Especial: Rin y Anko

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Tenia miedo...

Tal vez su amor se estaba congelando y no podía hacer nada.

Rin estaba triunfando en el mundo medico, incluso aseguraban que superaría a su mentora: Una Sanin. 

No estaba diciendo que ella la estaba dejando atrás en el mundo ninja, simplemente habían tomado otros caminos... y la estaba aterrando. Si aprender ninjutsu medico era lo que necesitaba para convivir con su novia de nuevo... 

No lo haría... No le gustaba, lo respetaba, respetaba a su novia y a su mentora, pero no lo haría solo para estar con ella, no importaba cuanto la amara, adaptarse nunca se le paso por la mente. 

No quería ser injusta, apoyaba a Rin con toda su alma, y la amaba de igual forma, pero a veces se sentía tan sola... justo como ahora. 

- ¡Y-Y luego, yo seré la que este mal, p-porque no "apoyo" a mi novia! ¡¿Acaso eso tiene sentido?! - Decía la pelimorada claramente ebria, su castaña se había quedado a reemplazar a alguien en el hospital, de nuevo. 

- P-Para nada... pero Anko-chan, también tienes que entenderla, se ha esforzado tanto. - Trato de tranquilizarla su amiga Kurenai. 

- ¡La entiendo! Lo he hecho desde hace años... - Se dejo caer en su silla un poco deprimida, recordando que no era la primera vez que Rin la dejaba plantada en su aniversario. 

La amaba, y entendía que su sueño era complicado y que lo estaba logrando... pero realmente la extrañaba, ni siquiera sabia si ella la extrañaba. 

- Vamos... Anko-chan. - Trataba de animarla, pero se le hacia tarde para su cita con Asuma, tal vez no iría y comerían helado con la pelimorada. - Te llevo a casa, comeremos helado. 

- No quiero, tienes tu cita con Asuma, no quiero arruinar una relacion estable. No quiero que acabes como yo - Sonrió amargamente. 

- ¿Segura? Me sentiría mal si te quedas aquí... - Fruncía su ceño preocupada. 

- Ve. No me hagas sentir mas lastima de mi - Le sonrió como solo ella sabia hacer, tranquilizando a la contraria, quien solo sonrió ligeramente para luego besar la cabeza de Anko en señal de apoyo. 

- Cuídate. - Dijo para salir del local, para que luego calles mas adelante se encontrara con el moreno, quien sonreía con un ramo de flores. 

- ¿Le doy su cuenta señorita? - Sonreía apenado el mesero, ya que había tomado mucho y se había quedado dormida. 

- Si, claro. Lo siento. - Se disculpo todavía somnolienta. 

- S-Serian 3000 yenes por favor. - En realidad la había estado llamado durante un rato, por lo que ya tenia lista su cuenta. 

- ¡Por supuesto! ¡Aquí hip tiene! - Seguía ebria por lo que no noto que le dio 4000 al mesero, este al notarlo trato de devolverlo pero la pelimorada ya se había ido. 

Caminaba a tropezones llamando la atención de las personas, algunas no decían nada, y otras se veían preocupadas de que llegara a casa a salvo. 

- Y cuando la mire estaba sonrojada. ¡Fue lo mejor! - Alegaba un chico platicando con su amigo que le seguía la corriente, cuando de reojo vio pasar a la pelimorada con la vista perdida. 

- Hey... ¿esa no es la loca de las serpientes? - Expreso un poco sonrojado. 

- ¡No me lo creo, si es ella! Esa perra es difícil de abordar... dicen que esta con alguien del hospital, siempre se le ve ahí. Pero no lo creo, esta sola. - Sonrió malicioso. 

- Pero ¿que tal si es cierto? dicen que todos los que trabajan ahí son entrenados por la misma Sanin medico. - Trataba de conservar la cordura pero el físico de la pelimorada lo estaba haciendo ceder. 

- ¡¿En serio crees eso?! Se ve mas buena que cuando esta sobria, vamos... esta oportunidad es única. - Animo, haciendo que el contrario terminara por acceder.

La siguieron por un rato mas, cuando vieron que empezó a entrar en la zona de clanes empezaron a tomar distancia, de todas formas esa zona siempre estaba sola, no tendrían problemas. 

- Shg... maldición, tome demasiado esta vez. ¿Donde deje mis llaves...? - Mientras buscaba por toda su ropa, dos siluetas masculinas se acercaban lentamente por su espalda. 

Sintió una mano en su hombro que al voltear callo al suelo de repente por la impresión. La ebriedad se le paso en el segundo que escucho esa voz. 

- ¡Desgraciados! - La castaña dio el primer golpe al chico que tomo el brazo de la pelimorada, haciéndolo volar al suelo. 

- Esta perra... - Hablo impresionado el otro chico con la intención de devolver el golpe, pero enseguida lo golpeo en el abdomen sacandole todo el aire de sus pulmones. 

Enseguida llamaron a la policía, y verificando que estuvieran bien, entraron a su hogar sin dirigirse palabra alguna. 

- ¿Que haces aquí? ¿No cubrirías a alguien en el hospital? - Sin cuidar su molestia en sus palabras soltó las primeras preguntas. 

- Tsunade-sama me dejo salir en mi turno, por hoy... - Volteo a verla, esta se estaba sacando el saco que tenia, mientras dejaba comida en la mesa del comedor. 

- ¿Te acuerdas...? - Pregunto mordiendo su labio inferior con frustración. 

- Claro que me acuerdo. - Apretó su puño. - Escucha Anko-chan... se que no nos vemos mucho, y que rara vez podemos comer juntas, pero mis sentimientos por ti no cambiaran... - La pelimorada volteo a ver completamente a la castaña, haciendo que esta sonriera. 

Sin evitarlo gotas de sus ojos comenzaron a inundar su rostro, mientras escuchaba a la castaña. 

- Se que aunque seamos pareja tu me has esperado por mucho tiempo, me has perdonado todas las veces que te he dejado sola en fechas importantes. Y se que no es justo para ti, ya que sin tu apoyo no habría logrado ser lo que soy... - Ya hincada en el piso saco una pequeña caja de su bolso. 

Un sonrojo y muchas lagrimas mas se apoderaron del rostro de Anko, entendió la razón por la que la castaña había estado distante estos días. 

- ¿Te quieres casar conmigo? - Sonrió sonrojada, mientras limpiaba las lagrimas que caían de sus hermosos ojos canela. 

- S-Si... - Susurro avergonzada. 

- Lo siento, no puedo oírte así... ¿que has dicho? - Se burlaba apropósito lo sabia, pero solo por esa vez le daría el gusto. 

- ¡Que si me caso contigo! - Se avanlanzo hacia la castaña, para que luego rieran por la acción de la chica. 

Tal vez era una chica complicada, pero era su chica complicada. 





















Espero les haya gustado este especial, se los dedique a ellas porque no habían salido y las extrañaba, espero ustedes igual, se les quiere, bays. 

- Wine... fuera :3



¡Me gustas... Idiota!  - OBIKAKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora