Condename a un amor eterno (Malec)

Caքɨtʊʟօ 1

¿Qué más le podría pasar ahora?, ¿qué más miserable podría ser ahora? Tan solo por intentar hacer un trato para convertirse en humano, ¿tan malo era ello?, no le bastaba con ser gay y sufrir sin su amor correspondido quien estaba prendido a una mundana, que más podría sufrir después de terminar con lo único que se podría aferrar.

Aquel brujo era la único que le quedaba para aferrarse a la cruel y devastadora realidad, sabía que si algo así pasara llegaría a sufrir, pero nunca creyó que tanto, su corazón estaba hecho añicos, ya nada quedaba de él.

Ahora se encontraba bajo la intensa lluvia llorando sin consuelo alguno arriba del techo de un edificio, era patético lo sabía pero a él ahora le importaba un bledo lo que pareciera, ya no tenía nada, su hermana no lo comprendía del todo, sus padres no estaban ni siquiera su hermano menor, Jace le importaba un pepino lo que el hiciese, y la mundana…no era una opción sabia y aun mas sabiendo como Jace se prendía a ella.

Si, la vida le había golpeado demasiado fuerte, odiaba ser gay, odiaba sufrir por culpa de la mundana, odiaba a sus padres por no estar con el cuándo más lo necesitaba, odiaba a su hermana porque nunca le insistió mas del tema, se odiaba a si mismo por existir y sobre todo a aquel brujo que le dijo que lo amaba, simplemente lo odiaba le había prometido tantas cosas que con algo tan miserable las olvido, se quería morir ahí mismo sabía que si terminaba con su vida nadie lloraría por él y menos sabrían que había desaparecido del mundo de los vivos.

Si la vida le estaba siendo injustamente cruel, hubiese preferido ser un  corriente mundano que no conocía nada acerca de los cazadores de sombras y más de las demás criaturas, las cuales tan solo encontraría en libros, así nunca hubiese conocido a Jace ni al brujo. ¿Hubiese sido feliz no sabiendo ello?, se preguntaba Alec en su mente mientras apretaba sus dientes y dejaba que las lágrimas siguiesen corriendo por sus frías mejillas.

Claramente estaba desecho, acabado sin vida alguna, su llanto era camuflado por el agua y sus gritos por los truenos todo iba bien hace unas horas, pero Magnus se había enterado del trato que había hecho para ser mundano, por lo que lo desprecio y termino enseguida con él, tan  fríamente que cualquiera le hubiese temido tanta frialdad que nunca creyó que le dirigiría a él.

Si, simplemente debía poner fin a su vida para no sufrir más ¿verdad?, haciendo eso ya nada lo atormentaría ¿verdad?, ya no quería saber nada de nadie por lo que ahí mismo se puso de pie y se ganó a la orilla admirando aquel concreto, sonrió retorcidamente y con amargura, sus ojos demostraban miedo pero a la vez felicidad estaba por dar un paso hacia adelante antes de que lo derribasen.

Pensó que sería Magnus que se habría enterado y se arrepentía por lo dicho, pensó que sería  Jace para gritarle mil palabras de odio y estupidez de lo que cometería, pensó que sería su hermana quien le golpearía y se pondría a llorar con él. Pero no fue ningún de las anteriores, en cuanto vio el rostro de aquella persona vio unos ojos rojos de dragón y una sonrisa siniestra, aún estaba meditando lo que pasaba pero había sido tarde, sin más el desconocido lo noqueo y Alec cayó en los brazos de aquel desconocido, aquel hombre admiro a Alec sin duda su antiguo conocido había sido un idiota, simplemente ya tenía lo que quería y lo que utilizaría para más adelante, sin nada mas desapareció en la intensa lluvia con Alec en sus brazos.

 

Isabelle estaba preocupada sabía que Alec estaría con aquel brujo, pero había algo en su interior que le decía que algo iba mal iba de un lado para el otro mordiéndose la punta de su dedo gordo, sin duda estaba nerviosa, y sus nervios aumentaban al no tener el número de aquel brujo Alec no se lo quiso dar y Magnus tan solo le dio su número a él, sin duda no sabía que hacer sabía que no había ninguna fiesta que le pudiese llamar la atención al brujo, por lo que sus nervios aumentaban más  aún.