Chica oso

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—¡Eso fue muy asqueroso de tu parte ___________! Traer a ese tipo a follar en esta casa —sentiste el asco en sus palabras— ¿En que carajos pensabas? ¿Qué hubiese pasado si quien entraba era tu padre y no yo? Te digo lo que hubiese pasado, en este momento estarías llorando como una tonta, pidiendo perdón por ser una-

—¿Crees que podrías callarte un rato? —pediste. Le sorprendió que usaras un tono suave de voz con él.

Tom estaba siguiéndote desde tu habitación, hasta la cocina, no paraba de reprocharte por lo que había visto. Pero tu parecía estar en otra cosa completamente distante a él.

¿Y como no? Después de todo casi terminas en una cama con Mitsuya nuevamente, tu cerebro reproducía sin parar la imagen de su rostro mirándote dulcemente, mientras las palabras "¿quieres que siga?" salen de su boca.

—¿Qué te pasa ahora? —interrumpe tu nube de hermosos pensamientos, te molestó eso.

Ibas preparando una taza de café en ese momento— Mira Tom, seré amable ahora mismo. Me hiciste un favor así que te lo debo —con favor te referías a que no haya dicho ni una sola palabra de lo que vio en tu habitación a tu padre— Me la paso escuchando los gemidos de mujeres que traes a coger a casa, lo haces casi diario. Ahora mismo no tienes derecho a reprocharme nada — suspiras para mirarlo.

Le sorprende esta actitud "madura" que quieres mostrarle, no es divertido si no se gritan mutuamente, eso pensó. ¿Dónde estaba esa mujer que se enojaba por cualquier cosa? Quería oírte molesta pero al parecer que Mitsuya este involucrado en esta discusión, basta como para calmar tu emociones, era molesto, lo era para él.

—Puedo traer a quien quiera a mi habitación, después de todo es mía. Además déjame recordarte una cosa —tomaste cercanía, él dio un paso hacia atrás casi por inercia— No eres nadie para reclamarme, no eres mi hermano—tu dedo se estrelló contra su pecho, obligando a que retrocediera más— no eres mi amigo —nuevamente golpeaste— no eres ni siquiera cercano a mi, ahórrate estos reclamos.

La expresión que le mostrabas no estaba gustándole nada.

—¿Qué no soy tu hermano? —rio irónico— Joder hablas como si te viera como mi hermana.

—Si no me ves de esa forma entonces no me hagas escenas como esta, puedo hacer lo que quiera, puedes hacerlo también. Mantengámonos así por aho-

—Me niego.

—¿Eh?

—No me gusta la idea en lo más mínimo— ahora quien dio pasos hacia adelante fue él— No volverás a meter un hombre en tu habitación— estabas lista para protestar— Así como yo dejaré de meter mujeres a la mía. Es mejor de esa forma.

Solo sonreíste— Como sea, no me afecta en nada —tomaste la taza de café en tu manos— Y asegúrate de cumplir con tus condiciones, si veo que no lo hiciste, yo tampoco respetaré ese acuerdo.

Él intentó hablar, pero lo dejaste con la palabra en la boca al momento de irte.

Había sido una noche larga, tenías menos carga encima después de haber dejado el trabajo, ahora solo tenías que ir a estudiar, luego regresar a casa, ocuparte de tus deberes y dormir. Fácil.

Lo difícil sería infamarle tu renuncia a tu padre. Obviamente no lo sabía y habías mentido al respecto, solo querías que Mitsuya se fuera diciéndole eso, pero casi terminan follando nuevamente, así que el plan no funcionó muy bien que digamos.

Además de eso, tu primer sueldo se había ido a la mierda en cuanto lo arrojaste al agua. Aún recordabas como tu madre prefirió humillarse lanzándose por unos cuantos billetes.

𝙡𝙤𝙤𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙮𝙤𝙪 ; 𝘔𝘪𝘵𝘴𝘶𝘺𝘢 𝘛𝘢𝘬𝘢𝘴𝘩𝘪Donde viven las historias. Descúbrelo ahora