San Francisco
1 año despuésHabía un eco que vibraba, comenzaba con un zumbido pequeño que parecía disimular el ruido y poco a poco se tornaba tan irritante que era imposible ignorar que provenía del micrófono de la cantante.
Fue ese mismo eco el que me volvió a traer a la realidad, justo en el momento en el que EunWoo aplaudía y me dedicaba la mejor de sus sonrisas. Las que en sus propias palabras "sólo eran para mí"
-Esa mujer si que tiene un don- dijo sin apartar su mirada.
Sabía que él esperaba una invitación a casa, continuar con la velada o... algo más. Y quizá si esa noche no hubiera escuchado esa canción lo habría hecho, después de todo había meses pesando entre el pasado y el presente.
Había palabras, había caricias, pero sobre todo, había dolor.
-Lo tiene, sin duda, pero en esta ocasión sólo ha logrado arrullarme. Me voy a casa- resolví poniéndome de pie.
Sentí su mano aferrarse a mi muñeca.
-¿Quieres que te acompañe? - preguntó y yo sólo respondí con una negativa de cabeza.
Un destello de tristeza apareció en sus ojos, pero no me detuve a verlo. Caminé despacio hasta la entrada. Había aprendido a ignorar los sentimientos ajenos justo como él me había enseñado.
Le entregué el ticket al ballet y esperé a que apareciera con mi auto. Hacía frío y había olvidado un abrigo. Realmente llevaba un año sosteniendo ese hábito, pensaba que quizá de ese modo el latido que aún me sobrevivía del corazón terminaría por congelarse.
-¿Fue la canción? -preguntó su voz a mis espaldas.
Me giré para encontrarme con su mirada asustada, reconocía que me estaba portando como un cabrón nuevamente con él, sólo que no podía evitarlo. Había regresado decidido a bloquear cualquier sentimiento, decidido a no permitirme volver a enamorarme. No de nuevo.
-Nunu...-susurré, no tenía ganas de darle explicaciones.
¿Qué iba a decirle de todos modos? "Si, cada maldita canción de amor me abre las heridas" o "No, por más que te esfuerces nunca podrás ser él"
-Mi auto llegó, no lo tomes a mal- respondí evitando cualquier respuesta que me comprometiera de nuevo al mismo tiempo que tomaba las llaves de manos del ballet.
-¿Te das cuenta que sigues atado a alguien a quien ni siquiera le importas verdad? -escupió y yo seguí andando para introducirme en el auto pese al nudo que sentía en el estómago.
>> Es todo JungKook, estoy cansado de intentar romper el iceberg en el que te has convertido desde tu regreso- dijo sosteniendo la puerta antes de que la cerrara.
>>Sólo quiero que sepas que él si continuó sin ti.
Y acto seguido me tiró un panfleto en el interior del auto en el que se podía leer con letras gigantes "Vante" el fenómeno editorial de Gyeoroo Publishing escrita por el genio Kim TaeHyung y editada por su novio Kim SeokJin llega a occidente este verano.
Las calles de Seúl siempre me habían parecido perfectamente ordenadas; tanto, que muchas veces había pensado que todo el mundo debería tener el mismo sistema de tránsito... hasta ese día. El mismo en el que, la pulcritud y calma de la ciudad contrastaba con mi caos interno.
Estaba decidido a buscarlo, Jin no podía pedirme que no lo hiciera, no cuando me acababa de confesar su amor (aunque fuera en una grabadora) yo no lo iba a perder. Lucharía contra el mundo si fuera necesario.
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Sobre la luna
FanfictionA sus treinta años JungKook piensa que la vida por fin le está sonriendo, aunque eso implique regresar nuevamente a Corea para demostrar que está dispuesto a tomar cualquier reto con tal de lograr lo que se ha propuesto. A sus treinta y cinco años S...