Bajo el atardecer © ✔️

Capitulo 7

"Untouchable - Taylor Swift"

SOPHIE.

Harry se quedó ahí, abrazándome en el césped junto a la lápida de mis padres. Tarareando una música que no conozco, acaricia mi cabello acurrucándome. Solté un suspiro y el me observa.

—¿Todo en orden, tomatito?

—Ya me siento mejor —confesé, sentándome.

El aparta un mechón de mi frente para ocultarlo detrás de mi oreja, se inclina hacia a mi para besar mi frente de manera sonora.

—¿Por qué siempre besas mi frente? —pregunte.

—Mi madre me dijo que los besos en la frente denota protección —dice, delineando con su dedo índice mi nariz.—  y bueno, me gusta darte besos en la frente.

—Me conoces de hace unos días, y parece que te conociera durante años —susurre.

—Bueno, siempre dicen que es cuestión de química y no de tiempo —sonríe.— ¿Dónde quieres ir ahora?

—Vamos a surfear.

—Hecho. Pero primero pasaré por la casa de tus amigos.

Ambos nos levantamos y nos subimos a la motocicleta, como dijo, paso por la casa de mis amigos para decir que íbamos a surfear. Finalmente estuvimos esperándolo a él en la playa ya que me pidió que lo dejara ir solo a ver mi tabla de surf en casa de su abuelo.

—¿Irás a casa esta noche? —pregunto Theodore.

—No quiero regresar a ese lugar —resople.— no por ahora.

—Podemos ser roomies, mis padres se irán de viaje a Ámsterdam —Kira me sonríe.— ¡Me encantara tenerte en casa! Quédate el tiempo que necesites.

—Gracias —le sonrió.

—Llegó Harry —Luke señala detrás de mi.

Me giro sobre mis talones, Harry baja los escalones con ambas tablas de surf, saluda alguna que otra chica a su paso para finalmente estar frente a nosotros.

—Espero que Sophie te haya enseñado a surfear bien, porque voy a destrozarte en las olas —Theo bromea, palmeando su hombros.

—Bueno, ¿que esperamos? ¡A SURFEAR! –chilló Meredith.

Cuando finalmente estamos en el agua, Meredith compite con Luke, Kira y Theo se preparan igual, yo me rio viendo como Luke trata de tomar a Meredith de la cintura para sacarla de encima de la tabla.

—¿Te sientes mejor? —Harry acerca su tabla hacia mi.

—Si, gracias —le sonrió sinceramente.— ¿No te dijo nada tu abuelo?

—Sabe que soy yo quien toma las decisiones de mi vida, el no se mete en ello —se encoge de hombros.— No voy a alejarme de una buena amiga.

Amiga. Un cólico menstrual dolía menos.

Trato de no hacer que mi sonrisa se convierta en mueca. Y lo logre, estuvimos pillando algunas olas hasta la hora de almuerzo, fuimos al restaurante donde Harry y yo visitamos el otro día.