capitulo 6

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Llegados a la residencia Kamado, y explicada la situación la familia puso manos a la obra para empezar a empacar sus cosas e irse lo más rápido posible, ya que según Giyuu sería raro que el rey demoniaco tuviera un objetivo tan preciso, es decir, había otras montañas mucho más cerca del pueblo y que por si algún curioso se atreviera a ver que ocurre los gritos serían fácilmente amortiguados por la nieve y las ventiscas, dando paso a la duda dentro del joven y la familia.

Los niños pequeños ayudaron a empacar, la madre conversaba con el joven mientras buscaba algo con que cubrirlo del sol, al final fue una capa con capucha gruesa para después cubrir su rostro con una mascara de kitsune que el joven llevaba con el, los hermanos mayores se encargaron de preparar la carreta para la nieve.

Ya entrada la tarde y el cielo más despejado, la carreta se estaba llenando del equipaje de la familia, todos los hermanos de la familia ayudaban presurosos de ir colocando las maletas en su lugar. No eran muchas, la familia no quería tener complicaciones con la nieve ni alguna impanación que se pudiera encontrar en el camino.

De mientras, el espadachín checaba el mapa que llevaba con el para asegurarse de tener una ruta rápida que los llevara a la familia a una casa de glicina y a los futuros pupilos al monte Sagiri, donde recibirían su entrenamiento.

. . .

Empezaba el viaje, la carreta era llevada sin ningún esfuerzo por el demonio, a pesar de la insistencia de la familia por decirles que ellos la llevaban.

El camino a pesar de estar cubierto con nieve no parecía serle un problema al muchacho, que veía feliz el camino rodeado por arboles y nieve, dando la apariencia de un bosque encantado de un cuento de hadas infantil, por la iluminación filtrada que aparentaba un lindo azul, listo para una historia donde los protagonistas se ponían a hacer un muñeco de nieve.

Al llegar al pueblo, los nativos veían con extrañeza la mudanza de la familia, era decir, ayer había llegado Tanjiro con su típica sesta de carbón para venderlo y no había mencionado nada sobre una mudanza, y por otro lado estaba el joven que cargaba la carreta, con su capucha y mascara, dando una apariencia sospechosa, pero descartando rápidamente la idea de algún posible secuestro por la amabilidad con la que lo trataban los niños y que casi que le estuvieran insistiendo en jugar.

Al final el pueblo no insistió en el hecho, todos conocían a la familia Kamado y sabían que era probable que se mudaran por las desapariciones que se estaban ocasionando en las montañas y que el joven que los ayudaba era un familiar que los estaba ayudando, dejando el tema para que algunos seles acercaran a  ver en que podían asistirles, dando con la negativa de la familia y del joven.

El viaje transcurrió sin contratiempos, los niños se quedaban jugando al rededor de la carreta, siendo ocasionalmente regañados por su madre ante cualquier comportamiento indebido, los hijos mayores se encargaban de cualquier necesidad de de los pequeños y la madre le hacia charla de cual era el plan que se decidirían tomar.

Era simple, la familia se quedaría en una casa de glicina cerca del pueblo más cercano a la montaña donde se encontraba la cabaña de Urokodaki y los adolescentes se irían con el para ser entrenados por su maestro.

Lenta, pero constantemente se iban alejando más de la montaña, dejando atrás la nieve para darle paso a los campos de cultivo de arroz donde se veían personas que trabajaban arduamente.

...

Oiga Tomioka-san, ¿Falta mucho?- preguntó Rokuta trepado de los hombros del mencionado, este se había sentado ahí desde hace ya rato por el cansancio, en donde en una de esas casi le quita la mascara de zorro por curiosidad, siendo levemente reprendido por ente, explicándole que pasaría si le diera el sol.

-No, todavía no- dijo con una vos dulce y serena, comprendía al niño, estaba cansado y probablemente ya quería dormir.

La queja de los niños, que se encontraban en la carreta por el cansancio, no se hicieron de esperar, tanto como el demonio, la madre y los jóvenes adolescentes, soltaron una risita por ello.

En cuanto tanto, el camino pareció separado, eso indicaba la separación de rutas, el joven a sabiendas de que era poco probable que pudieran empujar la carreta hacia la casa, se dedico a tomar el camino hacia ella, en pronto llegaron al alojamiento y les dijo que no podía acercarse por el hecho de que estas estaban rodeadas por glicinias, flores con una propiedad que le hacia daño, es así que los jóvenes la empujaron la carreta hasta la casa, no sin antes recibir instrucciones del joven para que la familia pudieran ser adoptada como ayudantes de la casa.

Ya con eso resuelto y una bella despedida entre los jóvenes y su familia, los futuros cazadores, junto al demonio, se pusieron  en marcha a una montaña cercana.

. . .

La noche se acercaba con apuros y ellos se encontraban subiendo un camino pendiente rodeado por la vegetación de la montaña, donde más atrás ya se les había advertido, por una mujer en su mediana edad, de desapariciones recurrentes en las montaña, ellos por su cuenta no hicieron caso por ordenes del mayor, este quería ver como actuaban los jóvenes discípulos ante un demonio, después de todo, si las cosas se complicaban ahí estaba el para cualquier cosa.

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aqui toy 😎

capitulo corto, pero ya falta poco para agarrar propia marcha.


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