Nuevas generaciones

2.5K 161 23
                                    

Estaba frustrada, ella siempre hacia lo mismo, la abandonaba por ir con la vieja explosiva, no lo entendia, por que tenia que entrenar con ella? 

Sabia que era un prodigio el ninjutsu medico, pero siempre se tenian que dormir temprano porque su entrenamiento es "riguroso" hace mucho que no lo hacian, y ahora estaba molestando a su amigo quien si tenia una vida amorosa y sexual, habia veces que lo odiaba. 

- No puedes culpar a Rin, sabes que le encanta el ninjutsu medico. - Hablo el peliplata sosteniendo su libro sin dirigirle la mirada. 

- ¡No la culpo! ¡Culpo a esa vieja, ella me ha quitado toda la atención de mi novia! - Se quejo la pelimorada con el ceño fruncido. 

- ¿Entonces por que no hablas con Tsunade-sama? Tal vez le de unos días extra. - Propuso aun sin mirarla, quería a sus amigas, pero su lectura era mas importante. 

- ¡Así va a ser peor! Y mas ahora que ya somos joininn y ahora tenemos que liderar a un equipo... - Explico deprimida. 

- Anko, recuerda que el cuarto dijo que no ibas a poder liderar uno, te necesitan en el laboratorio. - La miro de reojo, esta se tenso, era obvio que se había olvidado de ese detalle. 

- ¡Maldición! Ni siquiera la voy a poder ver en las asignaciones... - Suspiro cansada. 

- En serio no prestas atención. - Suspiro para guardar su libro. - Rin y Obito no dirigirán equipos, los necesitan para misiones, ya que sospechamos de... - Se escuchó una voz tras de ellos, rápidamente se escondieron para escuchar mejor.

- Han visto salir muchos aldeanos de la arena, traman algo. - Menciono un aldeano seriamente, y es que la arena también poseeia un bijuu, seria una molestia otra guerra. 

- Emm... cierto, últimamente ha venido el Kasekage, crees que...? - Lo interrumpió el otro aldeano. 

- Escuche que su contenedor tiene la misma edad que... - Antes de que pudiera terminar el peliplata se le puso enfrente con su libro en mano sin dirijirle la mirada. 

- Creo que tu no sabes nada, nadie sospecha de nadie, así que mejor regresa a hacer las cosas inútiles que estabas haciendo, bien? - Decía ahora mirándolo desafiante, y claro que nadie se iba a meter con uno de los prodigios de su generación. 

- C-Claro... hey tengo hambre, v-vallamos por algo... - Le dijo al otro aldeano. 

- Si... a mi también se me ah a-abierto el apetito. - Agrego nervioso. Sin mas salieron de la vista del peliplata. 

- Sabes que si sospechamos de la arena... Cierto? - Pregunto su amiga saliendo de su escondite. 

- Claro, pero no podemos dejar que lo sepan, abra panico, nadie quiere otra guerra, acabamos de salir de una. - Suspiro cansado. 

- Cierto... - Rasco su nuca y luego sonrio. - Mira quien viene ahi... - Señalo enfrente, el peliplata al voltear no diviso a nadie, pero era porque alguien habia pegado sus labios a los suyos sobre la mascara. La pelivioleta decidió irse en silencio, esperaba poder ver a su castaña. 

- En serio que esta mascara es fastidiosa... - Se quejo un pelinegro, quien lo sostenia de la cintura. 

- Tonto... - Susurro sonrojado el peliplata. - Me alegro que hayas vuelto, te extrañe. - Se bajo la mascara para besar su mejilla, pero antes de que pudiera hacerlo el pelinegro en un rapido movimiento volteo su cara y lo beso con dulzura, lo habia extrañado esos tres dias. 

- Si... eso me gusta mas que una tonta mascara. - Dijo sonrojado el pelinegro. - ¿Vamos a casa...? - Susurro coqueto en el cuello de este, haciendo que el contrario se estremeciera. 

¡Me gustas... Idiota!  - OBIKAKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora