Nuevas oportunidades

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Su relación era... extraña. 

Lo menospreciaba por no ser tan talentoso como su hermano mayor, lo menospreciaba por no tener el Sharingan aun, y solo podía predecir movimientos simples. 

Básicamente creía que era inútil. 

Pero ahora... no dejaba de mirarlo, era un tanto incomodo, estaba acostumbrado a que siempre lo ignorara. 

Parecía que no era el único, pues tanto como su madre y hermano no sabían como romper con la extraña tensión que se había formado tan pronto en el desayuno. 

De repente tocaron a su puerta. 

- ¡Yo iré!/¡No tardo!/Veré quien es. - Dijeron los tres al mismo tiempo, lo que confundió al mayor. 

- No hay razón por la que vallan todos, Itachi ve quien es. - El azabache de pelo largo asintió recibiendo malas miradas de su madre e hermano. 

- Hmm... ¿Sakura-chan, cierto? - Pregunto el chico con una sonrisa. 

- ¡Oh Itachi-san, ha sido un tiempo! Así es, soy Sakura. - Sonrió dulcemente. 

- Y... ¿te puedo ayudar en algo? - Pregunto algo confundido al verla con su traje ninja, estaba seguro que era el día libre de su hermanito. 

- Claro. Kakashi-sensei nos ha llamado, vengo a informarle a Sasuke-kun. - Cambio a una actitud algo seria. 

- Oh ya veo, espera. - La pelirrosa asintió feliz. En menos de lo que espero el azabache apareció por la puerta algo sudado, y acomodándose aun su camisa. 

- N-No es algo tan urgente Sasuke-kun... te hubieras tomado tu tiempo. - Sonrió nerviosa, mientras le acomodaba su pelo con las manos. 

- Lo siento, el ambiente estaba algo raro desde que regresamos de las olas. - Suspiro y amarro correctamente su banda. 

- Uno de esos días eh... - El azabache sonrió amargamente mientras asentía, caminaron en un silencio cómodo, tal vez era una de las razones por las que consideraba a Sakura su amiga mas preciada. 

Con ella no importaba si permanecían horas en silencio, el silencio nunca seria algo incomodo entre ellos. 

Llegaron hasta el puente donde su maestro los había citado, no les extrañaba que el ni el rubio estuvieran ahí, solo esperarían un poco mas. 

Brincaron del susto al ver una mancha verde de repente en sus narices, literalmente. 

- ¡Hola lindura! - Expreso alegre un pelinegro. 

- Hola Lee. - Sonrió un poco sonrojado por la cercanía, jamas había estado tan cerca de una persona, apreciaba su espacio personal y el de los demás, claro. 

- Rock lee ¿verdad? - Saludo la pelirrosa con una sonrisa amable y le extendía una mano. 

- ¡Oh, me disculpo! ¡Así es, pero me puedes decir Lee! - Se separo del azabache para tomar la mano de la pelirrosa y agitarla repetidamente, avergonzandola un poco. 

- Mi nombre es Sakura, un gusto... - Sonreía nerviosa, ya que el pelinegro aun sostenía su mano con fuerza. 

- Ohh... ¿como la flor? - Apareció la castaña aun lado del pelinegro raramente sonrojada. 

- Bueno, es un árbol en realidad. - Se integro a la conversación el azabache, quien salvo a su amiga de perder su brazo. - Miren. - Señalo detrás suyo, viendo los arboles en plena floración. 

- Ya veo... - Menciono el pelinegro un tanto embobado. 

- Y... ¿Neji-san, no viene con ustedes? - Pregunto Sakura, ignorando el apretón de mano que le había dado el azabache. 

¡Me gustas... Idiota!  - OBIKAKADonde viven las historias. Descúbrelo ahora