Luna roja [BEASTARS]

Capítulo 01: Primeros rayos de sol.

-¿Legoshi? tierra llamando a Legoshi ¿Me escuchas amigo?- Jack trataba de llamar la atención de su enorme amigo, aquel lobo gris perdido en sus pensamientos.

-¿Eh? Si Jack, es solo que...-estoy pensando en Haru- no entiendo lo que hemos visto en clase, y eso me frustra un poco- río un poco nervioso, rascándose detrás de la oreja.

-Ya veo... Si quieres, después de desayunar estudiamos juntos cerca de la piscina.

-Te lo agradezco Jack, estaría bien eso.

Los dos caninos siguieron consumiendo sus ricos alimentos: emparedados de huevo, ensalada, leche de coco, y alguno que otro pan dulce.

De pronto, se escucharon unos pasos firmes, profundos y pesados que venían de la entrada de la cafetería. Legoshi pensó al instante en Louis-sempai, pero no era el.

-¿Ya vieron aquella cabra?- la ardilla que caminaba cerca de la pared, le llamo la atención a Legoshi, ya que estaban a una mínima distancia y se podía escuchar su conversación.

-¡Sus cuernos son muy grandes para ser de una hembra!- mencionaba una pequeña ratón blanca.

La cabra seguía caminando hasta llegar a la barra, tomo una bandeja de bambú y siguió la fila para obtener su desayuno. Tal parecía que los murmullos, algunas miradas muy fijas y para nada discretas no le importaban.

-¡Es la nueva! Se supone que es una cabra Markhor...- dijo una segunda ardilla. Aunque no quisiera, Legoshi tenía sus orejas paradas y escuchaba todo lo que decían.

-Oh~ cierto, me parece que esa especie está a punto de la extinción, pobre chica. Esa especie es linda.

¿A punto de la extinción? Es un especie muy hermosa para desaparecer.

-Legoshi, parece que te has vuelto más chismoso.- volteo a ver a su amigo, tenía toda su atención en aquel lobo gris.

-¿Qué, yo?- se señaló con su dedo índice y volteo a todos lados por si le decía a alguien más.

-Si, escuchaste que es una cabra Markhor y que está apunto de la extinción.- Jack le hizo el resumen de la conversación de los pequeños animales en el árbol.

-Ahora dime quién es el chismoso.- se cruzó de brazos y lo miro fijamente.

-¿Eh? No, no, yo... ¡Ah! Olvídalo, y mejor vamos a la piscina a estudiar.

Los dos caninos se pararon de su mesa, cuidando sus pasos ya que algún pequeño animal podía pasar entre ellos.
La exótica cabra tenía un peculiar olor al de otros animales; parecía tener un olor dulce, fuera de la fragancia que usaba.

-Que dulce es...- pensó en alto.

-¿Dijiste algo Legoshi...?

-¿Qué? N-no yo... Dije que la brisa de hoy es dulce.

-Mmm~ no diría eso, pero si, es suave.

[...]

-¡Hola, mi nombre es Azami!- la cebra se sentó frente a la chica nueva, dejo su almuerzo en la mesa y le sonrió.

-Hola.- no dijo nada más ya que estaba muy concentrada en su ensalada.

-Yo... Bueno, quise venir a saludarte, porque no he visto a nadie que se te acerque, y bueno, me preguntaba si...

-Si, nadie ha venido a sentarse junto a mi, no me importa mucho. Pero me importa si una cebra engreída viene a "intimidar a una perdedora nueva" no soy tan inofensiva como crees, y dile tu amiga.- señaló a una lora azul.- que va a perder su boba apuesta.

-¡Tonta!- tomo su envase de leche y se la echo encima. Todos miraron, y la verdad es que nadie entendía lo que pasaba. La cebra se paró indignada y camino hacia sus amigas.

A lo lejos un gran oso blanco estaba observando cada movimiento de la cabra después del alboroto. No sabía si ayudar o no, y cuando estaba decidido a actuar, ella salió.

A pesar de que no fue un buen inicio, los rayos de sol son maravillosos...

Se sentó en una banca cerca de la entrada de la escuela, y cerro sus ojos, suspirando fuertemente.

-Hola~- al escuchar esa voz, salto rápidamente.- Perdón por si te asusté, es que mire que estás un poco mojada.- ambos bajaron la cabeza a su falda.- Toma, deberías de secarte. Por cierto, soy Riz.

-Gracias, soy _______ un placer.

-Un gustó, bueno... Me tengo que ir, hasta luego.- miro que estaba un poco encorvado para estar a su altura, eso le dió gracia. Y de repente se le ocurrió algo, sujeto su camisa.

-Disculpa, como verás soy nueva, y la verdad es que no sé dónde está mi dormitorio, ni mucho menos las aulas, ¿Crees que me puedas ayudar, por favor?

-Por supuesto, debieron de darte una hoja de ingreso.- se la entrego.- Vaya, compartes unas clases con varios de mis amigos del club.

-¿Club?

-Si, debes de entrar a un club, todos lo saben, es obligatorio. Pero no te preocupes por eso, puedes empezar la semana que viene. Ven, te enseño tus salones.- se paró y empezó a caminar.

[...]

-Bueno, y eso es todo.

-Muchas gracias Riz-sempai.

-No es nada, y suerte.

Demonios, se me olvidó preguntarle por los dormitorios.

Miro a todos lados y una pequeña coneja blanca venía en su dirección.

-¡Hola! Perdón que te moleste, soy _______ y estoy buscando mi dormitorio ¿Me podrías ayudar por favor?

-Claro, soy Haru.- tomo la hoja, y leyó.- Vaya que es una gran casualidad, me acabo de mudar en ese dormitorio. Vamos juntas.- sonrió ampliamente.