Capitulo 15

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"Something's gotta give - Camila Cabello"

SOPHIE.

Era un poco tarde, y yo estaba sentada en la orilla de la playa, descalzo y tomando una limonada, las olas rompen con la arena provocando aquel sonido satisfactorio que tanto me encantaba, la brisa del mar acaricia mi rostro, haciendo que mantenga cerrado mis ojos.

—Tus amigos me dijeron que te encontraría aquí —la voz de Markus me hace sobresaltar.— Hola de nuevo, reinita.

—¿Ya no va a venir Harry a sacarte arrastras de aquí?

El ríe, sentándose a mi lado.

—Me he escapado —se encoge de hombros.— ¿Todo en orden?

—En dos días mis padres cumplen cinco meses desde que.. —pause.— eso.

—Lo lamentó mucho.

—No hay cuidado —le sonrió.

—¿Puedo preguntar algo?

—Adelante.

—¿Por qué reina de las olas? —frunce su entrecejo.

—Soy muy buena surfeando —me rio.— ¿Qué hay de ti Markus Wagner?

—Soy bueno consiguiendo chicas —sonríe.— y me gusta cuidar el trasero de Harry de vez en cuando.

—¿Por qué viniste a Malibú?

—Me sentía un poco solo sin Harry en Alemania, así que vine aquí para verlo.

Asiento.

—¿Quieres que te invite algo de comer, reinita?

—Claro, me encantaría.

Markus se levanta para sacudir su pantalón, me ofrece su mano, la cual acepto de manera gustosa e imite su acción con mis vaqueros. Me puse los zapatos y ambos caminamos fuera de la playa, coloque el envase de la limonada en el cesto de basura una vez por terminada, la fiesta en Duke's seguía y mis amigos todavía no estaban ahí pero ya había pasado el tiempo suficiente con ellos.

Markus me llevo a comer a un pequeño restaurante de comida rápida, mientras hablábamos sobre su vida en Alemania y sobre mi, que parece ser el tema más interesante en nuestra conversación. Quise pasar por cervezas pero dijo que no iba a emborracharme hoy y que no sería muy responsable de su parte.

—¿Quieres que te deje en casa? —preguntó, terminando su hamburguesa.

—Realmente no tengo ganas de ir a casa —admití.

—No te puedo dejar sola en medio de la noche, reinita.

Suspire, se ofreció en llevarme al departamento que está rentando mientras tiene su estancia aquí, dijo que el dormirá en el sofá y yo podría dormir en la habitación. Me lancé en la cama, algo exhausta y me permití dormir profundamente sin importarme los mensajes de mi celular.

La mañana siguiente me desperté por el calor, salí de la cama para ir al pequeño baño y lavarme la cara pero al hacer ese intento termine empapándome toda, soltando un grito de frustración.

Bajo el atardecer © ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora