☼︎Siete☼︎

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El mundo se congeló por menos de un segundo, pero suficiente tiempo como para decir que fue demasiado

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El mundo se congeló por menos de un segundo, pero suficiente tiempo como para decir que fue demasiado.
Aquellos ojos se le clavaban como astillas en sus manos, tan intensa y fría, asquerosa en su mirada.
Fue un escalofrío lo que logró volverlo a la realidad, recordando la última vez que había visto esos ojos, uno de los momentos más horribles...

Se encogió en su lugar como reflejo, sin poder controlarlo y, casi sin darse cuenta, se apegó a México a su lado.
Al levantar la cabeza, notó que México también estaba viendo hacia aquel país a la otra punta de la mesa, pero de reojo, sin mover su cabeza de lugar. Sus ojos llamaban con una ira casi dolorosa, fríos y filosos, como navajas recién afiladas, no mostraba más que dureza y odio, Argentina casi se asustó por la sorpresa.

Pudo sentir el agarre protector del mexicano, aún que este nunca dejó de ver al inglés, mientras que él inglés se dió unos segundos antes de desviar la mirada con incomodidad y un leve toque de nerviosismo.

Argentina trató de calmar a su pareja con unas leves caricias en si brazo, lo cual pareció funcionar un poco, esa ira se apagó un poco, pero igualmente se veía molesto. México tomó la mano del argentino y soltó un suspiro leve, algo dolorido... Se notaba de lejos que estaba tenso, nervioso tanto por el de tez celestina como por el bebé.

El resto de la reunión, estuvieron demasiado tensos como para poder prestar atención, por más que intentaran sus mentes solo podían pensar en el europeo.

Cómo una tortura constante que los volvía cada vez un poco más paranoicos, temiendo a un resultado que probablemente no ocurriría.

La ONU pronto avisó que la reunión había terminado y los países empezaron a levantarse de sus lugares, yéndose o juntandose en grupos pequeños para charlar un rato.
Argentina y México se levantaron también, tomados de la mano.

- ¿Nos vamos? - Sugirió el mexicano, haciendo lo posible para sonar tranquilo

- Eso quiero - Respondió el otro, sonriendo nervioso - Pero ahora toca todas las felicitaciones de los otros países por el embarazo y eso... - Rió

El mexicano tomó la cara del menor entre sus manos, sonreía, pero sus ojos brillaban preocupados.

- No tenemos que quedarnos si no quieres - Aclaró

El sureño jugó nervioso con sus manos por un momento antes de responder.

- Creo que sería mejor que nos fuéramos... - Respondió, algo incómodo a decir verdad

No le gustaba estar allí.

El tricolor asintió con entendimiento, sonriendo comprensivo.
El argentino tiró una mirada rápida al lugar en donde Reino Unido se sentaba, sintiendo un gran alivio al ver que ya no está allí.

Sin embargo, apenas se dieron vuelta y dieron unos pasos, la repentina aparición de Reino Unido frente a ellos los sobresaltó increíblemente.

- Hello - Saludó el de habla inglesa en tono formal, aún que claramente nervioso

- Operación bebé -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora