Capítulo 23

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Adrienna observaba el castillo de San Ángelo desde lo alto de una casa, escondida de los guardias y atenta a cualquier ruido, pasaron alrededor de diez minutos y César salía escoltado por sus guardias, Adrienna le miraba atenta, decepcionada, Ezio no lo había asesinado, bufó un poco molesta y siguió observando, al parecer César no se lo había topado, al menos no lo han descubierto, pasó una hora cuando un alboroto se escuchó dentro del castillo, una mujer semidesnuda salía a caballo del lugar, Ezio le seguía, está mujer se detuvo al final del puente y volteo a ver a Ezio, este parecía decirle algo y ella se fue, Ezio se quedó a luchar con los guardias, eran demasiados, Adrienna saltó de dónde estaba escondida y se dispuso a luchar junto a su maestro, ella luchaba tan ágil y su maestro se mostraba temerario, lograron acabar con la mayoría, sin embargo, aparecían más y más.

-Son demasiados. -Pronunció Ezio con algo de incompetencia, Adrienna entendió que los dos no podrían contra todos ellos, buscó al caballo con la mirada y no lo hayaba.

-¡Sígueme sé por dónde podemos escapar! -Exclamó señalando con la mirada una calle, comenzaron a correr y a esquivar guardias, se metieron entre las calles de Roma y treparon muros, saltaron tejados y corrían hasta perder a los guardias; al perderlos por completo Ezio se dió cuenta de que estaban en unas ruinas Adrienna se recargó en una pared, exahusta el aire le faltaba, Ezio se recargó en sus rodillas, respiraba agitado, miró a la joven, ella se dejó caer sobre su trasero.

-Grazie... -Mencionó agitado, Adrienna le miró cansada, miró al cielo y tragó saliva.

-Está bien. -Respondió entre jadeos, se puso de pie al sentir la vibración en el suelo, Ezio le miró confundido y le hizo una señal para guardar silencio, escuchó atenta, se asomó por uno de los peldaños del edificio y miró a varios guardias que planeaban registrar todo el lugar. -Mierda... -Susurró, miró hacia donde su maestro y susurró. -Está abajo, son como unos veinte. -Susurraba de forma casi inaudible y hacía señas, Ezio le entendió y se mantuvieron en silencio por cualquier cosa, no podían correr aún, sus piernas temblaban, prepararon sus armas por si subían, Ezio prestaba atención a todo, Adrienna hacia igual.

-No me siento preparado aún para luchar. -Mencionó aún cansado, Adrienna no le miraba.

-Eres viejo, es normal. -Mencionó con tanta confianza que Ezio le miró asombrado y a su vez algo molesto.

-¿A quién llamas viejo? -Susurraba molesto, Adrienna no le prestaba atención.

-Sólo empujalos, la caída los matará o puede noquearlos. -Mencionó en voz baja, Ezio rodó los ojos.

-Revisen los tejados. -Se escuchó una voz militar en la parte de abajo, Adrienna tomó la mano de Ezio y lo llevó a un viejo muro donde se hacia un punto ciego para los demás tejados, lo hizo sentarse y cubrió su boca, Ezio no quería sentirse un niño pequeño y quitó la mano de la joven y ella le miró un segundo.

Los guardias comenzaban a checar los tejados y Adrienna cubría a Ezio con su cuerpo, entre menos espacio hicieran menos perseptibles serían, cuando un guardia se acercaba a donde estaban ellos, un ruido los alertó, era al otro lado, bajaron a prisa para saber si eran a los que buscaban, en cuanto bajaron, Adrienna le señaló a Ezio una corniza, abajo un montón de paja que amortiguaría su caída.

-Caemos y nos largamos de aquí. -Mencionó en voz baja, Ezio asintió y la empujó, ella cayó sobre la paja y Ezio le siguió, al salir de la paja corrieron a prisa para perder a los guardias.

-Que gracioso Ezio. -Adrienna se mostraba algo molesta por lo que acababa de ocurrir, Ezio le seguía con algo de ánimo, al perder por completo a los guardias se escondieron en una callejuela, recuperando el aliento, miró hacia la calle que estaba a su lado la gente transitaba con normalidad, estaban cerca ya de isla Tiberina.

-¿Por qué estás molesta? -Respiraba aún cansado, Adrienna le miró con enojo, Ezio no se lo explicaba, ella respiró hondo y volteó de nuevo a la calle.

-No estoy molesta, estoy cansada. -Se mostraba cortante, Ezio lo notó y se acercó a ella.

-¿No será que estás Celosa de Catalina? - Insistió con algo de sarcasmo, Adrienna se mostraba más furiosa.

-¿Por qué no lo mataste? -Le volteó a ver molesta, Ezio entonces sé mostró más serio, bajó la mirada y trató de evitar la mirada de la joven, Adrienna bufó y se dió vuelta para seguir su camino. -Como sea, será mejor regresar. -Hablo en un tono molesto, caminó con calma, Ezio le siguió un poco culpable, no hubieron más palabras hasta llegar a la guarida; al entrar se encontraron con Edgardo, atendía las heridas de Catalina, Adrienna se acercó a él.

-¿Así que es ella? -Catalina miró a la joven con demasiada confianza, Adrienna le miró con extrañeza, Zorro se acercó a la joven y la sujetó de los hombros.

-Adrienna Barberini. -Mencionó el Zorro con algo de orgullo, Adrienna parecía incómoda, incluso sentía la sensación de querer salir de ahí.

-¿Barbe...rini? ¿Cómo Luccia... -

-Stewart. -Interrumpió la joven, Catalina y los demás miraron confundidos a la joven, ella parecía apenada. -Adrienna Stewart, es mi nombre. -Mencionó algo más apenada, pues las miradas de todos se posaban en ella.

-Pero tu padre es Lucciano Barberini. -Mencionó Ezio algo confundido, Adrienna asintió apenada.

-Es verdad, sin embargo, me crié bajo el apellido de la casa de mi madre. -Mencionó con pena, desvió la mirada arrepentida de decir que su apellido era Stewart. -Es un poco complicado de explicar el porqué tomé el apellido de mi madre en lugar del de mi padre. -Parecia más calmada, Catalina sonrió con perversión.

-Adrienna, eres muy bella y por lo que me contaba Zorro, también eres fuerte e intelligente. -Catalina se mostraba sorprendida por el aspecto tan jovial de la joven, Adrienna por otro lado se mostraba orgullosa de sí misma.

-¿Mataste a César y a Rodrigo? -Maquiavelo se mostraba indiferente ante la situación de Catalina, Ezio negó.

-Rodrigo no se encontraba en el palacio y César salió apenas yo entré. -Mencionó con incompetencia, Maquiavelo se mostró realmente enfadado.

-¡Solo pensaste en la vagina de esta mujer! -Mencionó furioso, Ezio le miró con furia.

-Fue rápido en lo que Ezio entró, sin embargo, César salió antes de que el completara el tiempo de entrada, no es culpa suya. -Adrienna intervino metiéndose en medio de ellos dos, Maquiavelo miró a la joven con enojo, ella se mantuvo firme e indiferente ante Maquiavelo, este bufó molesto y se dió vuelta hacia otra dirección; Ezio miraba a Maquiavelo con enojo, Adrienna mostraba ciertos comportamientos de Nerys, ella siempre fue muy fría y dura en sus palabras, sabía guiar y cuidar, Catalina notó esto y le miró con nostalgia.

-Sin duda eres su vivo recuerdo. -Susurró animada, Ezio se volteó molesto hacia las escaleras y comenzó a caminar a ellas, miró al médico.

-Cuida de ella. -Mencionó preocupado, Edgardo afirmó con seguridad, subió el primer escalón y mirando hacia la parte de arriba pronunció. -Adrienna, ven conmigo. -Su tono serio hizo reaccionar a la joven, ella le siguió a pasó veloz hasta la parte de arriba, Ezio entró a su habitación y Adrienna le siguió indecisa, al entrar Ezio se quitaba la capucha. -Cierra la puerta. -Mencionó imperativo, Adrienna cerró la puerta y al darse vuelta Ezio le miraba atento.

-¿Estás bien Ezio? -Preguntó algo preocupada, Ezio desvió la mirada hacia su ventana.

-Si tuvieras la oportunidad de cambiar cualquier cosa ¿Qué cambiarías? -Preguntó con seriedad, miró a su aprendiz y ella se mostraba algo sorprendida por la pregunta, Adrienna rascó su nuca y trató de pensar alguna respuesta.

-No sabría cómo responder a eso, todo lo que he vivido me ha convertido en lo que soy ahora y en realidad no sé si arrepentirme de ello o no. -Mencionó con seguridad, Ezio se mostra a algo triste, Adrienna se acercó y puso su mano sobre su hombro, Ezio le miró con tristeza. -¿Tu quisieras cambiar algo? -Preguntó con empatía.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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