•One Shots• Hiro Hamada X Lectora

Bot Fights

En este one shot, Tú y Hiro tienen 19<3

—Gané de nuevo, deberías ir a casa Trina.—Dije mientras veía a la chica frente a mi.

La multitud que había apostado conmigo celebró, mientras se pasaban billetes unos a otros.

—Juguemos de nuevo.—

—Nah, prefiero a alguien de mi nivel.—Le dije mientras le guiñaba el ojo con una sonrisa burlona.

Se lo merecía.

Cuando recién llegue a este lugar Trina solía molestarme acerca de ello, varias veces ella fue atrapada haciendo trampa en las peleas.

Y como castigo le prohibieron venir al menos por dos meses. Y aquí estaba de nuevo ella.

Tomé mi robot mientras limpiaba mi ropa. Tomé la gran cantidad de dinero.
Al menos eso me servirá para comer hoy y mañana.

Cuando estuve a punto de salir, me detuve al escuchar demasiado ruido en una parte específica del callejón.

¿Ahora qué pasa?

Camine a paso rápido para ver que sucedía, no podía ver bien debido a que la gente me tapaba la vista.

¡Pelea!

¡Suéltalo! ¡Es un niño!

¡Rómpele la cara Jake!

Al escuchar ese nombre me paré en seco. ¿El maldito está molestando a los niños otra vez?

Me abrí paso entre la multitud para poder interferir. Ese idiota ahora si me iba a escuchar. Al entrar, pude divisar a Jakd dándole seguidos golpes a un chico que parecía de mi edad, peli-negro, cabello algo largo y alborotado.

El pobre estaba recibiendo golpes en su estómago, tenía algo de sangre en su labio y pómulo.

Me arme de coraje y decidí gritar.

—¡Oye, idiota!—Grité, haciendo que todo el escándalo que había se esfumara en menos de un segundo. Todos voltearon a verme con curiosidad.—Jake, déjalo ir.

El mencionado río secamente, mientras soltaba con brusquedad al pelinegro. Este tosió y se retorció de dolor en el piso. Jake se acercó lentamente hacia mi.

—Pero miren a quien tenemos aquí. ¿Al fin tienes las agallas de hacerme frente?—Dijo mientras tocaba mi cabello.

Quite su mano con brusquedad.

—Déjalo irse. No eres el dueño de este maldito callejón.—Dije entre dientes.

Su cara se acercó más a la mía, respiré con dificultad. El simple hecho de estar cerca de él me causa de alguna manera enojo y escalofríos. Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, cuando sentí como una mano tomaba con fuerza mi cabello.

Solté un grito de dolor.

—¿Te sigues creyendo lo mejor, maldita estúpida?—Preguntó con burla hacia mi. Con mis manos trataba de hacer que me soltara, pero el hacía que me sujetara más fuerte.—No te resistas, lo harás más di..—

Un golpe en seco de mi parte hizo que por fin se alejara de mi. Se tocó con cuidado su mejilla izquierda mientras hacía una mueca de dolor.

—No me insultes.—Dije.

Corrió como si su vida dependiera de ello hacia mi, pero antes de poder sentir el primer golpe fue jalado hacia atrás por alguien.

Cuando Jake cayó al suelo, pude divisar al peli-negro de hace un rato. Tomó al contrario por su sudadera, y le propinó un golpe con puño en su ojo.

Toda la multitud volvió a hacer ruido.

Me acerqué a ambos y los separé. Tomé a Jake del cabello y lo acerque a mi.

—Esto, es por mi dinero.—Dije para darle un rodillazo en su parte intima, gimió de dolor mientras caía al piso sujetándose su entrepierna.—Y esto, es por todo lo demás.—Dije para darle un golpe en la barbilla, dejándolo inconsciente.

La multitud volvió una vez más a gritar.

—¡____!—

—¡_____!—

El chico y yo conectamos miradas por unos instantes.

Le sonreí.

—Trata de no venir seguido a estos callejones, no son seguros.—Le dije mientras ponía mi mano en su hombro. —¿Cuál es tu nombre?

—Hiro, Hiro Hamada.—Sonrió ligeramente.

Okey, enserio es atractivo.

—______, solo ______.—Le dije para sonreírle una última vez.

Salí del callejón con una gran sonrisa. Definitivamente lo volvería a ver.

Lo sé.