Draco Malfoy y la Marca de Garra (#5)

Capítulo 8: La pluma maldita

Draco lidió con la posibilidad inminente de la Pluma Negra de la mejor forma que pudo con sus fortalezas: La embrujó. Tenía Defensa ese martes por la mañana con Umbridge, antes de la detención de Harry con ella esa noche. Su reunión con Rita Skeeter le había dado la idea, así que después de que Umbridge hubiera terminado de no enseñarle nada por un bloque de dos horas, la miró irse directo por las escaleras pasando de largo su oficina hacia el Gran Comedor por el almuerzo. Esa fue la señal de Draco para dar vuelta a la esquina, ponerse la capa de invisibilidad y entrar a la oficina de Umbridge.

Estaba seguro que ella tendría una cantidad de sistemas especiales de seguridad, al igual que protecciones y detección en contra de cualquier intruso, pero fue un juego de niños abrirse camino. Todo lo que tenía que hacer era un poco de insignificante magia de Rituales de Magia Oscura de la Diosa Demonio Hécate, el cual se había quedado todo el verano y no había escuchado nada al respecto de parte de Harry. Tal vez Harry lo había reportado como perdido. De cualquier forma, Draco lo consideraba suyo ahora.

El ritual era llamado, Hostium Posticum, y era tan simple que daba risa, no fue nada más que un pequeño golpe y movimiento de varita frente al picaporte. Había tenido orgasmos prematuros que duraban más. Todo lo que tuvo que hacer fue grabar la rueda de Hécate en su palma con una daga 'impregnada previamente con una de las magias más oscuras'- la daga de Periander que siempre llevaba consigo, listo- presionar la rueda con la forma de la sangre en la posesión del enemigo- ella había dejado un pañuelo en el cubo de la basura al terminar la clase, listo- y conjurar el encantamiento Aemulus immitis tres veces seguidas, después una rápida oración a Hécate y boom, así de fácil. Decía que se requería de un mago poderoso y una gran cantidad de magia oscura para que funcionara, pero Draco apenas y sintió un cosquilleo cuando la puerta se abrió atentamente.

De acuerdo, uno de sus objetivos ese año había sido no utilizar más rituales mágicos de sangre, y ya lo había roto antes de que terminara la primera semana de clases. Pero eso difícilmente contaba... y de acuerdo con el libro, debía ser capaz de utilizar la daga para desbloquear cualquiera de las propiedades o posesiones de Umbridge ahora.

Aunque eso fue una mezcla, una vez que entró y presenció el horror en que Umbridge había convertido la oficina de Defensa. Sin importar que dijeran de los Carrow, él los prefería como decoradores de interiores. Menos carpetitas y servilletas.

La Pluma Negra estaba en el primer cajón de su escritorio, separada de todas las demás, más oscura, delgada y siniestra. Draco la creyó demasiado pobre como para poder darse el lujo de tener más de una de esas horribles cosas- Merlín, estaba feliz de que su padre nunca hubiera decidido invertir en una- y parecía ser así. Si ella tuviera más u ordenara otra, entraría de nuevo y embrujaría esa pluma también. "Flagrante," susurró. Puso toda la fuerza de la varita de nogal sobre ella, para asegurarse de que fuera difícil de contrarrestar. Cuando puso una uña encima para probarlo, casi se quema todo el dedo.

Había cumplido su objetivo, y nadie se había enterado. Harry ni siquiera le preguntó para qué había necesitado la capa de invisibilidad. Cuando la regresó, Harry estaba más interesado en interrogar a Draco sobre la nueva alineación de Slytherin. Fue suficientemente bizarro, que declarara haber seguido las órdenes de Draco sobre no espiar las prácticas de Quidditch, lo que de cierta forma hirió los sentimientos de Draco. ¿Acaso ya no le gustaba a Harry ni un poquito?"

Ron corroboró la historia de Harry. "Y no sabes lo que le ha costado mantenerse alejado, amigo" se rió, susurrando a espaldas de Harry y Hermione en su siguiente clase de Pociones. "Si pudieras ver cuántas veces ha dibujado posibles alineaciones de Slytherin..."

Muchas más, parecía, de lo que leía las instrucciones en clase de Pociones. Draco iba a tener que comenzar a darle a Harry una motivación alternativa para que intentara con más fuerza.