La llegada a la capital fue tranquila, Kao encontró un taxi y los tres de fueron al apartamento, menos mal que cuando hicieron la compra del mismo, su madre se había asegurado de que tuviera dos cuartos adicionales, el plan siempre había sido que Fluke se alojara allí con su hermano y la otra habitación adicional para cuándo alguien de la familia quisiera ir a visitarlos.
En definitiva los planes se habían adelantado y no de la mejor manera, no estaban allí instalando al hijo menor de la familia para que comenzará sus estudios, sino para una estadía que no tendría tiempo definido, al otro día Kao comenzó nuevamente sus clases así que pasaba la mayor parte de la mañana y la tarde en la universidad, entre tanto Fluke se había sumido en una penosa rutina de la cual su madre no lo había podido sacar.
Se levantaba todas las mañanas a desayunar con ella y su hermano, hablaba poco, después se iba a su habitación para hacer los trabajos que le mandaban sus profesores y luego se quedaba allí todo el día, ya sea viendo televisión o simplemente pasando el tiempo escuchando música, solo volvía a salir a la hora del almuerzo o la cena.
Aun no había salido ni siquiera a dar una vuelta por los alrededores para empezar a conocer su nuevo hogar, de eso ya había pasado mes y medio, cada día faltaba poco para que terminara la secundaria y tuviera que enfrentarse a la siguiente etapa de su vida, no podía seguir de esa manera, por ello su padre desde EastBlue tomó cartas en el asunto y llamo a una colega para que comenzará a tratar a su hijo ese día sería su primera consulta.
-Mamá ¿Porque tengo que ir allí? Yo estoy bien, no necesito hablar con ningún psicólogo - protesto el doncel mientras se subía al auto con ella.
-¿De verdad estás bien?- le devolvió la pregunta Yaya -Tu y yo sabemos que no lo estás, no eres ni la sombra del chico que eras y ya que no quieres hablar con nosotros, creo que sería bueno que hablaras con alguien más, nos tienes preocupados.... Tu padre está preocupado por ti, quiere a su hijo de vuelta- le tomo la mano para tranquilizarlo.
Ante eso Fluke no puedo decir nada, sus ojos se habían llenado de agua, ella tenía razón no era el mismo, se sentía como si toda su alegría se hubiera ido de su cuerpo, ni el mismo de reconocía Steven había terminado con lo poco que quedaba de su personalidad.
Llegaron al consultorio de la doctora que lo iba atender se sentaron en la sala de espera, todavía tenía un chico por delante antes de que pudiera pasar, se sentía un poco inquieto, necesitaba espacio asi que se volvió a su madre y le dijo:
-Mamá ya vengo voy a ir al baño, si llega mi turno antes de que regrese me llamas al celular.
-Esta bien hijo, ve pero no te tardes- le contesto Yaya con una sonrisa comprendiendolo, era un gran paso el que estaba dando y debía hacerlo con cuidado.
Estuvo en el baño mirándose al espejo por un buen rato, ¿Que estaba haciendo con su vida?, Esa era la pregunta que rondaba en su cabeza desde que se mudaron, ya no sabía cual era el rumbo que debía tomar, tenía tantos sueños que ahora se veían lejanos, ¿Porque tuvo que confiar en la persona equivocada?, Se mojo la cara con un poco de agua y decidió regresar con su madre.
Cuando iba saliendo no se fijo por dónde iba y tropezó con alguien -Lo siento no veía por dónde caminaba- se disculpo rápidamente.
-Esta vez si es tu culpa - le respondió la otra persona ayudándolo a levantarse -Nos volvemos a encontrar.
Al oir esas palabras levantó la vista para ver de quién se trataba y para su sorpresa se trataba del mismo chico del aeropuerto -Si lo siento, al parecer siempre ando distraído - se disculpo nuevamente.
-No te preocupes, no me importa chocar contigo- le regaló una sonrisa el extraño -Me presento mi nombre es Ohm Thitiwat- le tendió la mano.
-Mucho gusto, yo soy Fluke Noppakao- le estrecho la mano y le dijo su nombre.
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Olvidando El Pasado
Ficción GeneralEl Amor no hace daño, no engaña, no miente, no hiere... Los que dañan son las personas que no saben amar. Algunos han tenido ese alguien que a pesar de que les causa daño, no dicen nada... Porque cuesta mucho decirlo, cuesta mucho dejarlos ir. Y eso...