Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 26: La torre de la biblioteca

"¡EXPECTO PATRONUM!"

El Opaleye de las Antípodas surgió de la varita de Draco completamente formado y listo, precipitándose en un instante para volar hacia los dementores que comenzaban a rodear a Harry. Draco observó a Astaroth volar con la sensación de una pesadilla, incapaz de creer que algo tan terrible hubiera pasado, antes de mover sus pies estancados como plomo de nuevo , respirando de forma entrecortada pero aún así moviéndose. Corrió hacia Harry, listo para llevarlo a un lugar seguro lejos de los dementores si era lo último que hacía.

El dragón era tan brillante como cualquier Patronus que Draco hubiera visto. Remus había hecho un buen trabajo al enseñarle- si Remus aún seguía con vida, si iba a sobrevivir esa noche, él o Sirius- pero Draco no podía permitirse pensar en alguien más que Harry, quién aún tenía dementores agazapados sobre él-

Pero Astaroth los alejó, la luz que irradiaba era un plateado tan perfecto que ningún dementor pareció soportar la pureza de su brillo. Draco sintió un breve rayo de algo que podía ser esperanza, cuando parecía que el mundo se había roto en dos, ante la vista de su dragón con ese brillo opalino rugiendo de forma protectora sobre Harry, manteniendo la oscuridad a raya.

Todo el claro se vació de dementores, volando para ir a amenazar la boda. Pero Harry les había enseñado a los estudiantes como hacer Patronus, así que ellos estarían bien, sin hablar de los integrantes de la Orden- Remus tenía un Patronus, al igual que Tonks, probablemente la mayoría de los demás y ellos los alejarían- aunque también estaban las gárgolas- la tía Bella no debió ser capaz de hacer eso, realmente había sido inútil que Draco renegara su nombre del tapiz-

Excepto que un dementor no huía y entonces Draco vio que no era un dementor. La encapuchada figura tenía manos pálidas y no eran grises con escamas al agacharse sobre la inconsciente figura de Harry.

"¡Harry!" gritó Draco y la figura encapuchada alzó la vista

No era un dementor. Era algo mucho peor. Era el padre de Draco.

Para su crédito, Draco no dejó de correr al ver la imagen de ese rostro tan parecido al suyo. Pero no importó. Su padre tomó el brazo de Harry, lo arrastró y Desapareció fuera del castillo con Harry sin una palabra.

Draco gritó, cayendo y tropezando una vez más con el suelo irregular. Tuvo suerte que los dementores hubieran abandonado los alrededores por que el dragón se había disipado y las rodillas de Draco se estremecieron con lo fuerte que golpearon la piedra. Los adoquines eran firmes y afilados, una de sus uñas se rompió y la herida se llenó de tierra mientras sus manos se arrastraban por el camino-

El camino. Habían dos caminos. Uno era de vuelta hacia todos los dementores, el fuego y los gritos, hacia la boda, hacia sus amigos, hacia Sirius y Remus, personas que debía proteger, personas a las que podía confiar lo que había sucedido, personas que podían ayudarlo a encontrar a Harry y salvarlo antes de que fuera demasiado tarde, antes de que su padre entregara a Harry al señor Tenebroso. El otro camino era en la dirección opuesta, hacia la torre de la biblioteca, hacia la tía Bella-

Estaba corriendo hacia la torre incluso antes de pensarlo, la varita de nogal empuñada en su mano derecha. Su daga siguió un segundo después en la mano izquierda. Si su varita no funcionaba, si se revelaba contra él, no estaría desarmado. Y tenía el Fiendfyre líquido en su bolsillo también. Tendría pocos reparos en perderlo en la cima de la torre y dejar que todos los libros antiguos de la Casa Black se quemaran. El mundo ya estaba en llamas.

No parecía haber ni una puerta intacta en la ciudadela, no después del impacto del estallido de todas las piedras cayendo por Piertotum Locomotor. Las escaleras hacia la torre apenas parecían sostenerse, con una delgada espiral hacia arriba, pasando por pisos con solamente habitaciones pequeñas o agujeros de ventanas por las cual asomarse; que mostraban destellos de sombras y fuego. Ahora que los dementores habían descendido sobre los invitados, el verde de la Marca Tenebrosa en el cielo era visible de nuevo...