- Operación bebé -

☼︎Dieciséis☼︎

Argentina no podía evitar abrazar al chileno y no dejarlo ir, quizá las hormonas le hacían exagerar cada pequeño sentimiento que tenía, pero lo había extrañado horrores, como si hubieran pasado años desde la última vez que se vieron.
Chile tampoco se quedaba atras, aceptaba el contacto con pura felicidad, aprovechando esos pocos momentos lejos de México para finalmente disfrutar de la amistad que tenía con el argentino.

- No puedo creer que de verdad hayas venido - Dijo el argentino con pura emoción, reflejada en sus ojos verdes

- No puedo creer que pasó más de una semana desde que te vi por última vez - El contrario rió con algo de nerviosismo

- No puedo creer que estén tan cómodos tocándose tanto... - Perú se añadió a su conversación, sonando disgustádo y juzgándolos fuertemente - ¿Qué creen que son? ¿Pareja poliamorosa? - Agregó, mirándolos de arriba a abajo

Los otros dos sureños lo miraron con disgusto, molestos de tener su momento arruinado.

- Ni que se estuvieran tocando indebidamente, exagerado - Se burló Venezuela, quien se apoyaba contra el respaldo del sillon

- Un abrazo es un toque indebido - Murmuró el bicolor rojo y blanco molesto mientras se cruzaba de brazos

El venezolano rió leve, regalándole una sonrisa de burla a su compañero.

- Mojigato - Dijo con una sonrisa bien amplia, sabiendo que lo estaba molestando

Perú, por su parte, le dio una mirada de odio rápida pero ardiente, volviendo así nuevamente a desviar la mirada y mostrar en su actitud que estaba claramente tratando de demostrar que los estaba ignorando.

- ¿Y si fuera USA el que te abraza? - Chile cuestionó, de repente olvidándose del esperado encuentro con su amigo para unirse al juego de molestar al peruano

De repente, como le hubieran dado en el nervio exacto, Perú saltó de se asiénto, tomándo lo primero que encontró al alcance de su mano (Un pequeño lapicero negro de plastico) y lo tiró con todas sus fuerzas al chileno, dándole duramente en la cabeza.

- ¡Ya te dije que no me gusta USA! - Reclamó, señalándo al chileno con el dedo y levantándose de su silla con brusquedad - ¡Solo estaba siendo amable con una maldita potencia! Me llega al pincho... - Murmuró sonrojado mientras volvía a tirarse sobre la silla

Argentina se avalanzó un poquito más hacia delante, descanzando su cabeza sobre sus manos con un súbito interés.

- ¿Te gusta USA? - Preguntó con una curiosa curiosidad

El de piel blanca y tintes rojizos lo miró con incredulidad.

- ¿Están sordos? - Preguntó con completa confusión - Acabo de decir que no me gusta USA - Aclaró