capitulo 11

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Mentiras

Hera

Abro los ojos y me cuesta adaptarme a la luz, miro a Bianca dormida a mi lado, uno de sus pies está del otro lado de la cama y yo me encuentro en el borde, tiene un mal dormir horrible.

-- Bianca vamos despierta que tenemos cosas que hacer. -- Le digo cuando empiezo a menearle el brazo.

-- En estos momentos te odio con mi vida, estaba sonando con Ian y estaba a punto de besarme.

la ignoro y me pongo sobre mis pies, tomo una ducha y luego me lavo los dientes, cuando bajo de preparar el desayuno ya el capullo de Ronny se encuentra despierto.

-- Buenos días linda, estaba pensado que tal si hoy cenamos juntos?

-- Eso me parece grandioso, yo me apunto. -- Dice bianca apareciendo entre los pasillos con el pelo desgreñado. 

-- No, me refería a Hera y a mi, osea solo nosotros.

Ya quiero que se largue de mi casa, mientras más rápido se lo diga mas rapido se ira.

-- Sabes que Ronny tu y yo debemos de hablar en privado.

Lo tomo del brazo y lo llego a la cocina, me lo pienso un poco y luego hablo.

-- No me quiero casar contigo, no quiero que te molestes o que te lo tomes personal, pero no me quiero casar tan joven, no te amo y no quiero arruinar mi vida de esa manera.

Me mira a los ojos y luego baja sus ojos al suelo, me da cosita pero no quiero arruinar mi vida tan rápido.

-- Lo se, tu padre ya le había dicho a mi padre, pero de igual manera quería tratarlo, me gustas Hera, eres perfecta y me gustaría que hubieses sido la madre de mis hijos, pero lo entiendo, iré a empacar mis cosas.

Yo solo asiento.

Subo a mi habitación y me pongo unos pantalones de cuero negros con una camisa crema, tacones y un bolso negro. Luego Bianca y yo nos dirigimos a nuestro trabajo, al entrar al edificio mis ojos se encuentran con esos ojos de diferentes color.

Con ese Gris que me recuerda a esos días lluviosos que tanto amo..

Y con ese azul zafiro que me vuelve loca.

Miro como una pequeña sonrisa se dibuja en su rostro, marcando los hoyuelos a cada lado de sus mejillas.

Porque ese maldito hijo que perra se debe de verse tan bien.

Me siento en mi escritorio, las horas pasan super lento, la rubia de piernas largas se para delante de mi.

-- El jefe aun quiere que usted sea su secretaria, acepte el trabajo y no se haga del rogar.

Despego mi vista del portátil para luego posarla en su cara, que descarada, como demonios se atreve a hablarme así.

-- No me estoy haciendo del rogar, solo no quiero ese trabajo, tengo la opción de elegir.

-- Recuerde Señorita Palmer, que al igual que usted solo hago mi trabajo.

luego de decir aquello se va, no se porque Aaron aun insiste con esa mierda.

Una hora más tarde vuelve a aparecer enfrente de mi escritorio.

-- Señorita Palmer, el jefe la necesita en su oficina ahora mismo.

Y ahora que quiere ese Gilipollas.

Me pongo sobre mis pies y luego me dirijo a la oficina de Aaron, las cosas no se ponen lindas cuando me encuentro a solas con el en su despacho, a lo mejor me esta llamando por algo muy estupido como siempre hace.

Jugando con las mentiras (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora