Bebé -DabiShiga-

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-Al principio, por unos instantes se pensó que su segundo bebe tendría algunas complicaciones corporales internos o externos, pero...- informó el enfermero con naturalidad al hombre de cabellos oscuros.

-¿Pero?..- cuestiono ansioso el padre del bebe de quien se hablaba.

-Nos equivocamos al pensar eso, su hija es una niña muy fuerte y sana.- comento con una sonrisa sincera.

-¿Niña?...¿Es una niña?..- preguntaba con aire emocionado el de ojos azules.

-Si, una niña, Felicidades, ambos son unos bebes muy fuertes....- cometo leyendo algunos papeles que tenia en su mano.- sus hijos están en la sala de bebes, acompáñeme por favor.

El de espalda quemada asintió con felicidad y camino detrás del enfermero que lo atendida.

El camino fue silencioso, el ahora padre de familia estaba perdido en sus pensamientos, estaba feliz de saber que sus hijos se encontraban sanos, nunca imaginó ser padre de gemelos, pero sin duda le emocionaba y se sentía feliz.

Al llegar a la sala, el enfermero le dijo que podía pasar, y al hacerlo noto muchas camillas pequeñas en el lugar, el adulto a su lado lo guio hasta dos camillas que se encontraban en una esquina.

-Aquí están sus hijos señor Todoroki, los dejare un momento a solas.- se despidió el enfermero y se fue a sentar junto con una enfermera a un escritorio que se encontraba del otro lado de la grande habitación.

El de cabellos oscuros se acerco con delicadeza a las dos camillas, sobre estas posaban unos bebes pequeños, de cabellos cortos con dos distintos colores, negro y rojo.

Ambos recién nacidos se encontraban dormidos, sus respiraciones eran tranquilas.

-Hola Kenzo, hola Kyomi.- hablo bajo y con amor a sus hijos, quienes solo se acomodaron en la cuna que ocupaban.- Soy yo, papa, papa Touya....

Acaricio con delicadeza los pequeños estómagos de sus hijos.

El pequeño varón se removió de su lugar y levantó sus manos regordetas, sus ojos comenzaron a moverse, no los abrió, pero comenzó a balbucear, dando a entender que había despertado.

El pequeño bebe buscaba el tacto de su padre, pues el delicado cuerpo se movía a su dirección pidiendo mas caricias.

-Hola Kenzo....mira lo fuerte que te vez....ohhhh mi bebe...-la mirada del adulto desprendía un gran brillo, dirigió su mirada a su hija, la cual seguía durmiendo.-...Me alegra mucho que estés bien Kyomi...Me diste un gran susto...

Observo con detenimiento el rostro de la infante, y lo noto.

Dirigió su mirada a su hijo, y miro su rostro, en el no había nada, su rostro estaba despejado de cualquier mancha.

Miro nuevamente a su hija y acerco lentamente sus dedos a la delicada cara de su hija.

En el rostro de la pequeña niña se encontraba un particular lunar que en su familia solo lo poseía su esposo y la abuela de este.

Sonrió con cariño al notar que uno de sus hijos había heredado aquel rasgo tan lindo a su parecer.

-Pronto nos iremos de este lugar...Iremos a casa, junto con su papa Tenko... Nos iremos juntos.. Lo prometo mis bebes...- les hablo con voz cariñosa, una voz en la que se podía escuchar y sentir la tristeza al pensar en la realidad por la que estaba pasando.

Su esposo aun seguía en riesgo y no sabia si todo saldría bien.

Le dolía prometer tantas cosas, ni siquiera sabia como todo acabaría, pero era tanta su fe, esperanza e ilusión, que realmente esperaba poder regresar a casa junto a toda su familia, junto a su esposo y sus bebes. 

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Estoy pensando mucho, no se que hacer.

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Yo: Tengo Fe en que todo saldrá bien y Tenko va a vivir.

Mi Mente: Eres tu la que decide si vive o muere.

Yo: Pero yo ni se si me muero o vivo yo.... ¿Cómo voy a andar sabiendo de el personaje del que escribo?

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Se que esperaban un capitulo más largo.

Lo siento.

Ahora todo esta consumiendome de una forma horrible.

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By:Cocos.