☼︎Nueve☼︎

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De colores cálidos se pintaba la habitación, desde el suelo de suave madera, hasta las blanquecinas paredes, ahora de un anaranjado acogedor

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De colores cálidos se pintaba la habitación, desde el suelo de suave madera, hasta las blanquecinas paredes, ahora de un anaranjado acogedor.
A Argentina le encantaba esa ventana que tenían en la habitación, por la pared en la que estaba situada apuntaba directamente hacia el lugar por donde el sol salía, por lo que las luces del amanecer entraban todas las mañanas, pintando el lugar de calidez.

A veces esa luz mañanera despertaba a Argentina... pero él solía aprovechar esos momentos para observar a su esposo dormir con calma, la manera en la que su pecho subía y bajaba con lentitud a la par que su respiración le traía paz. Tan solo lo miraba enamorado, sintiéndose inimaginablemente suertudo por tenerlo a su lado, capaz de estar años enteros tan solo mirándolo.
A veces también se pegaba a su pecho, rodeado por los brazos del mayor, sintiéndose pequeño y protegido, como si nada pudiera dañarlo cuando estaba allí.
Muchas veces le gustaba hacerse el dormido hasta que el contrario despertara solo para poder oír su dulce voz adormilada tratando de despertarlo, solo para que después tratara de despertarlo con cientos de besitos en su cara.

Sin embargo, ese día estaba sentado en la cama, el mexicano a su lado aún descansando, acariciando su pancita con cariño, el segundo mes ya empezaba a mostrarse, aún que tan solo un poco.
Aquel mes lo ponía más nervioso que cualquier otro... ese fue el mes en el que su embarazo había acabado la primera vez... Y ni siquiera era el más peligroso.
Pero él se mantenía positivo, o al menos eso trataba, y se convencía a sí mismo de que todo estaría bien...
Quizá si se lo repetía lo suficiente empezaría a creérselo y la ansiedad lo dejaría un rato.

Un olor dulce llamó su atención, pronto seguido por el sonido de la puerta abriéndose, por ahí pasó Chile con una bandeja de comida, se notaba que estaba algo nervioso tratando de no hacer ruido para no despertarlos.
El chileno se había quedado a dormir el día anterior, pareciera que aquella vez se había despertado más temprano de lo normal.
Abrió los ojos con sorpresa al notar al argentino despierto, por lo que este le regaló una pequeña sonrisa al chileno. El tricolor dejó la bandeja a los pies de la cama antes de acercarse un poco más a su amigo, este cruzó las piernas para que Chile pudiera sentarse frente a él.

- Buenos días - Saludó, sonriente

- ¿Buenos? - Repitió el chileno con supuesta molestia, mas con una sonrisa en la cara - Despertando acabas de arruinar el desayuno sorpresa que les había preparado - Se quejó, cruzándose de brazos

Argentina se fijó mejor en la bandeja de comida, había pan, medialunas, galletas que parecían ser caseras, dulce de leche y mermelada, además de dos tazas, una de té y otra de café.

- Aw ¿Nos preparaste un desayuno? - Habló el argentino con algo de ternura

El contrario se encogió de hombros, desviando la mirada hacia otro lugar con algo de vergüenza.

- Tan solo quería que empezaran el día de buen humor - Confesó, rascando nervioso la parte de atrás de su cabeza

- Sos un tierno vos - Rió Argentina, pellizcando y tirando de la mejilla de su vecino

- Operación bebé -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora