Tenía jaqueca desde hacía dos semanas y aunque había intentado culpar a la noche de copas de somaek y a mis constantes desvelos, la realidad de lo que me estaba produciendo dolores de cabeza era la presión de sentir que seguía sin encontrar el rumbo de mi vida.
- ¿Migrañas? – me preguntó la gerente de marketing, dejando sobre la mesa una botella con agua y una caja de píldoras – Te traje ésto – continúo – no me gusta verte enfermo, basta con el ambiente deprimente que se respira como para que tú también tengas cara de "odio al mundo"
Le sonreí. Kim JiSoo era una de las pocas personas fuera de YoonGi que realmente me caían bien, y eso radicaba en que ella no estaba interesada románticamente en mí, y yo tampoco en ella. La mayoría de las personas que nos conocían asumían que éramos hermanos porque físicamente poseíamos un parecido en común.
-Gracias - le respondí tomando el medicamento al mismo tiempo que EunHo y JaeMin entraban en la sala. Kim JaeMin era el director fundador de la editorial y había sido mi maestro en la universidad. Tenía la costumbre de ofrecer a sus alumnos más brillantes formar parte de ésta con aspiración a poseer acciones en ella. Yo había estado feliz el día que me hizo la propuesta de empleo.
- ¿De nuevo la cabeza? – me preguntó con una sonrisa, mientras se quitaba la gabardina y tomaba su lugar en la cabecera de la mesa.
Asentí – Parece que este dolor me quiere llevar a la tumba – JaeMin y JiSoo se rieron pero EunHo se mantuvo serio frente a mi al otro lado de la mesa.
-Antes de que desaparezcas del mundo – mencionó JaeMin hojeando la papelería con la que cargaba – necesitamos cerrar un punto Jin.
Estaba seguro de que sabía de qué se trataba, así que a pesar de la jaqueca debía enfrentar los siguientes minutos de reunión con la mejor actitud.
-La propuesta para la próxima publicación ya tiene fecha de entrega – dijo desdoblando los anteojos que llevaba guardados en la bolsa de la camisa – debe ser una historia de fantasía.
JaeMin nos miró a EunHo y a mí porque ambos éramos editores - Las historias de fantasía son lo que más vende actualmente, deben encontrar una que nos haga recuperar todo lo que se invirtió en "Se Busca" - sus ojos se posaron definitivamente en los míos – no es nada en tu contra Jin, pero la situación actual de Gyeoroo es... complicada.
La sonrisa de satisfacción que se extendió por el rostro de EunHo me hacía notar pequeñas burbujas en ebullición corriéndome por la sangre. El tipo quería mi puesto, lo sabía y ésta era su jodida oportunidad para tomarla.
-Tendrán un año para hacer su propuesta final – terminó JaeMin – Lo siento, no hay negociación en fechas. Se terminó la junta era todo lo que tenía que decirles.
Dicho eso se levantó con pesadez y yo estaba seguro de que él intentaba no mirarme, JaeMin confiaba en mí, me estimaba como yo a él, pero lo que estaba en juego era su patrimonio, la editorial por la que había sacrificado su vida. Yo no podía decepcionarlo... de nuevo.
El aire se sentía helado porque eran finales de enero y a mis pies la ciudad se veía como un pintoresco cuadro de Bob Ross, cerré los ojos dejando que el frío penetrara la piel. Había subido al roof garden del edificio con la certeza de que si yo no encontraba una buena historia todo se habría terminado. Y una vez más demostraría que no era bueno conservando nada, ni siquiera mi empleo soñado.
- ¿Le pagan a la gente por venir aquí a meditar? – su voz me hizo sonreír aún con los ojos cerrados y poco a poco la claridad lo dibujó ante mí. JungKook
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Sobre la luna
FanfictionA sus treinta años JungKook piensa que la vida por fin le está sonriendo, aunque eso implique regresar nuevamente a Corea para demostrar que está dispuesto a tomar cualquier reto con tal de lograr lo que se ha propuesto. A sus treinta y cinco años S...