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El pelinegro sonrió como un bobo enamorado, estar con el rubio de fornido cuerpo le llenaba de calidez, estaba completamente enamorado de Geonhak, y sin embargo los sentimientos eran unilaterales, para el rubio estar con él pelinegro no era más qu...

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El pelinegro sonrió como un bobo enamorado, estar con el rubio de fornido cuerpo le llenaba de calidez, estaba completamente enamorado de Geonhak, y sin embargo los sentimientos eran unilaterales, para el rubio estar con él pelinegro no era más que un juego del que pronto se aburriría. Aunque ya había durado mucho más de lo que debería.

Sí, el pelinegro era alto y tenía una figura esbelta, perfecta para que se notara el contraste de sus cuerpos pero no para encajar con él. El pelinegro era correcto, era alguien que buscaba una relación seria pero, él, él buscaba diversión; y  debido a  que su juego llevaba ya mucho tiempo no era de extrañarse que el pelinegro confundiera todo con una relación.

Koo Jungmo era muy guapo, pero también era muy tonto por ignorar que en esa relación era el único que de verdad estaba dándolo todo. Los rumores en torno a Kim no dejaban de correr por los pasillos de la universidad; pero él no les prestaba atención porque por las noches Kim lo besaba con tanta pasión que lo cegaba.

Justo como en este instante; en el que acababan de hacer el amor, por lo menos Jungmo pensó que era el amor y no sólo sexo, y Geonhak lo abrazaba por la cintura. No eran nada, su relación no tenía nombre pero eso era algo que Koo también ignoraba.

Leedo, como todos sus amigos solían llamarlo, tenía un pecho grande y fuerte, quizá por eso Koo amaba depositar su cabeza en ese lugar, amaba eso, que Leedo se quedara a su lado después de hacer el amor porque así podría verlo al despertar y aunque en los pasillos de la universidad este lo ignoraba sabía que al cerrar la puerta de su departamento Kim lo amaría.

Esa tarde habían cumplido un año de estar juntos, como " pareja" y era por eso que Jungmo había preparado una cena para los dos; sabía que Kim no era fan de celebrar nada pues había olvidado sus citas por los meses juntos y estaba seguro de que también había olvidado lo que significaba este día.

Koo deslizó la yema de sus dedos por el pecho del mayor, las respiraciones son lentas y relajadas;  hacia mucho que Leedo no se quedaba con él después de hacer el amor; extrañaba eso, sentir el calor de su cuerpo y esos fuertes brazos alrededor suyo que lo hacían sentir querido.

Leedo.— llama con cariño el pelinegro de labios delgados. — Vamos, despierta, tengo una sorpresa para ti.

Sinceramente Koo no quería de Geonhak se despertara porque de hacerlo sabía muy bien que se iría; Kim se mueve entre las sabanas grises de la cama de Jungmo, pero no abre los ojos. El brazo que rodea a Jungmo por la cintura lo jala para pegarlo más al cuerpo, Leedo podía llegar a ser muy cariñoso después del sexo. 

— Cinco minutos más.— pidió escondiendo su rostro en la cuenca del cuello del más delgado.— No quiero moverme de aquí, eres tan suave.

Jungmo sintió sus mejillas arder; Kim no era para nada una persona de decir cumplidos o palabras dulces, por lo menos no que Koo recuerde.

I Wish [Cravity]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora