Mohamed Östürk es un hombre acostumbrado a la sumisión y complacencia de todos a su alrededor, su nombre es bien conocido en la alta sociedad turca, así como en las profundidades del mundo criminal.
Todo su mundo se verá de cabeza cuando un ser ind...
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POV LATTIFFA
Mis muñecas son lindas, papá me las regaló, pero son tan inocentes que las odio.
Me encuentro en el jardín trasero de la mansión de mis padres, visto un hermoso vestido verde jade y mamá me dió un velo del mismo color bordado con hilo de oro, me siento como una princesa.
Lo malo?
Él viene hoy, su campamento le dió un permiso para visitarme en mi cumpleaños, si, cumplo ocho años y no quería que este día llegara.
Samuil me dijo que ahora seré una señorita y eso tiene un precio, pero no quiero pagarlo. Suficiente con lo que me hacía en las noches.
No me gustaba cuando entraba a mi habitación y levantaba mi pijama, tampoco cuando pellizcaba mi cadera y muslos hasta que el dolor era tanto que me hacía llorar.
«Eres hermosa, Lattiffa y cuando seas más grande podré demostrarte mi amor; ahora lo haría, pero todos se darían cuenta y no lo entenderían. »
El recuerdo de sus palabras la última noche que me visitó logra hacer temblar mi cuerpo, seco las lágrimas que corren por mis mejillas odiandolas, el las ama pero no me gusta dárselas.
Le dije a mamá que Samuil me tocaba y que me lastimaba hasta que le daba mis lágrimas pero no me creyó «Los hermanos mayores son algo crueles con los juegos pero también son protectores, todo lo que el haga por tí, siempre será por tu bien, debes obedecerlo como si fuera papá. » Sus palabras se clavaron en mi pecho esa mañana, solo tenía seis años, el había empezado a "jugar" conmigo.
Luego cuando papá llegó de su viaje de negocios meses después, le mostré las heridas, rasguños y moretones que Samuil me había hecho cada noche, le dije que me tocaba en partes que no debía, fué mi error.
Al salir de mi habitación, fué directo con mamá y la golpeó, el chasquido de piel contra piel me hizo sentir peor, mamá solo suplicaba piedad y pedía perdón, corrí a mi lugar seguro bajo la cama y cubrí mis oídos deseando no haber dicho nada.
Nadie la ayudó a librarse de la golpiza que papá le dió, las palabras hirientes resonaron por los espacios pero mientras mamá era lastimada por papá, Samuil se colaba en mi habitación.
Tragué un grito cuando tiró de mi pie, sacándome de el sitio en que me había ocultado mi vestido rosa se alzó revelando mis muslos pero el los ignoró, me tomó fuerte de los brazos y me lanzó a el baño, yo solo podía temblar aún escuchando los gritos de mamá.
- Te dije que no lo entenderían! No ves lo que has causado? - se inclinó dejando sus manos en mis mejillas, secando las lágrimas y viéndome como lo hacía en las noches - Mamá está sufriendo porque revelaste nuestro secreto, el amor es algo lindo Lattiffa, algo que se debe atesorar.
