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Tus ojos se abrieron debido a la luz del sol que entraba por la ventana, soltaste un quejido por eso. Giraste tu cuerpo para darle la espalda a esa molestosa luz con cierta fatiga.
Todo para ti se congeló al ver a un chico pelinegro durmiendo en la misma cama, tus ojos casi salen de tu rostro. Rápidamente tomaste asiento sobre el colchón, la sábana que cubría la parte superior de tu cuerpo terminó destapándote mostrando tu cuerpo desnudo.
—¿Qué mierda? —susurraste. No querías despertar al desconocido, quién estaba en la misma situación que tú, desnudo tan solo tapado por una sábana.
Estabas confundida y no sabías que hacer, la habitación parecía ser una de hotel. Así que no tardaste mucho en salir de la cama y buscar tu ropa regada por el piso. Tu vestido blanco tenía una mancha roja en la zona de los pechos.
—¿Quién se murió ahí? —por un momento pensaste lo peor, sangre.
Pero no estabas para pensar, era momento de correr. Te lo pusiste a pesar de eso, buscaste tu teléfono el cual estaba en la mesita de noche, tomaste este y con tus tacones en manos saliste de la habitación.
Con cuidado fuiste cerrando la puerta, pero de todas formas esta ocasionó un fuerte ruido al cerrar, maldijiste mentalmente, sin tardar más fuiste alejándote de la habitación.
Por otro lado aquel chico pelinegro, Mitsuya, estaba abriendo los ojos al escuchar un fuerte ruido, los rayos del sol cayeron en su rostro.
No sabía donde estaba y mucho menos por que estaba desnudo, no vio a nadie a su alrededor. Se puso de pie cubriendo su entrepierna con la sábana que lo cubría, caminó por toda la habitación tratando de buscar a alguien, nadie, no había nadie.
Mientras soltaba un gran suspiro se dejó caer nuevamente sobre la cama, con sus manos desordeno su cabello frustrado. Lo único que recordaba era haber salido a una discoteca para celebrar el cumpleaños de Mikey y después todo era borroso.
Agarró su teléfono el cuál estaba en los bolsillos de sus pantalones y llamó a Mikey para preguntar que carajos había pasado anoche.
Después de unos segundos Mikey contesto la llamada.
—Dime.
—Mikey, acabo de despertar en un jodido hotel y no sé por que. Solo recuerdo qu-
—Oh sisisisi ¿Cómo te fue con ella? —el rubio usó un tono pícaro al preguntar eso.
—¿Con quién? ¿Acaso eres sordo? Te dije que no recuerdo nada.
Mikey soltó una carcajada— Estas bromeando ¿verdad?
—No, habló enserio.
—¿Enserio?
—Si —Mitsuya dio una última revisión a la habitación, sus ojos se detuvieron un instante en un objeto sobre la mesita de noche.
