Soltó la cruz de acero y sus piernas corrieron hacia el pelirrojo en cuanto le vio aparecer entre todas esas personas, Axl tardó en encontrarlo hasta que estuvo a unos pocos metros de él, extendió sus brazos tomándole por la cintura cuando se lanzó hacia él, esa sensación de tenerlo de nuevo entre sus brazos fue tan inexplicable, seguía siendo muy delgado y cálido, le cargó con facilidad sintiendo una inmensa necesidad por nunca soltarlo.
—. Mi Axl, mío, te extrañé tanto. — Su voz fue como un coro de ángeles, pero esas palabras le calaron muy fuerte, eso significaba que seguía sintiendo algo por él, no podría vivir en paz si ese corazón ya no le pertenecía más, soltó un poco el abrazo para vez su rostro.
—. Sigues siendo hermoso, mi hermoso niño... — Acercó sus rostros hasta rozar sus labios, ¿Y ahora qué? No iba a avanzar hasta que el menor estuviera de acuerdo, necesitaba de su iniciativa o no se sentiría seguro, pero eran demasiados sentimientos encontrados en ese momento.
—. Quiero que me lleves a la casa y me hagas tuyo. — Murmuró sobre sus labios antes de unirlos finalmente en un beso lento y pausado, esas palabras retumbaron en su cerebro mientras que compartía ese gesto lleno de afecto y cariño como muestra de cuanto se habían extrañado.
Para cuando Izzy encontró a su mejor amigo, éste ya tenía al rubio entre sus brazos, al menos se dio cuenta que sus suposiciones eran incorrectas y que el chico si había ido con la intención de buscar a Rose, aunque quizás era un poco obvio y no quería verlo porque pensaba que esas tonterías solo pasaban en las películas, entonces si tendría mucho que explicarle a Stephanie sobre la historia del pelirrojo con el rubio de orbes azules.
—. ¿Dónde te estás quedando? — Se alejó de su rostro sin muchas ganas de hacerlo en verdad, quería quedarse todo el día sobre sus labios, abrazandole y embriagandose de su dulce aroma que, se acababa de dar cuenta, nunca desapareció.
—. Por ahora, en un hotel, se supone que nos vamos a quedar en unos dormitorios. — Los orbes azules estaban en un conflicto entre verle a los ojos o ver sus labios, pero en principio era más el apreciar su rostro, el ver que no había cambiado mucho aparte de su cabello rojizo que era más largo y que en vez de llevar esa cruz de acero, llevaba el cuarzo que le regaló.
—. Sabes que puedes quedarte en la casa si gustas. — Tal vez no, pero la opinión de su madre en ese momento se la pasaba por donde no le daba el sol, no quería tenerlo lejos de nuevo y si podía tenerlo todos los días en la casa, por él sería más que maravilloso.
—. No creo que sea correcto, ¿Qué hay de Sharon? No pienso que le agrade verme. — Kurt podía ser muy inteligente, pero a veces suponía mucha pendejada, Sharon realmente extrañaba a los hermanos porque sentía que ella los había criado, eran como sus hijos y Axl lo sabía.
—. Estará feliz de verte, de eso estoy seguro, puedes ir si quieres, yo salgo dentro de una hora. — A veces, en momentos como esos claramente, odiaba estar becado porque debía de sí o sí hacer los voluntariados, en ocasiones le daba ciertos lujos en aspectos académicos pero seguía siendo molesto.
—. Te voy a esperar. — La sonrisa del pelirrojo ya era imborrable en ese momento, dejó un beso fugaz sobre sus labios, necesitaba sentirle cerca en todos los aspectos posibles, si no fuera porque estaban en instalaciones educativas ya se lo habría llevado a los baños.
—. Puedes ir a la mesa donde te inscribiste, a mi amiga le interesa tu amiga y seguro les da espacio para esperar. — Delatar a Stephanie era un pasatiempo que compartía con Izzy, no la odiaban, obvio, pero era divertido que cuando la expusieran no pudiera negarse.
Y así se pasó el rato, a pesar de que Axl parecía estar mucho más animado, al mismo tiempo quería acabar de dar instrucciones de una maldita vez, necesitaba pasar tiempo con Kurt, recuperar los días y meses perdidos por decisiones en las que ellos no tenían nada que ver. Cuando acabó, se despidió de sus amigos, la chica que iba con Kurt le dijo que le esperaría en el hotel porque resulta que Seymour la invitó a comer, entonces mejor, ambos se dirigieron hacia el estacionamiento.
Cuando Sharon encontró una nueva pareja, este hombre le dio dinero para comprar dos autos, uno era el que Axl usaba para transportarse todos los días y en el otro, ellos viajaban a sus trabajos cada mañana. El camino hacia el hogar del pelirrojo no pudo ser silencioso, el rubio le iba contando cómo fueron sus últimos años de escuela, lleno de buenas calificaciones como siempre, pero le causaba ruido que había cosas que no se las decía o prefería pasarlos de largo, era como si... Si algo mala le pasó durante esos años, sin embargo no dejaba de escucharle hablar y amaba eso, siempre disfrutó de que le contara su día luego de clases y que moviera sus manos de esa forma para intentar entenderse mejor.
Aparcó frente a la casa, seguía siendo la misma de facha blanca con gris, con la diferencia de que el jardín delantero se veía mucho más descuidado, quién había tenido la paciencia para cuidarlo antes era Kimberly, siempre le apasionó la jardinería y a veces hasta obligaba a su hermano a ayudarle. Se bajaron del auto caminando hacia la casa, el rubio se quedó atrás del colorín cuando éste abrió la puerta, pero cuando le dio el paso tuvo que ir adelante observando la casa con curiosidad, habían cambiado los sofás de los negros de cuero sintético a unos rojos de terciopelo, la mesa de centro ahora era de madera y las paredes eran blancas pero de un tono más cremoso, lo que llamó su atención eran los juguetes de bebé en el suelo.
Por la puerta de la cocina apareció un niño y tras él iba una mujer rubia que cargaba un bebé, Cobain no pudo evitar mostrarse confundido, volteó a ver al pelirrojo que se acercó a él dejando una de sus manos sobre su cintura, sí, quizás debió explicarle algunas cosas pero por un momento había olvidado que su madre si había podido pasar página, no como él que llevaba dos años esperando el regreso de su pequeño ángel.
—. Sharon y Don se separaron porque ella quedó embarazada de su amante, como puedes ver, ya tienen dos hijos y una nana... En fin, no es importante. — Axl no se llevaba nada bien con la pareja actual de su madre, llegaba a odiarla por comentarios que hacía sobre él y los veía innecesarios. —. Debbie, estaré en mi habitación por sí mamá viene y pregunta.
Se encaminó hacia las escaleras guiando al rubio sin apartar su mano de su cintura, hoy no había quien lo detuviera ni que le solapara, tampoco podía seguir mintiendo sobre la relación que él y Kurt desarrollaron con los años.
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໒❛ 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 𝐎𝐅 𝐃𝐈𝐒𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈
Fanfiction𝖂𝖍𝖊𝖓 𝕴 𝖘𝖆𝖜 𝖞𝖔𝖚𝖗 𝖋𝖆𝖈𝖊 𝖎𝖙 𝖜𝖆𝖘 𝖎𝖓𝖈𝖗𝖊𝖉𝖎𝖇𝖑𝖊. 𝕻𝖆𝖎𝖓𝖙𝖊𝖉 𝖔𝖓 𝖒𝖞 𝖘𝖔𝖚𝖑, 𝖎𝖙 𝖜𝖆𝖘 𝖎𝖓𝖉𝖊𝖑𝖎𝖇𝖑𝖊. 𝖂𝖊 𝖈𝖊𝖑𝖊𝖇𝖗𝖆𝖙𝖊 𝖔𝖚𝖗 𝖙𝖜𝖎𝖘𝖙𝖊𝖉 𝖋𝖆𝖙𝖊. 𝖂𝖊'𝖗𝖊 𝖙𝖍𝖊 𝖇𝖗𝖔𝖐𝖊𝖓 𝖔𝖓𝖊𝖘. 𝕲𝖔𝖙 𝖒𝖊 𝖘�...