Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 25: Citadelle Xaphan

De acuerdo con Sirius, la seguridad de Citadelle Xaphan era a prueba de tontos. Considerando que el mismo Draco era un Black y aún así no sabía que ellos tenían una ciudadela, tenía que estar de acuerdo.

"¿Creíste que la mansión Malfoy era un castillo? Draco susurró en el oído de Harry. "Esto es un castillo"

"No, son ruinas" dijo Harry, lo que era verdad. El lugar había decaído y solo tenía una o dos de las extensas torres intactas. Sirius les ofreció un recorrido, el cuál comprobó el estado en ruinas de muchas de las secciones y almenas, todas en una antigua piedra negra y en diversos estados de deterioro. Pero habían dos cosas que Sirius les aseguró, que seguían igual que el día en que fueron creadas: Las protecciones mágicas y los altos muros.

"¡Es una isla!" exclamó Luna, mirando a través de un pequeño agujero en un muro demasiado empinado y alto para escalar. Se retiró para que los demás miraran uno a uno y efectivamente, cuando Draco se asomó, encontró un océano azul.

"¿Cómo supiste que era una isla?" se maravilló Neville y Luna le ofreció una inusual sonrisa tímida. Claramente, su mente se encontraba en la tarea que se había propuesto para más tarde, invitarlo a bailar.

"Lo pensé por la forma redonda de los muros y lucen tan altos comos los riscos por lo que puedo ver" le explicó y Luna tenía razón. El océano estaba bajo una gran cantidad de acantilados, lo que hizo a Draco sospechar la ubicación de la isla incluso antes de que Sirius les contara: La Isla de Xaphan, no muy lejos de la costa sur de Inglaterra, secreta e inubicable. Era un secreto familiar tan bien guardado, que Sirius se proclamó a sí mismo como el único Black que conocía la ubicación.

"Solo al heredero varón del señorío se le otorga el conocimiento de Citadelle Xaphan" explicó Sirius. "Era una fortaleza tiempo atrás, pero en tiempos modernos, fue mantenido en reserva como un refugio para el heredero. Lo que habría sido genial cuando estaba huyendo, excepto que en este estado en ruinas, difícilmente me habría podido quedar aquí. Pero podemos pasar un día aquí. ¡Lo suficiente para que me case! Y se lo muestre al heredero"

"Así que me lo estás contando ahora" entonó Draco, sólo para experimentar una repentina punzada cuando pensó en Harry junto a ellos. Pero Sirius sólo asintió.

"Pensé en el lugar cuando recordé esta hilarante carta de Bella, rogándome que le contara en donde se encontraba, para que pudiera casarse con ese molesto Lestrange en el castillo Black, de la forma en que los antiguos señores Black solían hacer en la era medieval. Aparentemente tu madre también quiso casarse con tu padre aquí, pero ella no me suplicó. Tuvo más dignidad que eso"

"¿Y estás seguro que la tía Bella no sabe dónde está?" persistió Draco y Sirius negó con la cabeza.

"¿Crees que Remus o Dumbledore habrían aceptado esta ubicación si hubiera alguna posibilidad de eso?" se rió Sirius. "Y no puede atravesar las protecciones familiares, Draco. Dumbledore revisó eso. Que la hayas renegado del tapiz aseguró-"

"Mierda, lo olvidé, el tapiz" soltó Draco "Sirius, no he descubierto como poner a Remus en el tapiz, lo siento-"

"Draco" dijo Sirius y avanzó para darle un masivo abrazo. "Mira a tu alrededor" Hizo un gesto hacia donde los Weasley y otros integrantes de la orden ya se encontraban colocando tiendas, arcos y exhibiciones de flores frente al castillo, en el amplio terreno entre las almenas delanteras y el muro. "Nada de esto pudo haber pasado sin tí. Podemos esperar un poco más a que puedas ponernos a Remus y a mí en el tapiz"

No había una fosa, pero ya que el lugar era una isla, había agua para protegerlos. Draco tuvo tiempo de dar una caminata alrededor de los muros y el castillo, sintiéndose permitido por la gratitud de Sirius para inspeccionar las posesiones ancestrales. El sol se alzó sobre ellos e hizo más obvia la hiedra que se enroscaba alrededor de la piedra, su brillo verde era casi como el de un pantano en algunos lugares. La piedra en sí no estaba tan desteñida más allá de un gris, como si hubiera algo de magia sobre ella y posiblemente también porque una gran cantidad de la piedra, inusualmente, parecía ser obsidiana.