POV MOHAMED
Los pensamientos se arremolinan en mi cabeza debido a lo sucedido, nunca he tenido que follar a mis mujeres por obligación y siento que es justo lo que acabo de hacer
Mis mujeres son hermosas, deseables y bien preparadas no entiendo que es lo que sucedió pero definitivamente tengo que averiguarlo
Me niego a pensar que algo de lo sucedido me afectó porque es todo lo contrario, liberar los demonios bajo mi piel genera en mi una descarga tan fuerte de endorfinas que podría pasar una semana completa en la casa de mis mujeres follándolas
Pero en cambio estoy frustrado por haberme corrido sin sentir nada y caminando en dirección a la habitación en la que se encuentra la mujer que ví mientras me follaba a Sherezade, es insólito que no abandone mis pensamientos cuando solo la he visto una vez hace pocas horas.
Finalmente llego a la puerta, tres de mis mercenarios la custodian desde afuera, me informan que la enfermera se encuentra adentro, me abren la puerta y doy los pasos que me dejan frente a la camilla en que se encuentra
La observo a detalle mientras la enfermera deja medicamentos en la bolsa de solución salina conectada vía intravenosa en la muñeca de la chica, está se encuentra inconsciente debido a todo lo pasado.
Me acerco detallándola, es joven, talvez unos dieciocho a veinte años, su cabello es castaño oscuro casi negro pero sin llegar a serlo, los moretones en su rostro no quitan lo hermosa que es
Me pasó la mano por el rostro ante ese pensamiento, suspiro pesado cuando la enfermera termina y sale después de dar una inclinación de cabeza en mi dirección, no dice nada antes de irse lo cual agradezco
Sus piernas se remueven un poco revelando sus pies debajo de las cobijas, me acerco y las tomo cubriéndola como un impulso porque no tenga frío, deslizo los dedos con cuidado de no tocarla por la sabana subiendo por su cuerpo hasta que llegó a el rostro redondeado
Sus mejillas están rellenas, sus labios son rosados y están ligeramente abultados, no se por cuánto tiempo la observo ni cuántas veces dejo mechones de cabello detrás de sus orejas.
Me giro dando la espalda y paso las manos de manera exasperada por mi cabello, lo libero de la liga para volver a recogerlo de manera completa en lo alto de mi cabeza, un ligero quejido me hace voltear rápidamente y me encuentro con unos ojos verdes que jamás he visto antes
Mi respiración se corta cuando nuestras miradas conectan y un cosquilleo me invade el cuerpo, aprieto los puños tratando de controlar el deseo que tengo por tocarla, respiro profundo buscando algo que alinee mis pensamientos pero es su voz en un susurro la que capta por completo mi atención
— Dónde estoy? — pregunta suavemente mientras mira a su alrededor — quien es usted?
— Silencio — mando de manera mordaz cubriendo mi rostro de un semblante frío y serio. — las preguntas aquí las hago yo.
— No diré nada si usted no lo hace — responde altanera
Trago duro apretando aún mas mis puños cuando el impulso por azotarla me llena, nunca una mujer me ha retado si quiera con la mirada y ahora está chiquilla lo hace, a pesar de estar en una camilla, desnuda, lastimada y en obvia desventaja se permite mirarme a los ojos y levantar el mentón.
— Tu nombre — exijo de nuevo — Dilo o no tendré reparos en dejarte en la calle aún en tu condición.
Veo un destello de temor en sus ojos pero aún así no aparta la mirada, yo tampoco lo hago y lejos de ser por retarla cosa que me resultaría infantil lo hago porque el verde casi amarillo de sus ojos me tiene extasiado de una manera que no logro entender.
Mi cuerpo se niega a dejar de verlos con intensidad como si al hacerlo pudiera tocarla y saber que oculta tras ellos.
— Yesin Gülbahar
— Gül… Bahar… - saboreo su nombre detallando que le queda bien sonrío al notar sus mejillas sonrosadas — Precioso nombre.
— Le agradezco, ahora me dirá quién es usted y dónde estoy. — duda mientras sujeta con fuerza la sábana que la cubre — por favor.
— Soy Mohamed Östürk, el hombre que te rescató.
Traga asintiendo en silencio, su mirada baja hasta cernirse en sus manos como si fuera lo más interesante en la habitación, tomo una silla de la esquina y la muevo hasta ponerla a un lado de la camilla, la veo tensarse cuando me siente cerca pero yo lo ignoro deliberadamente sentándome en ese lugar.
— Agradezco que lo halla hecho aunque no fuera su obligación — dice en un susurro
— Porque Samuil Mülquisemed te tenía en ese lugar? — sus dedos se entrelazan denotando nerviosismo — Quien eres?
— Ahora no soy nadie — dice en un susurro casi inaudible — ese hombre acabó con mi familia, me quitó todo lo que a ellos perteneció y lo último que quería de mi era mi vida pero como me rehusé me tuvo en ese lugar por días, lastimándome, golpeándome y queriendo obligarme a acceder.
Un pequeño jadeo/gemido escapa de ella y es cuando noto los estremecimientos de su cuerpo, me acerco y tomo sus manos como un impulso logrando que Levante el rostro y me mire
Gruesas lágrimas se resbalan por sus mejillas dándole un aspecto aún más frágil que el que ya tenía, algo en mi interior se remueve al verla así por lo cual hablo
— Ahora estarás bajo mi protección — digo firme — puedo ayudar y lo haré.
Se sorprende ante mis palabras al igual que yo lo hago pero aún así me obligó a asentir cuando la interrogante de si lo que acabo de decir es cierto se manifiesta en su mirada
Mi cuerpo reacciona a ella, cada acción envía punzadas a mi miembro que se me dificultan manejar, sus labios rosados me llaman a tomarlos para mí, pero las heridas me detienen además que ella bien podría ser una niña, no puedo faltarles a mis mujeres.
Me levanto exasperado por el efecto de esta mujer en mi interior y decido que ha Sido suficiente, quiero alejarme de ella pero a la vez deseo saber que es lo que hace que la desee tanto, su apariencia es frágil pero su temple me sorprende es todo lo que me gustaría en una mujer pero se que esto es una maldita locura.
Salgo de la habitación con una y mil cosas rondando en mi cabeza, siempre he sido una persona fría en cuanto a reacciones pero esa niña con solo mirarme aturde mi interior de una manera que no logro procesar
Cierro los ojos y me siento en una de las sillas en el pasillo, apoyo los codos en mis rodillas y cubro mi rostro con las manos, tomo bocanadas de aire tratando de calmar mis pensamientos
Llevo años rodeado de mujeres que me sirven y complacen y ninguna a logrado hacerme sentir la mitad de lo que mi cuerpo sintió en esa habitación
Hyun Mi me alteró y me hizo desear una vida diferente, una mujer que pudiera darme una familia, una digna y fuerte, diferente a todo lo que tengo ahora pero esta…
La que se encuentra en esa habitación me hace desear la de una manera animal, deseo adueñarme de su vida, su mente y su cuerpo, no entiendo que sucede conmigo pero el deseo de poseerla me hace dudar de mi temple
Pasos en el lugar me obligan a levantar el rostro veo la silueta de Sherezade quien camina en mi dirección, la sonrisa en sus labios me hace ponerme de pie mientras la espero
— Al fin te encuentro Habibe, tu padre salió de cirugía — dice animada — en unos minutos podrás verlo, vine a buscarte porque tú móvil está apagado y tú madre solicita tu presencia.
— Has hecho bien — contesto dando un beso en su coronilla
Doy pasos dirigiéndome hacia la sala de espera al lado del quirófano, Sherezade viene a mis espaldas, su aroma se cuela por mis fosas logrando que Nazca le necesidad por saciarme
Se que me esperan pero aún me quedan unos minutos así que me detengo hasta que Sherezade se posiciona a mi lado, me mira buscando la razón de haberme detenido
Tomo su mano a lo cual ella baja la mirada entendiendo lo que necesito, una sonrisa curva sus labios una vez entramos en una de las habitaciones vacías, inmediatamente entramos retira el vestido quedando solo con las joyas y su cabello suelto.
Se deja caer de rodillas frente a mi en una posición de sumisión plena.
Su culo se apoya en los talones, las rodillas separadas ofreciendo su coño, las manos sobre los muslos con las palmas hacia arriba y el rostro agachado hacia el piso con los ojos cerrados a la espera de cualquier orden que le dé.
La admiro intentando disfrutar de la imagen que me da, sus senos son pequeños pero suficientes para mí con pezones perforados y anillados listos para mí
Acaricio su piel dejándome embargar por el deseo de posesión, pero en mi mente es otra piel la que se proyecta, su suavidad me seduce halo su cabello hasta levantarle el rostro, entreabre los labios a la espera de el beso que no llega.
— Abre los ojos — lo hace de inmediato — has sido una buena perra, me has complacido pero hoy no estoy siendo bueno contigo — te alimentaré y en cuanto me sienta mejor recompensare adecuadamente tus acciones.
Sus ojos brillan por la excitación, le gusta ser tratada de esta manera durante el sexo y a mi me satisface dominarla, mostrarle quien es su dueño, su amo, su señor pero el recuerdo de ciertos ojos verdes me nubla
Mi erección se yergue firme aún presa bajo los pantalones frente a los ojos de Sherezade pero el deseo de tomar a otra mujer me fuerza a apartar la mirada
Sus dedos toman los extremos de mi pantalón y los hala bajando estos con los bóxer, mi verga rebota hasta quedar frente a sus ojos, se acerca y frota con su nariz el glande hasta frotarlo en su mejilla, la toma con sus manos y de inmediato me sumerge en su boca hasta la mitad
Bombea con las manos endureciéndome aún más hasta que ya no puedo más, es entonces que se lo lleva a la garganta y empieza un sube y baja mientras contrae la garganta succionando
Sus mejillas se ahuecan y pequeños hilos de saliva escapan por la comisura de sus labios, me obligó a permanecer con los ojos cerrados, jadeando y conteniendo la respiración cuando me traga por completo
Gruño de satisfacción cuando me lleva tan profundo que mis bolas se estrellan contra su mentón y su nariz queda en mi pubis
Sherezade me la mama con maestría dejándome en claro porque es la mujer que se mantiene a mi lado, sus manos masajean mis testículos alargando el momento hasta que un fuerte tirón en ellos desata la descarga que termina deslizándose por su garganta
Me retira cuando el último chorro de semen se dispara en ella, traga aún con mi verga sobre sus labios, me chupa y lame quitando cada gota de semen de él, termina mamando mis huevos hasta que la erección decae, con sus manos levanta mi ropa guardando el miembro antes de levantar el rostro para encontrarse con el mío.
Sonríe satisfecha al verme, la tomo de las axilas y la levanto hasta dejarla sobre la camilla, está jadeando, sudorosa y agitada por lo que acaba de hacer, sus labios lucen inflamados, los muerde mientras mira mis labios por lo cual la beso dándole la recompensa por lo que me provocó
Acaricio su cintura mientras le devoro los labios hasta que el aire nos falta, dejo un mordisco en su hombro que la hace gemir con fuerza dejando una marca clara de mis dientes en su piel.
Atrapó sus tetas en mis manos y tiro de los pendientes en sus pezones logrando que arquee la espalda sujetándose con las manos en la camilla, bajo el rostro y chupo los pezones sintiendo los objetos de metal en mi boca hasta que los picos yacen duros contra mi lengua, sigo bajando hasta que su valle de venus me recibe
Meto tres dedos de golpe en su coño y los agito con rudeza, Sherezade siempre se humedece en abundancia así que no debo esforzarme por estimularla, gime y deja escapar gritos de placer mientras mis dedos arremeten con fuerza en su interior relajando y expandiendo sus paredes para lo que quiero.
Abro los dedos comprobando su dilatación antes de sacarlos uno los dedos dejando el pulgar en el centro, los alineó y empiezo con mi trabajo, dejo ir los cinco dedos de la mano en su interior, su grito de placer debió escucharse en todo el lugar pero poco me importa, necesito dejar de pensar en esa niña, ella jamás podrá complacerme, mis prácticas no son para cualquier mujer y eso me queda claro cuando el clímax explota dentro de Sherezade con mi puño dentro de su coño (Fisting*)
Sus ojos están blanqueados su cabeza sobre la camilla, está acostada con las piernas extendidas la veo sudorosa y temblando por los efectos del orgasmo aún con mi mano en su interior, las contracciones de su útero se perpetúan mientras la estímulo buscando un nuevo orgasmo que le llega dejándola inconsciente
Salgo de ella y la acomodo hasta cubrirla con las sábanas voy al baño y me lavo, tomo un paño y voy a limpiarla, lo hago me aseo correctamente y después de dejar sus cosas a un lado de la camilla salgo de la habitación, en búsqueda de el lugar donde mi padre se encuentra.
Los pasillos están libres de personas pero aún así llegó a la sala y aviso a una enfermera de mi mujer descansando en una de las habitaciones asiente y se retira a ayudarla mientras me encamino a la suite de mi padre
Entro y veo a mamá con los brazos cruzados sin mirarme, mi padre está con una mascarilla de oxígeno pero eso no evita la sonrisa cínica en sus labios
Toma la mascarilla y la levanta un poco antes de hablar.
— Tenías que joderla mientras me recupero? — pregunta serio pero con un toque de diversión que hace resoplar a mamá me acerco a el y dejo un beso en el dorso de su mano.
Se ríe forzadamente pero de inmediato se pone la mascarilla ya que le falta el aire y empieza a toser, niego con la cabeza ante su atrevimiento pero aún así sonrío
Mamá no dice nada ni me mira así que me acerco y la abrazo, ella se tensa así que la libero un poco antes de besar su mejilla
— Más te vale haber tomado una ducha antes de tocarme o estarás en problemas.
NOTA DE LA AUTORA:*Fisting o fist-fucking: es un término inglés con el que se designa la práctica de la inserción braquioproctal o vaginal. Un acto sexual consistente en la introducción parcial o total de la mano en el recto o la vagina de la pareja. Es una práctica considerada como extrema, y se suele recomendar que no se lleve a cabo sin los necesarios cuidados previos.
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DEMONIO TURCO +21 ( Bilogía Amor Turco)
Historia CortaMohamed Östürk es un hombre acostumbrado a la sumisión y complacencia de todos a su alrededor, su nombre es bien conocido en la alta sociedad turca, así como en las profundidades del mundo criminal. Todo su mundo se verá de cabeza cuando un ser ind...