Mohamed Östürk es un hombre acostumbrado a la sumisión y complacencia de todos a su alrededor, su nombre es bien conocido en la alta sociedad turca, así como en las profundidades del mundo criminal.
Todo su mundo se verá de cabeza cuando un ser ind...
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POV YESIN
Mi mente quiere indagar en tantas cosas pero el dolor en mi pecho me impide razonar en algo diferente a las palabras expulsadas con desprecio de los labios de Ramsés Östürk.
BASTARDO
Eso es lo que define a mi hijo a los ojos del mundo, me yergo recta a pesar del dolor que eso instala en mi interior, mantengo la frente en alto porque si algo tengo claro es cuanto valgo y lo que merezco, Mustafá es mi hijo y sin importar nada, lo seguirá siendo.
Es un príncipe, mi príncipe león.
Hijo del Demonio Turco.
Mohamed gira en mi dirección, cuando un jadeo escapa de mis labios tras el impacto de la mano contra la mejilla del abuelo de mi hijo.
Pero las palabras de ella me sorprenden más.
Hurrem, Amina...
La hermana de Mohamed y la otra niña debe ser la hija que tuvo con Sherezade, veo todo lo que sucede a mi alrededor pero estoy desconectada de la realidad, mientras en mi mente se repite una y otra vez las palabras dichas.
Tus hijas...
Se que escuché bien, todos lo hicimos.
Regreso al presente ante el sonido de un impacto, mis ojos se abren en sobremanera al notar el enrojecimiento en uno de los costados de Ramsés, el machete en la mano de Mohamed tiembla como efecto adverso del fuerte golpe.
Finalmente la mujer sale, secando sus lágrimas, con la frente en alto, sus ojos se posan en mi por un segundo en el cual una ligera sonrisa se eleva a un lado de su boca.
Asiento entendiendo que en algún momento tendremos que hablar, ella es sangre de mi hijo y eso es algo de lo cual estoy decidida a no huir.
Los pensamientos confusos en mi cabeza se arremolinan manteniendo mi mente sumergida en tantas cosas pero una de ellas prevalece, Mi hijo.
Trago fuerte ante el chasquido del machete contra la piel expuesta de Ramsés Östürk, Mohamed permanece con su semblante frío, serio como jamás lo había visto.
Sus manos en puños a cada lado de su cuerpo, el machete se mantiene en una, mis ojos se desvían a el enrrojecimiento en el torso del mayor.
- No debiste hacerlo, padre. - habla Mohamed conteniendo la ira que desborda en cada una de sus palabras - Era mi derecho saber.
El hombre mayor lo mira, aún en su rostro se mantiene la evidencia de las lágrimas derramadas.
- Sherezade esperaba tu hijo, tu deber es con ella - escupe sangre a los pies de su hijo antes de continuar - ha Sido la única capaz de permanecer a tu lado, maneja todo como una esposa debe hacerlo, te satisface en todo sentido.
