Capítulo 14.2: El tiempo también es dulce.

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—Vaya que esté lugar ha cambiado muchísimo...— dijo el viejo pastor, que miraba cada detalle de la Institución Cherryton. Las paredes pintadas de ese chistoso verde, limpias y brillantes, los árboles grandes y frondosos, los salones con bancas bien cuidadas.

—Ha cambiado mucho padre, desde que fuiste el Beastar...— dijo Alex con un poco de nostalgia.—Pero trataré de que vuelva a ser el paraíso de antes.

El viejo pastor empezó a reír y golpeó suavemente la espalda de su hijo.— Eso espero hijo, eso espero.— Miro a Molly, quién estaba cruzada de brazos y pensante.— Cariño ¿Todo está bien? Te notó muy distraída.

—Lo sé padre. Es mamá... ¿Ella está bien? ¿Por qué la dejaste sola?

—Tu madre ya se encuentra mejor. De echo hoy en la mañana estuvo en fisioterapia.— Molly después de escuchar eso empezó a mover lentamente la cola y sus orejas se alzaron de nuevo.

—Me alegro..., la llamaré en la noche.

—Padre, hablando sobre mamá... ¿Sabes quién la lastimó?— Alex se notaba preocupado, el hecho de que un carnívoro atacara a su madre en el trabajo del gran Xhitto Nakamura era imposible de creer.

—Ya hemos dado con él, Tigmosh, uno de limpieza. Ahora tengo otro equipo buscándolo por toda la ciudad. Por favor, no se preocupen hijos y sigan estudiando. Yo me encargaré de que su madre no le falte nada.— sonrió sinceramente pero sus ojos tenían un brillo de tristeza.

—Quiero enseñarte las marcas que encontramos, son bastante grandes. El culpable no dejo olor ni alguna imagen en las cámaras.— Xhitto empezó a mirar y señalar con su bastón cada detalle de la escena, mientras que uno de sus policías tomaba fotografías.

—Les presento formalmente al detective y mi amigo de hace años: Kathasi.— el lobo dejo de fotografiar y reverencio, lo mismo hicieron los hijos Nakamura.

—Un placer chicos, su padre me ha platicado mucho de ustedes.— sonrió amablemente.

—El será el encargado de llevar el caso hijo, ahora, si me disculpan, quiero ir a la cafetería por esos ricos panes de elote y miel.— Xhitto siguió caminando derecho moviendo la cola hacia la cafetería.

—Alex Nakamura, necesito que me des todos los detalles de lo que pasó, y si tienes algunos documentos de los estudiantes, mucho mejor.

—Por favor solo Alex, sígueme.

Molly ayudaba a transferir archivos de los estudiantes a la computadora del detective, mientras Alex le daba  toda la información que recopiló durante esa semana.

—Solo sabemos que es un carnívoro de más de dos metros, rápido y pasa muy desapercibido pese a su tamaño. Puede ser un tigre, tal vez un lobo gris o un oso. No tenemos nada de imágenes, las grabaciones desaparecieron el mismo día.— Alex le enseñaba el pizarrón lo que el había anotado del caso.

—No dejo alguna marca de olor, es inexistente.— añadió Molly.

—¿Saben algo del herbívoro?— cuestionó Katashi mirando pensativo el pizarrón.

—A cuestionar por las marcas tan gruesas y salvajes, el carnívoro conoce a su víctima. Por ahora todos los alumnos se encuentran en bandos, eso nos ha dado una ventaja en contra del atacante.— comento Molly seria, algo que es extraño de ella.

—¡Vaya, vaya!— aplaudió el lobo y le sonrió a los dos estudiantes.— Ustedes dos deberían de ser detectives algún día, son fantásticos. Ni siquiera sé porque tú padre me llamo, están a un paso de saber la identidad de ese animal.— entrecerró los ojos con un poco de odio.

—Para nada detective, queremos que esto lo resuelva la policía, todo esto es suposición. Lo dejamos, cualquiera cosa puede llamar a mi hermana o a mi a la oficina del director.— Alex y Molly hicieron reverencia y se marcharon.

El lobo rojizo siguió revisando los archivos de los alumnos, hasta que miro a una cabra, de grandes cuernos, de pelaje gris-blanco.

Mi hija diría color Luna.

Busco el contacto de su hija y la llamo:

—¿Hola? Hija, soy yo.— sonrió el padre y camino hacia la ventana de la oficina para ver si su hija se encontraba en ese césped verde y suave.

—Hola padre... ¿Cómo estás? Miré que me mandaste mensaje, estaba con unos amigos caminando.

—¿A si? ¿Que tal la escuela? Estoy viendo tu archivo y tienes excelentes notas cariño, eres igual a tu madre.

Por suerte.

—Si, lo sé padre, me han enseñado muy bien.— se escucho una pequeña sonrisa en el teléfono.

—Me encargaron este caso hija...— sobo su cuello para quitar el dolor que tenía.— Nos vamos a estar viendo, ¿Quieres almorzar un día de estos conmigo?

—No creo que sea buena idea padre, verán que tenemos parecido. Y no quiero meternos en problemas.

—Claro, claro, que mala idea... Solo ten cuidado y no estés sola estos días, hasta que demos con el asesino. Te amo.

—Y yo a ti, ¿Te veré en casa?— pregunto con ansias.

—No lo creo cariño, el departamento que consiguió tu madre está repleto de herbívoros.

—Esta bien. Suerte padre.— trato de sonar dulce, pero la verdad es que estaba decepcionada de la respuesta de su padre.

¿Es así como debo de vivir siempre? ¿No tengo derecho a vivir con ambos padres sin odio a nuestra familia?

—Solo aguarda mi niña, el tiempo es dulce con quienes están dispuestos a esperar.

Luna roja [BEASTARS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora