Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 18: La daga negra

"Grindelwald" dijo Theo, "Creo que necesitas ver esto"

Theo había ido a visitarlo durante el almuerzo, cargando no solo la comida que Dobby había empacado, sino una copia de El Profeta del 13 de enero con una fotografía de la tía Bella en el frente.

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Habían otras nueve fotografías en el frente, todos mortífagos hombres, pero Draco solo podía ver a la tía Bella. Ella también era el objeto del escrutinio de Theo. "¿Porqué te apresurarías a enseñarme esto? preguntó Draco con cansancio. "¿No podías dejarme dormir tanto como pudiera? Pude haber estado tan feliz durmiendo antes de ver esto"

Theo tuvo que detectar cierta falta de sorpresa, pero tenía el buen hábito de no presionar cuando no le traía cierta recompensa. "Quería ser quien te contara" le dijo suavemente "En lugar de Blaise. Quiero decir, ya has estado en cama desde que regresamos de vacaciones... No me estoy entrometiendo, Draco, es solo..."

"Severus está siendo sobreprotector" suspiró Draco "Es solo cansancio mágico y debería ser capaz de regresar a clases en uno o dos días. Y tenemos práctica este fin de semana. Estaremos listos para Ravenclaw, lo prometo-"

"No estoy preguntando por el Quidditch" dijo Theo, sus enormes ojos azules llenos de sinceridad mientras bajaba la mirada, finalmente retirando el periódico de su vista. No era ideal que Draco hubiera sido forzado a quedarse en cama después de su viaje en el Autobús Noctámbulo hasta Hogsmeade. Había tenido que cancelar la primera lección prometida de Oclumancia y si eso hacía que Dumbledore estuviera sobre de él encima de todo lo demás, escapar de Hogwarts no estaba fuera de las posibilidades-

Después de todo, parecía que había cosas que debía hacer fuera de la escuela. "Theo, si estás buscando que confíe en tí, eso no va a pasar" dijo Draco distraídamente, sin pensar lo frías que sonaron esas palabras.

"¿Quieres que lleve algún mensaje a tus amigos Gryffindor?" preguntó Theo y vaya que debía estar preocupado si era él quien ofrecía hacer eso.

"No tiene caso" dijo Draco bostezando. "Nada ha cambiado conmigo. Aún no termino de comportarme como Horklump. Estoy seguro en Hogwarts, si están preocupados por mí, están siendo demasiado tontos-"

"Bellatrix Lestrange era tu Boggart" dijo Theo, tocando el rostro de Draco gentilmente, la preocupación era vívida en ese atractivo rostro. "Ninguno de nosotros lo ha olvidado, ¿sabes?. La forma en que reaccionaste en tercer año. Así que si intentas hacerte el valiente, es demasiado tarde-"

"¿Quieres ayudar?" bostezó Draco. "Sirve de algo y prepárame un baño caliente. Debo tomar una de mis infusiones" Theo obedeció y lo siguió hasta el baño. Vertió la poción en el agua, conjurando un pequeño hechizo para mezclarla rápidamente mientras que Draco se recargaba en la pared mirándolo. "¿Qué?" le preguntó adormilado, una vez que Theo terminó y se quedó ahí. "¿Planeas mirar?"

Theo no se sonrojó ni se mostró tímido como Harry habría hecho en sus zapatos. Escondió su vergüenza con una muestra de tranquila solicitud, aunque Draco podía ver que mordía un poco su labio inferior. "Solo me preguntaba si necesitabas algo de ayuda, pero supongo que estarás bien por tí mismo. Te veo después, Grindelwald"

Draco conjuró a Theo y su labio mordido fuera de su mente, pero la preocupación de Theo provocó una inesperada consecuencia, no esa tarde sino la siguiente. Draco estaba reclinado en su cama, leyendo el libro que Hermione le había dado a escondidas sobre la ciencia de varitas con las cortinas abiertas- por órdenes de Severus, hasta que estuviera completamente recuperado. Le hizo más sencillo a sus compañeros llamar su atención cuando entraron en grupo, inusualmente callados.