Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 27: Mármol y fuego

Draco caminó por la fila 97, con las manos entrelazadas detrás de su cabeza en la postura universal de no resistencia. Todos levantaron la vista y una docena de varitas se alzaron, pero su padre levantó una mano. "Draco" le dijo, su voz llena de duda. "¿Tu madre te envió? ¿Has regresado a tu familia?"

El hecho de que su padre considerara esa idea le hizo sentir desprecio, pero se apresuró al lado de su padre y dijo en su tono más serio. "Sí, padre. No te preocupes, mi madre está a salvo. Me dijo exactamente a dónde ir. La Aparecí de vuelta a la mansión antes de venir. Estaba demasiado exhausta por esos hechizos..."

La voz de cada temor que Draco tenía habló detrás de él. Pronunció su nombre.

Bellatrix Lestrange avanzó hacia él, sus mejillas tan hundidas que apenas y la reconoció, excepto por esa mirada de ojos pesados con una oscuridad más profunda en ellos de lo que Draco había visto, incluso en los ojos rojos de Voldemort. "Draco. Así que el hijito de Cissy ha regresado arrepentido. ¿Sabes quién soy, niño?"

"Por supuesto" dijo Draco seriamente y después dobló su rodilla en sumisión, arrodillándose frente a ella e inclinando su cabeza. "Eres mi tía Bella. Es un honor conocerte" Luchó contra un escalofrío cuando su mano esquelética levantó su barbilla. Después la sintió en las barreras de su mente. Imaginó el cuchillo de obsidiana como ella le había enseñado y su intrusión rebotó, sin percibir la mentira.

"¿Draco?" suspiró Harry, arrastrándose hasta él, débil e incrédulo, pero aún no había demasiada traición. Harry tenía demasiada fe en él, incluso después de su pelea, después de tener el problema opuesto por tanto tiempo. Draco tendría que cambiar eso en los ojos de una docena de mortífagos observándolos, cuando cada uno de ellos estaba a un suspiro de conjurar Avada Kedavra. No sobre Harry, quien era necesario para la profecía, sino sobre Draco. La mano de Harry tocó el tobillo de Draco y Draco lo aventó.

Draco se agachó y abofeteó ese hermoso rostro que había besado tantas veces, un golpe lo suficientemente fuerte para enviar a Harry de vuelta al suelo de piedra. "No pretendas tocarme, mestizo" escupió y escuchó a Bellatrix soltar una risa inquietante. Dolohov y otros pocos se unieron.

"Draco" dijo Nott temblando "Realmente deseamos creer que has vuelto a nuestro lado, pero-"

"Silencio" espetó su padre. "Yo me dirigiré a mi hijo. ¿Qué ha causado este cambio de parecer?"

Draco buscó en su bolsillo y sacó el par de aretes de los Black, su marco dorado brillando. "Le envié este par a ella. Para nuestra casa" le dijo, observando los ojos de Bellatrix fijos sobre el escudo. Pudo ver a su esposo y cuñado detrás de ella como buitres, todos a un segundo de abalanzarse, pero no podía permitirse distraerse y caer de la cuerda floja. "Ella los estaba usando esta noche. Y me los dió como señal para que tú supieras, padre, que me ha contado todo y yo accedí. Yo no-" Sintió un nudo en su garganta. "No fue fácil darles la espalda, pero tenía que proteger a mi madre. Y ella dijo- ella dijo que hay algo malo con mi varita y que la tía Bella sabe lo que es. Ella me dijo que tiene que ver con Dantanian Noir. Escuché eso y supe que no tenía elección"

"¿Qué es lo que te ha enviado a hacer?" preguntó su padre, tomando los aretes y mostrándoselos a Bella y después a los demás como si significaran algo para ellos.

"Preguntarle a mi tía Bella sobre mi varita. Añadir más poder" dijo Draco casualmente, evitando la mirada de Bellatrix al mencionar la varita. "Pero más que nada, convencerlo a él." Empujó con su zapato el costado de Harry con desdén. "Puedo hacer que te dé la profecía"

"¿Cómo?" preguntó su padre con sospecha y Draco sonrió de lado

"Fácil" le dijo y levantó a Harry. Harry no era tan buen actor. Aún no había una verdadera traición en sus ojos, pero ninguna de esas personas conocía a Harry de la misma forma que él. Ese agotamiento desconcertado tendría que ser suficiente. "Puedo pedírselo. Harry, toma la profecía"