Condename a un amor eterno (Malec)

Caքɨtʊʟօ 6

-¡Oh!, pero miren quienes están aquí asumo que la mundana murió que gozo tercera víctima ¡¡esto se siente increíble!!.

-Deja de decir eso Alec ¡¡antes de que te mate!!.

-¡¡Pero que miedo tengo!!, nada mas mira como me hago en mis pantalones.

-Alec debes de reaccionar.

-Cal, cariño soy Cal ¿me has oído?, que bien y ahora ¿a quien mato primero?, ¡¡si ya lo tengo!! Partiremos con el Nefilim ciego que nos desprecio y se fue con una mundana.

-Yo no te desprecie nunca Alec.

-Cal.-dijo entre dientes, para luego hacercarse a una velocidad increíble frente a Jace.-Y claro que lo isiste amor, tantos años amándote en secreto siendo gay sin que nadie mas que la cazadora supiera para que luego la estúpida mundana nos lo hechara en cara y se aprovechará de nuestra situación, de seguro Bane te lo dijo, fuiste nuestro primer amor Jace.-concluyó para luego besar a un sorprendido Jace, pero se separo de inmediato.

-¿Que?...

-Wacala, ¿deberás ese iba a ser mi primer beso?, bueno ni modo no todo pinta de rosa, ahora ¿que tal si te mando al infierno?.

Estaba por enterrale una cuchilla al aun perdido Jace, en cuanto sintió como algo lo sujetaba del pie, gruño por el dolor y vio que era la cazadora.

Esta había aprovechado la distracción para poder atacar a Alec quien dice llamarse Cal.

Cal gruño mas aun, la cazadora aun con un dolor en su pecho levanto a su hermano haciendo que se golpease con el techo, para luego azotarlo contra el suelo y tirarlo contra una pared haciendo que la traspasase.

En ese momento Jace volvió a la realidad y se puso en guardia, escucharon un gemido de dolor y como la mano de Cal se afirmaba en lo poco que quedaba de la pared, este se sentó a medias y sacudió su cabeza abrió sus ojos con furia ahora sus dos ojos eran de un dorado con rojo.

Cal chillo como demonio, casi dejando sordo a los cazadores y al brujo, poco después se sintió un temblor en todo el edificio y poco después todo se lleno de demonios, Cal paso por entremedio de los demonios hasta llegar al frente de los Nefilim y el brujo.

-Habeis jugado mal, ahora la pagareis con vuestra vida.

Cal trono los dedos mientras se iba por entremedio de los demonios, Bane pudo ver como algo brillaba en el bolsillo de Cal por lo que lanzó una cuchilla que tenia rasgando el bolsillo, viendo como de este salia una figurita Cal se sobresalto y rápidamente cogió aquella pequeña figura, lo malo era que Bane la había visto y reconocido.

-¡¡MATADLES NO DEBEN SOBREVIVIR!!!. -grito Cal y los demonios se habalanzaron contra ellos.

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-¡¡¿Como has sido tan descuidado?!!

-Lo lamento mucho señor me a tomado desprevenido.

-¡¡Desprevenido mis cojones!!.- bramo Smith quien con una de sus manos tomo el rostro de Cal apretándolo fuerte.-Has cometido un error imborrable.

-Lo lamento deberás.

-Deberemos adelantarnos, mañana iras por las que quedan.

-Si señor.

-Pero esta noche pagaras por tu error.-dijo Smith viendo a Cal con una sonrisa sádica.

Cal en su interior se asusto, Smith trono los dedos y Cal apareció desnudo, los volvió a tronar y ahora Cal estaba en la cama amarrado en la posición de cuatro patas, amordazado y con un vibrador encendido puesto en su entrada anal.

-Esta noche te romperé el culo y muy poco me importa si mañana tienes que hacer lo que te ordene.

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Ahora los Nefilim se encontraban de nuevo en el instituto curando de sus heridas, aquella batalla les resulto dura demasiado dura, una vez se hubieron curado Bane se quedo pensativo.

-¿Que sucede Bane?, ¿que fue lo que tenía Cal?.-pregunto Isabelle.

-Eran unas figuras repartidas a cada clan se podría decir.

-Explicate.-hablo Jace.

-Lobos, vampiros, hadas, brujos y Nefilim tienen unas pequeñas figuras que resguarda cada Clan, Cal tenia la de las hadas, les faltan las demás sin ellas no podrá hacer lo que creo.

-Y...¿Exactamente que seria eso?.

-Aquel que posea todas aquellas figuras,podrá revivir a alguien, tan solo aquel que pueda controlar el poder que hai en aquellas figuras, por lo que he sabido todo aquel que lo intenta muere, pero trae de vuelta a aquella persona.

-¿Pero a quien revivirían?.

Eso era lo que se preguntaba cada uno, hasta que Bane abrió sus ojos como plato, miro a los Nefilim que tenían el mismo rostro que Bane, ya sabían a quien querían revivir.

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