20

603 83 0
                                    


-Haber que tenemos aquí... - murmuró un adulto de cabello oscuro mientras se acomodaba en su asiento de trabajo en una posición cómoda, subiendo sus pies a su escritorio y comenzando a leer el libro en sus manos.

"El antes y el después"

Ese era el título del grueso libro en sus manos, en este se encontraba todo lo que tenía que saber sobre un embarazo, para su suerte, su chico iba empezando el octavo mes, ósea que medio libro pudo saltarlo.

Aquel objeto había sido altamente recomendado por su mejor amiga, aun que esto le cueste admitirlo. La chica se lo había prestado para entender mejor lo que pronto se vendría a su vida familiar así como también para evitar problemas como los que había pasado hace una semana.

Después del problema, el llevó a su marido al día siguiente al doctor para un chequeo, no quería que algo malo le pasase a su esposo o a su próximo hijo por su culpa, por suerte el doctor dijo que estaba todo en orden.

Desde aquel día el de espalda quemada había visto a su esposo un poco más relajado y cariñoso, aun que bueno, él tampoco se quedaba atrás, cada que llegaba a su hogar iba directamente a donde se encontrará el de cabello claro y lo abrazaba con amor y cariño, luego repartía besos en todo su rostro para hacerle recordar que el lo amaba con toda su alma.

-Respiraciones... - leyó en susurro el subtitulo de la página 279 de aquel libro.

Aquella hoja en específico hablaba de que las embarazadas tenían que ir practicando una extraña forma de respiración para el momento del parto.

-Uh, Uh, ah... - trató de realizarla sin entender mucho el propósito de esta. - Será como un apoyo para aguantar los dolores del parto y mantenerse estabilizada... - leía con detenimiento.

- Señor Todoroki su café está por llegarle. - escucho desde su contestadora conectada a su teléfono de oficina, le agradeció con amabilidad y siguió pensando en cómo es que las respiraciones tenían que llevarse acabo.

Escucho unos golpes en la puerta de su oficina y le indico a la persona que que pasara, en ese momento vio a una de sus asistentes con su café en una bandeja.

-Aquí le traigo su bebida señor.. - comentó la de cabello blanco y piel morena mientras dejaba frente a él una taza negra con toques azules como flamas de fuego.

-Mirko.. - llamó a la chica mientras tomaba la taza con su mano derecha sin bajar sus pies de la mesa.

-¿En qué puedo servirle?

-¿Alguna vez has tenido hijos?

-No, definitivamente no, pero se un poco de niños y su proceso una de mis vecinas ha tenido varios.

-Interesante... - se acomodo en su silla giratoria y bajo sus extremidades del escritorio. - Podrías decirme, ¿Cómo es que son las respiraciones para la hora del parto?

-Las... ¿Respiraciones?...

-Si, esas que van... - hizo una pausa a su hablar para tomar el libro que había dejado aún lado al tomar su taza y busco la página que leía hace algunos minutos. - Uh, Uh, ah... - repitió las palabras que estaban escritas y las señaló para enseñarlas a su empleada.

-Oh, ya veo... Son fáciles, se tiene que dar una respiración mientras dice, "Uh uh" , esa respiración tiene que entrecortarla y en, "Ah" tiene que dejar salir el aire. - explicó como si fuera lo más sencillo del mundo, algo en lo que no se estaba equivocando.

-Oh, ya entiendo...

-Si, es bastante sencillo, solo es Uh, uh, ah... - comentó mientras hacía la respiración explicada.

-Uh, uh ah... - trató de imitarla en voz baja, pero al contrario de salir como respiración salió como los sonidos de un mono.

-No, no tiene que ser tan forzado, solo, déjelo salir natural... - trato de corregir a su jefe sin perder firmeza en su cuerpo, aun que la situación le parecía graciosa no podía actuar con tanta confianza, necesitaba el trabajo, no podía arruinar todo y terminar despedida por reírse del jefe de la empresa, aun que este no se lo pusiera fácil.

Duraron un par de minutos de la misma forma, la chica trataba de hacerle entender que la respiración no tenía que ser como si de un mono se trata. Al final el de cabello negro logró hacerlo y le agradeció a la joven dejándola seguir con su trabajo.

Y aún que la morena ya se había retirado de su oficina el chico seguía tratando de hacer las respiraciones para que cuando llegara a casa pudiera decirle a su esposo sobre esta práctica importante señalada por el libro.






















- ¿Qué?

-Qué ya me las se, la joven Nagat me las enseñó cundo la conocí en el hospital, por cierto, su bebé nacerá en una semana, ¿No es lindo?... - le comentaba su amado con una sonrisa ilusionada.

Había llegado a casa y cuando comentó lo de las Respiraciones su chico le dijo que ya sabía de estas y que ya las había practicado, contando que cuando conoció a la adulta de cabellos morados y rosas en el hospital hace tres semanas ella le había comentado que las respiraciones eran la mejor opción cuando se tenían contracciones, eso sí no tenía ningún objeto a su alcance para  morder o sujetar con fuerza para soportar el dolor.

-¿Quieres sopa? - le preguntó con una grande sonrisa.

-Respiraciones..... Uh..... Uh... Ah....

-¿Estas bien Touya?

Al final el mayor se sentía patético por saber de las respiración muy tarde, no había tenido el privilegio de ser el primero en enseñárselas y practicarlas con su esposo.

Aun que bueno, el de cabello celeste para no ver así a su esposo le dijo al de ojos azules que repasarlas una vez más no le haría daño, fue así que duraron hasta la una de la mañana practicando el "uh, uh, ah"


































°_°__°___°____°___°__°_°__°___°____°___°

Mi papá me compró un celular nuevo. Yei!

Publique otro one-short, por si quieren pasarse a leerlo, ya saben, Dabishiga.

°_°__°___°____°___°__°_°__°___°____°___°

Comenten y voten.

By:Cocos.

Bebé -DabiShiga-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora