Por qué?

¿Por qué?

Nunca supo la razón, quizá nunca existió, pero el saber que el corazón cambiaba de parecer no era lo que le dolía sino el hecho de ser el día de su séptimo aniversario como novios, siete años de su vida parecían ya no importar, sin contar todos aquellos años en los que sólo fueron amigos; ni siquiera le había importado terminarlo en aquel restaurante llamando la atención de los pocos presentes.

I Wish [Cravity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora