Capítulo diecinueve

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Kurt se acomodó su abrigo metiendo sus manos en sus bolsillos, Axl abrió la puerta del local al que acababan de llegar dándole el paso libre al menor, primero se adentró el menor y tras él iba el pelirrojo, habían varias cosas para hacer bisutería que llamaban la atención de Cobain pero iban por cosas demasiado específicas. Fueron a ver los estantes, el rubio tomó varias cajas con cadenas y  rollos de alambre de acero, era todo lo que necesitaban.

A pesar de que acababan de salir de su trabajo, a Rose se le hacía demasiado adorable ver como los orbes azules del menor brillaban de emoción, también estaban aprendiendo un poco a ahorrar con eso del trabajo, pero cada vez faltaban menos días para empezar la universidad, sentían que el estrés les iba a llegar en cualquier momento.

—. ¿Qué es esto? — La suave voz del rubio sacó a Axl de sus pensamientos, se acercó a ver lo que el menor señalaba y parecían ser tiaras y coronas pero todas eran el muy metal, no tenían una sola piedra, a lo que supuso que eran bases.

—. Pues supongo que tú las decoras con las piedras que tú desees. — Tomó una acomodando la etiqueta y dejó la tiara sobre los mechones rubios del menor.

—. Hay que intentarlo, llevemos tres. — Tomó otras dos yendo hacia el mostrador, dejó todo sobre el mismo con delicadeza llamando la atención de la chica que atendía, ésta pasó los objetos por el escáner y los dejó dentro de una bolsa.

Ambos tomaron una bolsa cada uno saliendo del local, la brisa golpeó sus rostro logrando desordenar sus cabellos, Axl observó a Kurt con detenimiento unos cuantos segundos, verlo tan de cerca, con esa hermosa sonrisa en sus labios y el brillo tan especial de sus zafiros le confirmaba que no había un ser tan perfecto como ese chico, entendía por completo a su yo de hace años al enamorarse perdidamente de él, de cada gesto adorable y cada mínima cosa que hiciera.

Kurt era tan... Caótico, pero Rose no se quedaba atrás, él era un desastre, nunca se atrevió a culpar al rubio de sus decisiones porque sabía que no tenía culpa de nada, pero era curioso que todo lo que le rodeaba era una tormenta de invierno y él parecía danzar al compás de la misma sin salir afectado, era maravilloso.

Extendió su mano tomando la del menor y se encaminaron juntos a donde habían dejado el auto, subieron las bolsas a los asientos traseros, luego cada quién subió a su asiento colocándose el cinturón de seguridad, Axl volteó a ver al rubio cuando éste sacó su celular de su bolsillo al escuchar que sonaba. Kurt solo respondió la llamada al instante, por la forma de referirse pudo comprender que era la madre del ojiazul, tuvo la intención de llamarla suegra pero no quería más problema para su chico.

La llamada tardó pocos segundos, al momento ya tenía al ojizafiro revisando el aparato con un poco de dificultad, quería reírse porque ese teléfono era nuevo, aparte que era el primero que le daban en años, no podría ahorrarse sus comentarios , por tanto, aclaró su garganta llamando la atención de Cobain con ese ruido, éste guardó el celular en su bolsillo observándole atentamente.

—. Pareces mi abuela usando un Nokia. — Dichas palabras solo hicieron que el menor arrugara el entrecejo mostrando una mueca de molestia, le gustaba cuando hacía eso porque era la excusa perfecta para llenarle su hermosa cara de besos.

—. Una disculpa por vivir en una cueva por tanto tiempo. — Rodó los ojos con exasperación, el pelirrojo solo soltó una carcajada estirando su mano para acariciar uno de sus muslos.

—. No sabes como odio que no te dejaran hacer cosas comunes hace años, te merecías una adolescencia normal. — Le dio un apretón a su muslo solamente manteniendo su mirada con la del ojiazul.

—. ¿Alguna vez te dijeron porqué no me daban un celular? — Tomó la mano del ojiverde intentando apartarla pero se aferró más a su piernas, no iba a mentir, le gustaba que hiciera eso y cualquier mínimo acto de posesividad que el mayor tuviera con él.

—. No realmente, solo me dijeron que no volviera a darte uno cuando te encontraron el que te regalé. — Tras dar su explicación por fin apartó su mano, pero el rubio le detuvo haciendo que la regresara al mismo lugar.

—. Qué bueno que siempre borraba todo lo que nos enviabamos. — Se acomodó sus mechones mirando al contrario con una sonrisa.

—. Yo tuve que borrar todo por unos problemas que tuve con mamá, solo me quedaba una foto tuya y la usaba de fondo. — Confesó encendiendo el vehículo antes de volver una mano al muslo del menor y otra al volante para conducir de regreso a la casa.

—. Puedo enviarte más.

໒❛ 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍 𝐎𝐅 𝐃𝐈𝐒𝐀𝐒𝐓𝐄𝐑 ♡ ❫ ◗ ʚ₍ᐢ 𝙠𝙪𝙧𝙩𝙖𝙭𝙡 ᐢ₎ɞ ᵕ̈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora