DEMONIO TURCO +21 ( Bilogía Amor Turco)

26. LÁGRIMAS DE SANGRE

POV HURREM

«No tengo miedo.»

«Soy una Öztürk y los leones no le temen a la presa.»

Recito en mi cabeza las palabras que me han Sido dichas desde siempre, aún cuando algo impacta el suelo robando el silencio en mi habitación, aprieto los ojos cuando la luz es encendida y percibo movimiento a través de los ventanales, me repito que son los vigías cuidándome.

No abro mis ojos ni siquiera cuando las sábanas son arrastradas por mi cuerpo, empuño la navaja bajo mi almohada lista para defenderme de quién se atreva a acercarse

« Soy fuerte. »

« Estoy entrenada para no ponersela fácil a nadie. »

Me impulso con mi mano estrellando la hoja contra la garganta de quien se atrevió a tocarme, la sangre mancha mi camisón y las sábanas cuando el sujeto enmascarado cae ahogándose con su propia sangre, gorgotea distrayendome de quienes me rodean, así que arranco rápidamente la navaja lista para luchar con quién sea pero me aturden con algo que no conozco.

Agarro fuerte la hoja viendo los ojos de alguien que nunca antes he visto, trago ante el gusto amargo del líquido derramado en mi camisón y rápidamente posiciono mi mano en mi nariz, el mareo me llega y ellos solo miran como me desestabilizo hasta que me veo perdida en la oscuridad.

No sé cuanto tiempo pasa pero siento que es una eternidad, el aire caliente golpea en mis brazos y piernas pero no logro ver nada más que la negrura, mi cabeza está cubierta por algo y mis extremidades atadas, froto mis muslos entre si, sintiendo mi ropa interior intacta.

Anne me ha dicho que las sociedades están podridas y si alguna vez algo me pasa, no permita que toquen mis partes privadas, de lo contrario debo ser fuerte y aguantar porque sin importar lo que suceda o donde me lleven, Mohamed y ella vendrán por mi, el es mi héroe, mi hermano y protector.

Respiro hondo cuando tomar aire por mi boca resulta imposible « estoy amordazada » la venda que cubre mis labios y las ataduras en mis manos y pies es suave, no me lastima y eso me hace tener un poco de calma ya que si quisieran lastimarme no se habrían tomado la molestia de atarme con cuidado.

Eso me hace pensar que este ataque va encaminado a otra persona, mi madre o mi hermano ya que de por sí, pocas personas conocen de mi existencia, casi nadie ha visto mi rostro, solo personas conocidas y de confianza.

Ni siquiera tengo amigos porque en el mundo en que nos movemos, esos no existen.

Huelo fuerte tratando de adivinar dónde estoy, en la isla olía a sal y a algo distintivo de ese tipo de ambiente, también se sentía leve el olor a gas de las lámparas y a animal mojado « Los caballos ».

Percibo el fuerte olor a humedad y muevo mis pies descalzos sintiendo la superficie bajo ellos, es dura y rústica. Afino mi oído cuando siento voces acercarse, apenas noto que estoy sentada en algo blando frunzo el ceño.

Trato de permanecer impacible, tal como mamá me ha enseñado en los entrenamientos, debo controlar mi mente y no ella a mi, me concentro en analizar la situación y obtener toda la información que me sea posible ya que de esa manera seré útil una vez me encuentren.

Me mantengo estática controlando mi respiración cuando las voces se van acercando poco a poco, tengo que estudiarlas para reconocerlas a futuro, no tengo dudas que saldré con vida de este lugar, soy una niña, no tengo nada valioso que puedan obtener a parte de mi miedo y eso es algo que no obtendrán de mi.