—¿Puedes explicarme de nuevo porque tuve que venir contigo?.—pregunte mientras caminaba junto a Scott.—Porque así puedo mantenerte vigilada y protegerte si el alfa viene a matarte.—explico.
—Este no es el piso.—dije viendo el estacionamiento.
Lo oí maldecir por lo bajo y caminamos hasta las escaleras para subir al otro piso.
—Lo único que digo es que no parece que estuvieras protegiéndome, Solo me trajiste para que te ayudará con las compras.—Lo señalé con los ojos achinados.
El se rió nervioso y siguió caminando.
—Lo sabía.—solte por lo bajo—.¿Porque no vino Stiles también?.
—Esta enojado conmigo por no haberle contestado el otro día.
—Ah.
Scott se detuvo y sacó sus llaves, apretó el botón del llavero pero no sonó.
Empezó a mover la cabeza como buscando algo y me di cuenta de que el si lo escuchaba.
Estúpido súper oído lobuno.
La leche se salió de la bolsa de compras y rodó debajo de un auto.
—Diablos.—dijo acercándose al auto, iba a agacharse pero la leche rodó hacia afuera dejando pequeñas manchas de la misma.
Lo miré con el ceño fruncido.
Parecía como si la hubieran rasguñado.
¿Rasguños? ¿Rasguños? ¡El alfa!.
Me eche a correr dejando a Scott allí parado.
No es que sea cobarde solo que él tiene garras y colmillos para defenderse y yo apenas puedo correr 30 metros sin cansarme.
Necesitaba encontrar un lugar para esconderme.
Corrí y corrí hasta que ví una pequeña hendidura en el techo del estacionamiento al lado de donde estaban las lámparas, era lo suficientemente grande como para que yo entrara pero estaba alto.
Me subí al techo de un auto y salte hasta llegar a la orilla del techo luego con mis piernas me impulse hacia arriba hasta que logré subir y esconderme completamente.
Esos 10 años de gimnasia finalmente me sirven para algo.
Escuché como alguien corría y deduje que era Scott.
Trate de tranquilizar las latidos de mi corazón y luego de unos segundos lo logre.
Trate de seguir escuchando atentamente y derrepente empezaron a sonar las alarmas de los autos.
Miré hacia abajo y ví que Scott estaba allí escondido detrás de un auto.
Respiraba aceleradamente y derrepente empezó a sonar su celular.
Volví a esconderme y cerré los ojos.
¡Oh Dios mío el alfa va a matarlo!.
Seguramente ya sintió hasta mi olor a miedo.
Malditos hombres lobo y su súper olfato.
El teléfono de Scott dejó de sonar y luego escuché como estrellaron algo contra un auto.
Mantuve los ojos cerrados hasta que escuché la voz de Derek.
—Estas muerto.
Solte un suspiro de alivio y empecé a bajarme.
—¿Donde esta Alex? ¿Que le hiciste?.
—Yo no sé dónde está.
—Aqui estoy.—dije y miraron hacia arriba.
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La Luna De El Alfa ~Derek Hale~ 1
Fiksi PenggemarLas hermanas Argent llegan al pueblo de Beacon Hills cautivando a todos con su belleza, ellas son hermanas pero son completamente opuestas. Alexandra Argent. La mayor, tiene 19 años, cabello ondulado rubio rojizo, ojos verdes claros que le fueron he...