capitulo 9

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Los pequeños kamado fueron despertados por los rayos del sol y una suave brisa, que venía desde la puerta entreabierta .

Ambos hermanos se vieron entre si, para luego ver su alrededor, todo estaba perfectamente limpiado, de hecho, en la orilla todavía se podía ver una cubeta a medias de agua que claramente fue utilizada para limpiar el lugar.

El chico Kamado olfateo la habitación detectando un delicioso aroma a comida que venía de esa puerta entreabierta que daba al exterior.

-¿Tomioka-san?- pregunto titubeante, su hermana volteó a ver la entrada acechando un ligero vistazo a su hermano para redirigirla nuevamente a la entrada.

-Vengan a desayunar- se escuchó la voz suave y un tanto cantante del pilar, se notaba feliz.

Ambos niños se voltearon a ver aliviados de que tomioka no los abandonará y que de paso les trajera algo para desayunar.

-Ya vamos- dijo sonriente, levantándose de su futon  para dirigirse a la entrada siendo seguido de cerca por su hermana.

Al estar enfrente a la puerta la abrieron de par en par para dejar a vista a un tomioka sentado en el piso de madera, abajo del pequeño tejado que rodeaba el pequeño templo.

-Tomen- dijo mostrando dos cajas de vento, mostrando una sonrisa amable en su cara que mostraba sin miedo gracias al tejado.

Los niños se sentaron, cada uno a cada lado del demonio, viendo sus dos cajas de vento, los niños se le quedaron viendo, Giyuu al darse cuenta abrió uno de sus ventos tomo sus palillos y abrió la cajita del vento del Kamado mayor para posteriormente pasar la carne que tenía el suyo al vento del menor, lo mismo hiso con el otro vento a la chica.

-No era necesario- dijo la menor culpable por presionar al demonio para compartir su comida y se veía que su hermano compartía su nerviosismo.

-Por favor coman-  dijo  dedicándole una sonrisa calmada volteando a ver lo que se podía del cielo y vegetación lejana, que se encontraba del otro lado del patio del templo, donde se encontraban enterrados sus verdaderos residentes -ni siquiera planeaba comer la carné- el cielo se encontraba despejado y el frío viento los acariciaba con suavidad, tanto a ellos como a la vegetación dando la música de los árboles suavemente medidos por las corrientes de viento.

Los niños con un tanto de inseguridad empezaron a comer, dirigiendo su vista al frente.

-Woa~- expresó el peliburdeo, llamando la atención del pilar -Esta muy bueno- dijo con los ojos casi que brillando, la chica solo asintió confirmando lo dicho por su hermano.

El pilar soltó una pequeña risa, tapando levemente su boca con su puño y cerrando sus ojos -Eso es bueno- abrió sus ojos para dirigirles su mirada -Bien, coman rápido, el camino es largo y necesitarán energía- dijo viéndolos con cariño pero con severidad, casi maternalmente.

Los chicos asistieron y apresuraron su comer.

...

Los niños ya habían doblado sus fotones, las cajas de vento las pusieron donde creían que ponían la basura los antiguos habitantes y se inclinaron levemente frente a la tumba de estos para darles honra.

-Bien, hay que avanzar- dijo volteando su cuerpo a donde seguía el camino para emprender marcha.

-Bien- dijeron los niños al uníoslo con determinación.

-Síganme el paso- dijo con el mismo tono maternal que antes había mostrado.

El pilar marcó el paso, uno rápido y sin interrupción, los chicos intentaban seguirlo, sin mucho éxito, pero no se rendirán con facilidad.

En la bajada de la no tan pronunciada montaña se oía los fuertes jadeos de los niños, los graznido y cantos de pájaros, tanto grandes como pequeños y las hojas de los árboles que se mecían suavemente por la ráfagas de viento.

Los niños veían con curiosidad el bosque, los árboles cubrían en gran parte el terreno dando sombra al camino de forma casi completa, si no fuera por los juguetones rayos de sol que se colaban entre las hojas y hacían lucir luces de colores tan hermosos como el verde y el amarillo, era hermoso.

-Y... ¿a donde vamos exactamente?- dijo la niña con curiosidad.

-A con mi maestro, el los entrenara para ser cazadores- dijo sin detener ni desacelerar su caminar, con la voz seria pero sin ningún rastro de enfado.

- y ¿Qué cree que le diga cuando lo vea en su situación?- pregunto un tanto nervioso y titubeante.

-Por favor no me ponga presión antes de llegar joven Kamado- denoto su nerviosismo.

Los jóvenes soltaron una pequeña y dulce risa.

No pararon en ningún momento, a la cercanía se vea la salida de aquel pintoresco bosque, dejando ver como los campos de arroz se expandían hasta la lejanía y eran bañados con la luz solar, era un día fresco por el viento el cual golpeaba contra el cabello y la capa de los corredores, los cuales no se detenían por ningún motivo.

...

A metros del pie de la montaña el cielo ya se había teñido de colores cálidos, que avisaban que en pronto se volvería de colores frívolos y oscuros que le darían total paso a aquellos seres que por su evolución, necesidad o rutina, preferían el horario sin ajetreo de la noche, claro, si no conocías de la existencia de los demonios.

-Es ahí- dijo señalando la pequeña cabaña que se deslumbraba a la lejanía, al pie de la montaña, donde era alumbrada por los rayos del sol que ya se estaba asomándose tímidamente entre las grandes montañas.

Los niños denotaba algo de nervio, especialmente por lo que vaya a decir el maestro de aquel joven que los estaba cuidando.

...

Sentado dentro de su finca, viendo hacia la nada, pensando en el todo, mientras que lagrimas rebeldes se resbalaban sin pudor alguno en torno a sus mejillas, preámbulo de un posible llanto que seria retenido en su garganta a pesar de estar solo y poder mostrarse vulnerable, pero que no haría por más solo que este se sienta o esté.

*Toc toc toc*(efectos especiales vergas B) 

El hombre de avanzada edad se levantó y se dirigió a la puerta por la cual lo llamaban.

-Ya bo...- el maestro se quedo estático al ve a un hombre encapuchado con una mascara de kitsune, justo como la de uno de sus estudiantes y abajo de su capa se lograba deslumbrar aquel haori rojo que al joven tanto le encantaba. 

-Maestro...- dijo posicionando sus manos frente a el y procede a hacer una pequeña reverencia.

Urokodaki se quedo estático.

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extrañaban los capitulos de los martes?

ahora la duda va a ser si subo uno el jueves XD




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