C A P Í T U L O 6

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Había un sol radiante, era uno de los pocos días que tenía libre, sin tener juicios o reuniones con Jin. Aproveché para ir a un lugar muy especial para mí, Mikrokosmos, aquella cafetería en la que trabajé y donde hablé con Tae por primera vez.

Una mezcla de emociones recorrió mi cuerpo en forma de escalofrío al entrar en aquel lugar. Todo estaba igual, no había cambiado nada en la decoración del local, parecía que no hubieran avanzado los años ,  lo único diferente eran los empleados que eran totalmente desconocidos para mí.

Posteriormente, me senté en una mesa, me puse los cascos y comencé a ver vídeos en youtube mientras mordía de vez en cuando un donut y bebía de mi café americano.

Unos minutos más tarde noté la presencia de alguien delante de mí, levanté la mirada y me encontré con Namjoon, esto hizo que me pusiera nervioso y a la vez feliz. No hablaba mucho con él pero se había preocupado por mí sin conocerme, aún recordaba aquella vez que me había dicho "me da igual que te gusten los chicos", además Tae me había hablado de lo increíble que era y por eso se había convertido en todo un ídolo o ejemplo a seguir para mí.

— Hola Jungkook. ¿ Podemos sentarnos contigo?

¿ Podemos? ¿ Quién más venía con él?

Me incliné a la derecha para ver quién se encontraba tras la gran altura del moreno y cuando vi quién era toda la felicidad de mi cara desapareció. Ahí estaba Yoongi.

— S-Si... — Respondí ya no tan contento ni seguro a la pregunta de Nam.

— Hola Jungkook.— Dijo Suga. Para mi sorpresa en sus ojos ya no se veía maldad, todo lo contrario, su mirada se había convertido menos intimidante y más agradable.

— ¿ Cómo llevas lo del juic— No permití que Namjoon terminara su pregunta por un golpe con mi mano en forma de puño que le di a la mesa

— No quiero hablar de eso, estoy desc—

Esta vez fue el turno de Nam y no me permitió terminar. — Estamos hablando de un asesinato, la muerte de tu mujer amigo. Se que estás cansado de todo esto pero nosotros también estamos preocupados aunque no fueramos cercanos a él.— Namjoon pasó sus manos por su cabello estresado.— Joder, hace nada él estaba corriendo por el pasillo y ahora está...— No pudo terminar la frase y soltó un bufido.

— Está bien, lo entiendo, intentaré hablar lo que pueda sobre esto.— Respondí después de empatizar con ellos.— ¿ Qué quieres saber?—

Namjoon inesperadamente agarró mi mano con delicadeza.— ¿ Quién fue? —

Su pregunta me llamó la atención, ¿ qué se esperaba que respondiera? Si lo supiera los juicios ya no seguirían.— No lo sé.— La respuesta pareció no gustarle ya que hizo una mueca con la cara al escuchar mi respuesta.

— Te lo preguntaré de otra forma. ¿ Quién crees que fue?

— No lo sé.— Respondí de la misma manera.

— ¿ No sospechas de — El teléfono de Namjoon sonó derrepente dándonos un pequeño susto a los tres.— ¿Diga?... oh claro.... enseguida.— Empezó a hablar con el teléfono sin nosotros saber a quién se dirigía. Segundos después colgó.— Tengo que irme, es el veterinario, les dejo a los dos.— Nam se fue un poco apurado pero antes de salir volvió corriendo a nuestra mesa.— Aquí tienen el dinero para pagar mi café, casi se me olvida.— Posteriormente abandonó el local.

Al despegar la mirada de Namjoon me encontré con la de Yoongi tomando su café tranquilamente y el miedo empezó a consumirme recordando todo lo que me había hecho ese monstruo.— Y-Yo me tengo que ir.—Recogí mis pertenencias con velocidad con la intención de marcharme cuanto antes de ahí pero Suga me agarró del brazo antes de que pudiera hacerlo.

— Quédate 5 minutos por favor.— Dijo sin mirarme.

Hice un poco de fuerza para tratar de librarme de su agarre.— Me quiero ir.—

— Siéntate. — Insistió con un tono de voz diferente provocando un escalofrío en mí y que obedeciera.— Gracias de verdad.— Su tono de voz volvió a ser agradable.— Necesito hablar de este tema y sobretodo necesito que entiendas que ya no soy el mismo de antes.— Su expresión facial se convirtió en una de lástima.

— La gente así nunca cambia.— Respondí sin poder parar el tic de mi rodilla que tenía debido al nerviosismo.

— ¿ Ah no? ¿ Qué me dices de Taehyung?

— Eso es diferente.

— Claro que no, él hizo el mismo mal que yo y le diste otra oportunidad, creo que yo también me lo merezco. No te estoy pidiendo que me perdones pero si que trates de dejar de verme con miedo.

Miré a un punto fijo en la mesa, nunca sería capaz de perdonarle del todo.— Lo intentaré pero no prometo nada.— respondí para que me dejara de insistir en ese tema.

— ¿ Y qué me dices de Tae? ¿No te parece sospechoso?

Dejé de beber el café por unos minutos, estaba cansado de escuchar esa frase.— ¿ Por qué todos dicen eso? ¡ Él no haría eso nunca! Además, era su hermano.

— Jungkook, abre los ojos.— Dijo sin quitar el contacto visual.— Tae estaba con Jimin muerto cuando la policía y la ambulancia llegaron. También conoces las grandes diferencias que tenían entre ellos debido a su pasado y lo agresivo que podía llegar a ser Taehyung con él. Pudo pasar eso perfectamente ese día, se enfadaron y a Tae se le fue de las manos.

— No es cierto... — Traté de insistir mientras jugueteaba con mis dedos.

— Sabes perfectamente que Taehyung estaría acusado y encarcelado si no fuera porque apareció tu huella en el arma homicida y eso hace que tengan que investigar.— Hizo una pequeña pausa.— Entiendo que no quieras creértelo, es normal, es tu pareja pero intento ayudarte a que te des cuenta de que a pesar de que sea la persona que más quieres tienes que acordarte de que estamos hablando de un asesinato.— Cambió su tono de voz.— Créeme que yo mismo vi cosas muy horribles que Tae le hizo a Jimin. Quiero dejar claro que con esto que te estoy contando no quiero que acuses a Taehyung ya que todavía no se sabe realmente quién fue. Nam y yo queríamos decírtelo porque lo que queremos es que estés más alerta, que abras los ojos porque lo menos que queremos es que termines detenido por algo que no hiciste. — Miró su reloj y puso una mueca.— Se está haciendo tarde, debería marcharme. Llámeme si necesitas ayuda o desahogarte.— Cogió una servilleta de las que había en la mesa y un bolígrafo de su bolsillo y escribió su número de teléfono.

Posteriormente se marchó dejándome con una mezcla de ideas en la cabeza. La situación que había vivido parecía un sueño, nunca Suga me había hablado también sin decirme algo malo. Realmente se me habia pasado por la cabeza que era cierto que finalmente había cambiado.

Traidor ² | VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora