La Luna De El Alfa ~Derek Hale~ 1

Capítulo 17

Bep...Bep...Bep...

Ese es el maldito sonido me despierta de un sueño profundo.

Abro los ojos con dificultad por la luz del sol proveniente de la ventana y me doy cuenta de algo.

¿Que acaso mi ventana no estaba del otro lado?

Me incorpore de golpe al darme cuenta de que no estaba en mi habitación y me arrepentí al momento en el que sentí la punzada de dolor en mi costado.

Levante con cuidado la bata que tenía y vi la gasa, tenía algo de sangre y alrededor la piel estaba morada.

Empecé a recordar lo que había sucedido y en el momento en el que me intente recostar de nuevo fue como si Peter me hubiera tirado por segunda vez hacia esas escaleras.

Mierda.

Otra vez en el hospital.

Como pude me recoste aunque me dolió como los mil demonios.

Nota mental: No volver a levantarme tan rapido.

Empecé a analizar la habitación y mis ojos cayeron en el chico que dormía en la silla junto a mi cama.

Sonreí levemente recordando la última vez que estuve en esta situación y la cara de Derek cuando le arroje esa cosa.

Supongo que hubiera sido un lindo deja vu

—Dylan.—Dije llamándolo—.Dylan Despierta.

No hubo respuesta.

Estaba tieso como un tronco.

—¡Dylan!.—Grité.

Se sobresalto cayendo al suelo.

—Mierda.—Murmuro abriendo los ojos lentamente y me miro—.¿Estas bien? ¿Necesitas algo?.

—¿Cuanto tiempo llevo aquí?.—Pregunte.

—3 días.—Dijo soltando un bostezo—.Creo que te dan de alta hoy por la tarde.

—Hoy por la tarde.—Dije mirando por la ventana—.Son como las 6pm.

—Estas loca, son las 11am.—Dijo con confusión.

Con mi cabeza lo invite a que viera la ventana ya que estaba anocheciendo.

Volteo y se tocó la cabeza.

—¿Cuanto tiempo dormí?.—Se pregunto a si mismo.

Yo me reí por lo bajo ya que me dolía el cuerpo.

En ese momento entro Melissa.

—Veo que ya despertaste bella durmiente.—Dijo y sonrió.

—Si, se acaba de despertar.—dijo Dylan volviendo a sentarse.

Melissa lo vio de reojo.

—Te lo decía a ti.—Dijo anotando algo.

No pude evitar reír por la cara que puso Dylan y volvió a doler.

—Mierda.—Solté por lo bajo.

—¿Como te sientes linda?.—Pregunto.

—¿Del 1 al 10?.—Pregunte y asintió—.10 millones.

—Es entendible por el estado en que llegaste.—Dijo y luego me miro con una enorme sonrisa—.Pero lo bueno es que estas estable y puedes regresar a tu casa hoy.

—Siiii.—Dije con ironía, no solo era regresar a casa sino también enfrentarme a Papá y lo que tuviera que decirme acerca de lo que paso esa noche.