¿Por qué mi padre habrá dicho "asesino"?
—¿Todo bien _______? Veo que estás muy tensa.— pregunto Jack preocupado. Le dio un codazo a Legoshi para que también prestará atención.
—Si..., mi padre es un policía, y me dio a entender que el carnívoro que dejó las marcas es un asesino... Pero no he escuchado nada sobre un asesinato.
—Yo tampoco... ¿Habrá sucedido antes de que llegáramos?— pregunto Naomi triste.
—Si paso un asesinato... Su nombre era Tem.— dijo Legoshi nostálgico.— Era una llama, estaba en mi club de teatro.
Ambas herbívoros entristecieron su mirada, y se quedaron calladas para que Legoshi continuará su historia.
—Era muy buen compañero, amable, atento; te hacía sentir en casa.— sonrió aquel lobo gris, algo que no se ve todos los días.
—Supongo que tu padre piensa que es el mismo carnívoro que mato a Tem, por eso debemos de estar juntos, y tratar que no les pase nada a ustedes.— dijo Jack sonriendo tratando de tranquilizar a Naomi.
Legoshi
¿Acaso ese oso habrá sido capaz de matar a alguien?
Marco a _________ como su presa, pero, ¿Sería capaz de consumar ese momento con ella?—Tengo que irme, iré al club un rato.— dijo Legoshi para salir corriendo sin esperar respuesta de sus amigos.
¿Estará bien enfrentarlo? ¿Que podría hacerle yo a ese oso tan grande? Soy muy débil, ni siquiera tengo la fuerza de un lobo gris...
Legoshi bajo la velocidad de sus pisadas, incluso su corazón se tranquilizó enfrente de la puerta del club. Si quería enfrentar a aquel de pelaje blanco, tenía que conseguir pruebas de que el era el asesino, de que iba por su segunda víctima. Se sacudió para quitarse la ansiedad y el coraje como si de agua se tratase. Y entro.
Observo como sus amigos herbívoros convivían con los carnívoros. Aquel tigre estaba hablando con la pequeña llama... El gran pavorreal se encontraba riendo con un lobo gris ¿Hembra?
—¡Legoshi! Mira que ya no morirás solo.— aquel tigre estaba riendo a lo alto, mientras su acompañante lo golpeaba, deteniendo aquel momento incómodo.
—Que bueno que has llegado Legoshi, quiero presentarte a Juno. Es nueva en la escuela; así que el club la reclutó. Por favor enséñale todo lo que sabes.— sonrió a ambos lobos y se fue.
—Vaya... Así que tú eres Legoshi.— sus mejillas estaban sonrojadas, y sus ojos parecían que llorarían.
—¿Te molesta la luz?— detrás de Legoshi, se encontraba un foco de luz, por lo que pensó que la iluminación le lastimaba la vista.—Si, soy yo.
—Gracias...— mentalmente Juno se golpeó la cabeza, pero, se le hizo tontamente tierno aquel acto.
Ambos lobos tomaron toda la tarde para limpiar el escenario, barrer el salón de ensayos, limpiar algunos espejos que tenían y arreglar algunas cajas y llevarlas al almacén.
—Creo que ya es todo por hoy, nos vemos...—alto, ¿Ella también podría estar en peligro?— ¿Sabes dónde está tu habitación?
¡Es que acaso Legoshi quiere acompañarme! Esto no podría ser mejor.
—No... De echo iba a preguntarte lo mismo.— empezó a jugar nerviosa con sus manos detrás de su espalda.
Aquella chica de pelaje rojizo comenzó a caminar detrás de Legoshi, la hacía sentir segura, calida. Y es que la verdad eran los únicos lobos grises que se encontraban en la escuela, de gran tamaño, majestuosos, elegantes. Se veían bien juntos.
En el transcurso de la caminata, Legoshi parecía distraído, buscaba a alguien con la mirada, tranquilo, como si quisiera que el encuentro con aquella persona fuera de lo más casual.
¿Será que está buscando a su novia? Poco a poco la energía que tenía Juno bajaba.
—_________, me encanta que siempre nos encontramos cuando nos necesitamos.— dijo el oso blanco.
—Si es cierto.— sonrió dulcemente.
¿Cómo es que a mí no me sonríe así?
—¿¡Qué!?— su pelaje del lobo se esponjó y se agito. ¿Cómo es que el podía pensar eso? Ni siquiera tenía derecho como amigo.
—¿Pasa algo Legoshi? Te ves algo nervioso.— trato de tocar su brazo, pero aquellas grandes manos las llevo a su hocico, tratando de tapar sus mejillas.
—¡Si! Juno, tengo que irme. ¿Crees que puedas ir sola? ¡Muchas gracias!— sin esperar la respuesta salió corriendo al baño.
¿Acaso eres un idiota? Lo eres, ¿Quieres ponerte celoso aún cuando ni siquiera eres su amigo?
Miro su reflejo, aquel que siempre ha odiado por tener la razón.
—¿Por qué me pasa esto?
—Te confundes, ella es nuestra presa, obviamente no quieres que nadie la toque.
—¿Cómo es que puedes decir eso? Es una persona, tiene derecho a vivir.
—Lo sé, pero tú fuiste quien la marco como suya.Y así como su reflejo vino a el, se esfumó como humo en el viento al instante en el que alguien entro.
—Oh, vaya Legoshi, entre más te encuentro, más pienso que estás al tanto de mis movimientos... ¿Temes que me la coma antes que tú?— se acercó al lobo, haciendo ver la diferencia de altura. Y lo tomo fuertemente del brazo, convenciendolo de que cualquier acción no valdría la pena. No salvaría su vida, aunque así lo quisiese.
—¡Ella merece vivir! Cómo cualquiera de nosotros.— quito su brazo con una fuerza que hasta a él lo impresionó. Y se arrepintió de haberlo hecho. Porque al momento de hacerlo, recibió un golpe en la mejilla, que lo llevo a apoyarse en el lavabo.
—Aunque no quieras, ella será mía.
—¡Eso quisieras!— Legoshi repitió el golpe de Riz, lo golpeó en la mejilla, haciendo su labio sangrar.
—¡Vas a morir Legoshi!
Riz daba golpe tras golpe al lobo, como si de un saco de box se tratará. Abofeteó, pateo, y rasguño a más no poder a aquel chico flacucho. Riz aún no sacaba su verdadera fuerza, si lo hacía podría haberle roto el cráneo, pero eso no sería divertido, quería que estos momentos fueran más.
Esto es muy divertido.
—Vamos Legoshi ¿Eso es todo? Ni siquiera he empezado...— trono sus nudillos y le dio un golpe en el abdomen que lo hizo chillar. Legoshi saco sangre de la boca.— Diviértete curando tus heridas estúpido.
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Luna roja [BEASTARS]
Fanfiction-Hija mía, naciste en la noche más oscura que haya visto en mi vida, con la luna más roja que la sangre que nos alimenta. Eres el fruto de un amor prohibido, y con mayor razón debo protegerte hasta que yo muera. -No quiero ser así, me odio, me doy...