Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 7: Napolitismo

En el momento en que Draco entró a su primera lección de Pociones la mañana siguiente, pudo darse cuenta de que había algo mal con los Gryffindor. Había contado con un buen inicio de año, al tener Encantamientos y Pociones en su primera mañana dándole dos de sus mejores materias en un instante. Pero Doble Pociones pareció ser el doble de problemas. Cuando se acercó a saludar a Seamus y Neville antes de que Severus llegara, con consejos listos para preparar un filtro de la paz, Seamus brincó bruscamente hacia atrás y casi tiró a Parvati Patil. "¿Qué?" preguntó Draco perplejo. "¡No voy a buscar venganza realmente contra Neville por su planta. Como pueden ver mi cabello sigue tan glorioso como siempre-"

"Ven aquí Frankenstein, los estás asustando" le siseó Hermione y arrastró a Draco de vuelta a su caldero junto con ella.

"¿Porqué?" se quejó Draco. "¡No hubo rumores de que conjuré la Marca Tenebrosa en todo el verano!"

"Hubo una pelea en el dormitorio de los chicos anoche," dijo entre dientes haciendo un gesto hacia Harry como si esperara que el rostro del chico contara toda la historia. Harry lucía cabizbajo, pero eso ya era normal en esos días. "Seamus no le cree que el Señor Tenebroso haya regresado. Está enojado porque su mamá no quería que regresara a Hogwarts, porque las personas creen que Harry es un lunático que asesinó a un hombre. Así que Harry dijo algunas cosas sobre la mamá de Seamus...y aparentemente todo escaló muy rápido..."

"¿Y qué?" suspiró Draco. "¿Seamus piensa que voy a usar Langlock otra vez por eso?"

"Si vas a embrujar a todos los que están hablando sobre Harry" le susurró Hermione, "Vas a tener que embrujar a la mitad de la escuela. Lavender también dijo algunas cosas ayer, le grité"

Draco sonrió orgulloso. "Puedo imaginar que es un esfuerzo diario no gritarle a Lavender Brown. Compartir un dormitorio con ella debe ser el equivalente de tortura de gota china"

"Son demasiadas personas," dijo Hermione preocupada. "Pasamos junto a algunos Ravenclaw de cuarto año de camino de Historia de la magia, y huyeron de nosotros en el corredor. ¡Como si Harry fuera a hacerles algo!"

"Bueno," dijo Draco con una sonrisa, "Tienen suerte, todos ustedes. Resulta que tienen un mejor amigo que es especialista en ese tipo de cosas-"

"Draco, no creo que un ataque de Langlocks vaya a solucionar algo-"

"No quiero decir eso, Striker, quiero decir que sé lo que es que las personas huyan de mí-"

"¡Ya llegó el profesor Snape!" Pansy les dijo entre dientes y todos guardaron silencio.

"Cálmense," dijo Severus fríamente y el salón le obedeció tan rápido que todos pudieron escuchar el sonido de la puerta cerrándose detrás de él. "Antes de comenzar la lección de hoy, considero apropiado recordarles que en el siguiente junio todos tendrán una importante examinación, durante la cual probarán lo mucho que han aprendido sobre la composición y el uso de pociones mágicas. Aunque indudablemente algunos son torpes en esta clase, espero que alcancen al menos un Aceptable en su TIMO, o sufrirán mi... disgusto"

Severus miraba a Neville para dejar en claro quién pensaba que sería el eslabón débil. Draco intentó lanzarle una mirada de consolación a Neville, ya que se había prometido a sí mismo por escrito que ayudaría a Neville a pasar por todo eso. Pero Neville miraba fijamente a Severus con terror. Todo lo que Draco obtuvo fue una mirada incómoda de Seamus. Sin embargo, Draco no podía culpar a Neville. Severus era su Boggart, ¿no era así? Desde esa perspectiva, en sus zapatos, Draco estaría mucho peor.

Imaginó una clase impartida por su tía Bella y tuvo que reprimir un escalofrío.

"Después de este año, por supuesto, muchos de ustedes dejarán de estudiar conmigo" continuó Severus, sin ningún conocimiento de que dejaría de impartir pociones para entonces. "Solo acepto a los mejores en mi clase de EXTASIS, lo que significa que algunos de nosotros ciertamente nos despediremos" Miró a Harry entonces, y Draco presintió que se avecinaba un desastre, por la forma temeraria y desafiante en que Harry miró de vuelta a su padrino. Con cada uno de ellos dirigido a usar sus calderos individuales, separados de sus compañeros en esa ocasión, esa malicia hirviente presagiaba algo malo para las posibilidades de Harry de concentrarse en algo tan difícil.