𝙡𝙤𝙤𝙠𝙞𝙣𝙜 𝙛𝙤𝙧 𝙮𝙤𝙪 ; 𝘔𝘪𝘵𝘴𝘶𝘺𝘢 𝘛𝘢𝘬𝘢𝘴𝘩𝘪

𝘾𝙤𝙡𝙡𝙖𝙧

—Mamá —llamaste.

Tu madre quien estaba revisando su maquillaje en el retocador bajo la mirada hacia ti. Vio a su pequeña hija, un vestido rosado era el que vestias junto a tus dos colitas de peinado.

—¿Que sucede? —ella mostró una sonrisa.

—Ese collar que llevas en el cuello, esta muy lindo —con tu pequeño dedo señalaste su cuello.

La mano de la mayor tomó el objeto en su palma para luego observarse en el espejo— ¿Te gusta?

—Si.

—Tengo una idea —con sus brazos te tomó por la cintura, elevó tu cuerpo hasta sentarte en sus piernas.

Ahora también podías observarte frente al espejo, ella acomodó tu cabello y en pocos segundos sacó el collar que traía en el cuello para ponertelo.

—Ahora es tuyo.

Tus ojos se iluminaron y abriste la boca sorprendida— Me lo regalas ¿enserio?

—Si. Ahora eres mucho mas bonita —con sus manos tomo cada lado de tu cabeza poniendola recta hacia el espejo— ¿Ves lo linda que eres? Es por que te pareces a mi, eres un replica mia.

Efectivamente, tenías el mismo color de cabello, ojos, forma del rostro, labios, absolutamente todo era una replica de ella.

—¿Yo... Soy igual a ti?

***

Miraste por todos lados del piso, ya estabas llorando buscando aquel objeto. Era una costumbre tenerlo en el cuello que ni siquiera te asegurabas que estuviera, fue un error.

Saliste de tu habitación cerrando la puerta detrás de ti, bajaste rápidamente las escaleras topandote con todos en la sala. No prestaste atención a su conversación la cuál detuvieron en cuanto te vieron.

—Te dije que subas a tu habitación —regañó tu padre. No lo escuchaste.

Mirabas atenta cada parte del piso, tu visión estaba nublada debido a las lágrimas las cuales ahora bajaban por tus mejillas, lágrimas que ahora todos ya habían visto.

—¿Se puede saber que te pasa? —tu padre estaba cansado de ese comportamiento tuyo que no entendía.

—¿Linda te encuentras bien? —tu abuela se puso de pie, sin embargo no se acercó.

Miraste hacia tu padre, mordiste levemente tu labio inferior tratando de retener tus lágrimas.

—El collar de mamá... —fueron las únicas palabras que salieron de tu boca.

Tu padre entendió todo en cuanto no vio el collar en tu cuello, luego miro nuevamente hacia la mesa— Es lo mejor, deja eso y sube a tu habitación.

Era de esperarse, sinceramente no esperabas otras palabras.

—¿Como puedes decir algo como eso? —tu abuela trató de ayudar en la situación— Ese collar era lo único que le quedaba de mi hija.