Amphibia AU; Sashannarcy
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—Entonces yo le dije que se olvidara de asistir a mi fiesta si seguía molestando a Anne—. Contaba una chica rubia con aires de grandeza antes de llevarse el popote de su bebida a la boca.
Tres adolescentes estaban dentro de la habitación de una de ellas. Era fin de semana, su horario de clases había terminado y como era costumbre, se reunieron a platicar de lo que fuera en ese lugar.
—Marcy, ¿estás escuchándome?
—Ah, sí, sí. Muy interesante—. Respondió sin importancia la más pequeña mientras seguía sumergida en el videojuego que traía en las manos.
—¿Podrías dejar eso ya?—. Sasha colocó su mano sobre el Nintendo Switch de Marcy— Estamos tratando de convivir.
—Bueno—. La asiática guardó su aparato dentro de la mochila—. ¿Qué estaban diciendo?—. Preguntó con la mirada aún desviada.
—¿Por qué no cambiamos de tema?—. Interrumpió Anne (antes de que Sasha pudiera decir algo más), que se había mantenido todo este rato callada, acostada en su cama, con los brazos cruzados y con su cabeza descansando de lado sobre uno de estos—. ¿Quieren leer un poco? Tengo algunas revistas—. Se levantó de la cama para acercarse a un estante con varios libros en él, extrajo varios artículos y los dejó a la vista de las otras dos.
—Anne, ya no somos unas niñas—. Mencionó Sasha con una pequeña risa después de ver qué les había dejado Anne en frente.
En el suelo se encontraba una revista de chismes, de esas que contienen desde posters de famosos hasta el mayor secreto de la actriz del momento; había otra de deportes, que aunque pareciera que no es lo suyo, Anne disfrutaba mucho leyendolas e imaginando los distinto escenarios que la revista le presentaba y describía. Una revista de modas se encontraba al lado izquierdo de un libro de dinosaurios y otro pequeño de historias de terror.
Sin embargo, a pesar de la variedad de artículos para leer, había uno que resaltaba de los demás debido a su aspecto y que estaba arriba de todos estos. Era una revista vieja, con la portada algo desgastada, doblada y le faltaba la esquina superior derecha, sus hojas estaba igual o en peor estado.
—No me había dado cuenta de que aún tenía eso ahí—. Se excusó Anne al ver que Sasha se refería a esta última revista. Esta hizo una cara rara, casi de desagrado, mientras se quedaba mirando al material que estaba en el suelo—. Bueno, si no quieren leer, podemos jugar algún juego, o ver una película en la sala—. Anne volvió a acercarse al estante, pero ahora a la parte donde se encontraban guardados sus juegos para ver si encontraba alguno que no hayan probado aún.
—Anne, ¿crees que pueda bajar por otra botella de refresco? Este ya se acabó—. Mencionó la chica rubia mientras tomaba la botella vacía.
—Claro, trae todo lo que quieras, para que no tengamos que bajar otra vez—. Le explicó la morena mientras tenía la cabeza metida en el estante.
—Besos—. Habló la más pequeña de ellas antes de que Sasha pudiera bajar a la cocina de la casa de los Boonchuy.
—Qué-¡Ouch!—Anne se golpeó la cabeza con el estante a la hora de querer levantarse para mirar a Marcy.
Mientras Anne se sobaba la cabeza, Sasha y ella, se le quedaron viendo para que la asiática continuara hablando. Sin embargo, esta no lo hizo, sino que siguió leyendo la revista desgastada de la que Sasha se había burlado. La había agarrado mientras las otras dos chicas estaban distraídas. Esperaron un momento más, hasta que pensaron que Marcy no diría nada más. Sasha iba a retormar su camino, pero volvió a ser interrumpida:
