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El australiano había vuelto a su casa tras horas de llanto, aunque en primer lugar no quería dejar a la chica sola, pero ella tuvo que obligarle.
Sus ánimos habían cambiado por completo y Jake era consciente, no podía pensar en otra cosa que no fuera lo que la chica le había dicho hoy.
Soltando un enorme suspiro se dejó caer en la cama, sus brazos tapando sus ojos, quería que todo fuese un sueño, que al abrir los ojos todo iba a seguir como antes.
Pero no era así.
Jake cogió su teléfono y leyó las notificaciones que tenía de toda la tarde, Sunghoon y Jay no habían parado de hablarle ya que no daba señales de vida.
Otro suspiro más y el chico mandó varios mensajes al grupo que tenían los tres amigos, contándoles la situación sin tocar el tema sensible.
Se encontraba perdido en sus pensamientos, sin saber qué hacer o cómo seguir, hasta que una bombilla se encendió en su cabeza.
Cogió una vieja libreta y comenzó a escribir las fechas de los días y planes que iba a hacer con la chica, en algunos estaban incluidos sus amigos.
Jake iba a hacer de este tiempo lo mejor posible, ya que no sabía cuándo iba a acabarse.
Con una pequeña sonrisa en sus labios volvió a desbloquear su teléfono y buscó el número de la chica, presionando el botón de llamar al instante.
Un par de segundos más tarde y la suave voz de la chica se escuchaba en la otra línea.
- Te echaba de menos princesa - Jake habló con un pequeño puchero en sus labios.
Sunhee soltó pequeñas risas y se sonrojó aunque él no pudo verlo.
- Te has ido hace veinte minutos de mi casa - comentó entre suaves risas.
- Ya pero no puedo vivir sin ti - esas palabras salieron desde lo más profundo de su corazón, tanto que se aceleró y volvió a recordar lo de esa misma tarde.
- Jakey... - Sunhee alargó su nombre entre suspiros.
- Lo se lo se, lo siento - Jake parecía un pequeño cachorro que había sido castigado por su dueño.
Esa misma noche, ambos jóvenes enamorados se llevaron horas hablando por teléfono, apreciando la suave voz del otro.
Sunhee de vez en cuando iba haciendo pequeña mariposas de papel mientras pensaba en él.
En cambio Jake creaba mariposas en el estómago de la chica, algo totalmente nuevo.
