Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 14: La oración de navidad

Afortunadamente, Draco tenía la excusa de haber hecho 27 aturdidores para utilizar el resto de la infusión de ángel después de que regresaran del hospital. Añadió una esencia de loto naranja oscuro, la cual era su propia mejora para cubrir el intenso olor a Angélica. Tenía que recordarse que eran dátiles y no sangre lo que hacía ver el líquido rojo. La sangre no convertía el agua del baño en burbujas. Sólo hacía que oliera a hierro.

Había estado sumergido en su tina de onyx dentro de su baño en el cuarto por al menos veinte minutos para cuando escuchó unos toques tentativos en la habitación afuera. "¿Draco, estás ahí?"

"¡Aquí estoy!" contestó Draco. Harry entró al baño, pero se quedó paralizado.

"Oh, lo siento" dijo Harry rápidamente. "No pensé que aún estarías..."

Draco entornó los ojos. Su varita y daga no estaban con él y se habría sentido incómodo sin ellos en presencia de casi cualquier persona, pero no con Harry.

"Estaré aquí más tiempo" le dijo Draco. "Así que si realmente tienes que hablar conmigo, deberías sentarte y comenzar" No era como si Harry pudiera ver algo. Bajó la mirada para asegurarse, y sí, el color rojizo del loto se había desvanecido con el tiempo, pero a un dorado como de una Snitch, dejando su cuerpo descubierto solo hasta los hombros. "Ahí hay un diván"

"De acuerdo, ¿pero porqué?" se maravilló Harry, mientras se acomodaba sobre la antigüedad, luciendo asustado de manchar la tapicería azul oscuro. "¿Por qué tienes un diván en tu baño? ¿Recibes visitas regulares aquí? Huele... como tú, como tu cabello... al shampoo que dijiste que usabas en tu cabello..."

Durante el verano, Draco se había dado cuenta que le gustaba acostarse después de sus infusiones, tumbarse y dormirse. El trabajo de robar de una habitación más abajo y levitar el mueble antiguo había valido la pena, para disfrutar de la pereza de caminar menos pasos dentro del baño que hasta la cama. Pero no sabía si Harry iba a querer quedarse sentado ahí, si supiera cuántas veces Draco se había dormido ahí. No iba a arriesgarse, no cuando Harry irradiaba tanta miseria e incomodidad.

"Apuesto a que desearías saberlo" lo molestó Draco, hundiéndose más en el baño. Sintió una inapropiada cantidad de calor cuando los ojos de Harry lo siguieron. Pensaba que no había terminado de castigarse a sí mismo por ser una basura humana. Así que era muy inconsiderado que parte de su anatomía no cooperara. "¿Qué sucede Harry? Parece que algo pasó en San Mungo. Estaba demasiado ocupado siendo traumatizado por los gemelos para ver. Dime"

"De acuerdo" dijo Harry, y respiró profundamente. "Supongo que ya te conté sobre la visión que tuve del señor Weasley..." Se estaba preparando a sí mismo como si las palabras que mencionara terminarían con la oportunidad de algo entre él y Draco una vez que hablara. Se veía como un desastre, pero guapo a pesar de eso, que era una prueba de que el universo tenía un injusto favoritismo hacia Harry Potter.

"Pero lo que escuchamos... la señora Weasley dijo que creía que Dumbledore estaba esperando a que yo viera algo así, que parecía preocupado por mí. Y Moody dijo que todos saben que hay algo extraño conmigo... y que significa algo que haya visto todo desde dentro de la serpiente- que tal vez Voldemort me estaba poseyendo- Draco, tal vez sí era yo dentro de la serpiente, hiriendo al señor Weasley y tal vez pueda herir a las personas de nuevo si me duermo-"

"Cállate, pedazo de bruto" gruñó Draco sumergiendo su cabeza bajo el agua para fortificarse con ese olor tranquilizante, antes de tener que enfrentar las profundidades de idiotez justo frente a él en su poco merecedor diván. "¿No me escuchaste anoche, cuando te dije que era normal que lo vieras desde dentro de Nagini?"

Y efectivamente, Draco hablaba con la autoridad de la línea azul, la cual no le había dado evidencia que él supiera de algo respecto a una posesión, solamente un heroísmo abrumador y eventual triunfo por parte del mórbido Horklump en su diván. Echó la cabeza hacia atrás y acomodó su cabello recientemente mojado detrás de las orejas, alizándolo molesto con sus dedos.