COINCIDENCIA O DESTINO

Parte 1

Mi nombre es Macarena Correa tengo 16 años, y me acabo de ganar un viaje a conocer una pequeña isla en el Caribe, no lo podía creer cuando  la inspectora del colegio me llamó para decirme la buena noticia.

El viaje duraría sólo 1 semana con todos los gastos pagos, tal vez ser buena estudiante tiene sus ventajas, tal vez en este viaje pueda ser un poco menos tímida, me daba miedo dejar Chile y a mi hermana menor Josefa sola, bueno con mi papá que es lo mismo que estar sola, mi viejo trabaja mucho y colabora super poco en las cosas de la casa, voy a tener que dejar muchas cosas listas para que mi pobre Jose no tenga tantas cosas que hacer, así soy yo aun cuando me deberia estar preparando para ser libre y feliz 7 dias completos.

Con una mezcla de emociones en donde predominan la tristeza de dejar mi familia asi sea por unos dias y la alegría de poder encontrarme a mi misma y saber quien soy cuando no soy la mama/hermana de la Jose o la señora de servicio de mi padre , subo a mi avión con destino a esta isla con lágrimas en los ojos. He trabajado muy duro por ganarme este viaje y quiero conocer los otros que como yo lograron un pasaje a este lugar increíble, quiero ser yo misma por primera vez en la vida.

Un poco asustada aun, me bajo del avión, cansada de más por estar 6 horas sin cerrar un ojo pendiente de que no nos fuéramos a estrellar, y la emoción de empezar el viaje. La persona que se sentó a mi lado intenté calmarme al despegar pero como era un viajero frecuente al tomar cierta altura fue como si le desconectaran las baterías, me daba envidia la paz y la calma con la que dormía mientras en algunos momentos el avión se sacudía. ¿Cómo puede alguien dormir así?. Por suerte el capitán por el altavoz informo que habíamos llegado al paraíso la Isla de Margarita, todos aplaudieron al parecer es una tradición al llegar aca asi que yo aplaudí también.

Seguí el mismo camino por el que iban todos, me imagine que iban a buscar sus maletas y en efecto después de caminar un largo rato conseguimos la cinta transportadora, de inmediato pude notar el cambio de clima con respecto a Santiago, acá es un calor humedo, tengo 20 mins de haber bajado del avión y parece que me tiraron un tarro con agua encima, logró sacar mis maletas y busco la persona con el cartel que tiene mi nombre, somos varios que íbamos en el mismo vuelo, el hotel tenía el servicio de recogernos en el aeropuerto me sentía como una estrella de rock, al fin llegamos al hotel me pasan una tarjeta magnética con la que se abre la puerta y me avisan que las habitaciones son compartidas que mi compañera ya se registró, no hay problema pensé, después de todo tengo desde que me acuerdo compartiendo mi pieza con la Jose.

Llego a mi habitacion compartida, aló? aló? al tercer intento aló me responden estoy en el baño!!!

Paso con cuidado y al ver que todas las cosas están en una cama asumo que la otra es la que ocupare yo, abro mis maletas y empiezo a ordenar mi mitad de la habitación, al terminar mi compañera aun no sale de la ducha, a mi celular apenas y le llega señal de wi fi del hotel así que solo envie un ya llegue estoy bien a mi papa y a la Jose. Así que me acuesto sobre la cama a cerrar los ojos un poco, el aire acondicionado había logrado refrescarme y a pesar de que no me sentia muy comoda con la ropa sudada y probablemente apestosa decidí cerrar los ojos un rato. Al llegar a recepción nos habían indicado que a las 20.00 horas debíamos bajar al salón de reuniones para conversar con el grupo completo de 20 estudiantes que estabamos alli. Mire la hora y eran apenas las 16.00horas. 

 Me despierto agitada y me siento en la cama tan de prisa que sentí que me iba a desmayar, mi compañera se asusta y me pregunta si estoy bien, le respondí que sí .

- ¿Que hora es? aun medio dormida le pregunté

- 19.45, disculpa si te desperté pero a las 20.00 hay que estar en el salón de reuniones y pensé que te querías cambiar, roncabas tanto que me di cuenta que necesitabas descansar te deje dormir lo mas que mi consciencia me dejo sin que nos retaran por no ir a la reunión de bienvenida